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Historiografía de la música sinuana grabada en el período 1929-1966

 

Autor: Ángel Massiris Cabeza
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Correo: massiris@gmail.com

Colaboradores: Pedro Ricardo Rodríguez; Alexander Fernández López, Édgar Cortés Uparela, Ismael Rudas Mieles, Juventino Ojito, Enrique Luis Muñoz Vélez, Oswaldo Sarmiento, Jorge Luis Arauz Ramos y Diana Massiris Buelvas.
 
Derechos de autor: Queda prohibida cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con la autorización del autor. El autor solo autoriza la distribución y comunicación pública del enlace para acceder al documento:
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Publicación original: 19-05-2024
Primera actualización: 21-05-2024
Segunda actualización: 26-05-2024

TABLA DE CONTENIDO

PRÓLOGO

1. INTRODUCCIÓN
2. CONTEXTO HISTÓRICO
3. JOSÉ PIANETA PITALÚA. PIONERO DE LAS GRABACIONES DE MÚSICA SINUANA. 1929-1941
4. EMISORAS, ORQUESTAS Y GRABACIONES DE MÚSICA SINUANA EN LOS AÑOS CUARENTA

4.1 Orquesta Ondas del Sinú. Laboratorio musical sinuano, 1940-1946
4.2 Emisora Arsenipur y sus conciertos de música clásica y popular, 1941-1942
4.3 Primeras grabaciones de Música sinuana en Discos Fuentes: 1943-1950
4.4 Primera grabación del porro María Varilla, 1946
4.5 Disputa político-musical en San Pelayo, 1947

5. CREACIÓN DEL DEPARTAMENTO DE CÓRDOBA, EMISORAS Y GRABACIONES DE MÚSICA SINUANA EN LOS AÑOS CINCUENTA

5.1 Creación del Departamento de Córdoba y construcción de la nueva territorialidad cordobesa
5.2. Noel Petro, 1952-1966
5.3 Orquesta Ritmos de Sabanas, 1954
5.4
Creación de Emisora Sinú y Radio Cordobesa, 1955
5.5 Orquesta Radio Cordobesa, 1955
5.6 Orquesta Sinú, 1956
5.7 Simón Mendoza y sus Sinuanos, 1956
5.8 Francisco Zumaqué y sus Macumberos del Sinú, 1958-1963
 

6. GRABACIONES DE MÚSICA SINUANA EN LOS AÑOS SESENTA

6.1. La Sonora cordobesa, 1959-1964
6.2 Orquesta Montería Swing, 1962-1963
6.3. Los Corraleros del Sinú / Trovadores del Sinú 1962-1964
6.4 Banda Bajera de San Pelayo, 1962
6.5. La Sonora Cienaguera, 1963
6.6. El Combo Los Galleros, 1963
6.7. Antolín y su Combo Orense, 1963-1966
6.8. Banda Nueva Esperanza de Manguelito, 1963
6.9. Los Caciques del Sinú, 1965 

7. INFLUENCIA CUBANA EN LA MÚSICA SINUANA
8. BIBLIOGRAFÍA
ANEXO

 

 PRÓLOGO

En pocas palabras, en Massiris Cabeza nada es fortuito, cada pieza se articula a un proceso organizado de manera racional en permanente diálogo con el arte.

Así como Foucault nos mostró un método para la ciencia social y las humanidades con la Arqueología del Saber, basado en los vestigios de los restos materiales de diversas culturas y transformarlos en narrativas de índole epistémica, es lo que viene haciendo este hijo del Sinú, territorio de aguas fértiles para la ciencia y el arte.

La metodología propuesta por Massiris Cabeza es una ruta expedita para todo investigador musical afincado en el dispositivo del disco y, con el mismo rigor, en el campo de la ciencia natural como social.

Las premisas de partidas estructuradas desde las teorías sustentadas en proposiciones de certezas garantizan un núcleo sólido en la línea investigativa y enriquece la historiografía colombiana desde un territorio cultural del Caribe.

Larga vida al formidable investigador doctor Ángel Massiris Cabeza, para que siga prodigando saberes ciertos y ajenos a la especulación fácil de las palabras ligeras e irresponsables detenidas en míticas narrativas que al paso del tiempo se toman como verdades sin serlo.

En usted está el investigador consciente y comprometido con la verdad inquebrantable en la construcción de procesos cognitivos del arte musical. Reconforta el espíritu la lectura de sus textos, tal como la sentencia romana que reza In Vestigium Ire, que traduce, ir tras los vestigios de para realizar ciencia y arte .

Enrique Luis Muñoz Vélez

 

1. INTRODUCCIÓN

Por música sinuana se entiende en este estudio el conjunto de piezas musicales grabadas fonográficamente que cumpla uno o más de los siguientes criterios:

a) Que su letra y/o música sea de autoría de personas nacidas en alguno de los municipios de la región del Sinú.
b) Que sea interpretada por agrupaciones musicales dirigidas por un músico sinuano.
c) Que el intérprete o vocalista sea sinuano.
d) Que en la agrupación musical que interpreta la pieza musical haya músicos sinuanos.

Bajo esta premisa conceptual se realizó la búsqueda de música sinuana grabada fonográficamente desde comienzos del siglo pasado, en catálogos de sellos discográficos, revistas especializadas en música, periódicos, canales de YouTube, Facebook y Equis con un resultado sorprendente. Se encontró música sinuana grabada desde los años veinte, así como grabaciones de los años cuarenta y cincuenta desconocidas u olvidadas, aún por las viejas generaciones que perviven hoy en Córdoba, de acuerdo con un sondeo realizado en el grupo de Facebook "Mi vieja Montería", con más de 50.000 miembros.
 
Lo anterior es una evidencia clara de cómo se ha perdido la memoria histórica de nuestra música sinuana y cordobesa y es necesario emprender acciones para su rescate. Con esta publicación quiero aportar “la primera piedra” para la construcción o consolidación, si ya existe, de un centro documental de memoria histórica de música sinuana y cordobesa que abarque todos los géneros cultivados por los músicos del Sinú y San Jorge en el siglo XX, en cabeza de alguna institución de carácter histórico y/o cultural sin ánimo de lucro. 
 
Con ese objetivo, he integrado a esta nueva publicación el contenido revisado de dos artículos  cortos que ya había publicado antes, uno sobre los inicios de la discografía sinuana y otro sobre el porro María Varilla de modo que me permitieran una visión historiográfica más amplia, integral y completa.

Expreso mi gratitud a Pedro Ricardo Rodríguez, Alexander Fernández López, Édgar Cortés Uparela, Ismael Rudas Mieles, Juventino Ojito, Enrique Luis Muñoz Vélez,  Oswaldo Sarmiento y Jorge Luis Arauz Ramos por su valiosa colaboración con información y/o revisión del borrador de este texto; al igual que a Diana Massiris Buelvas por el diseño de la portada.
 
Ángel Massiris Cabeza 

2. CONTEXTO HISTÓRICO

 Los antecedentes más remotos de grabaciones fonográficas de música sinuana se remontan a la década de los años veinte del siglo pasado, cuando se graban en Nueva York  13 composiciones del músico y compositor Orense (uno de los gentilicios con los que se conocen a los nacidos en Ciénaga de oro, departamento de Córdoba, Colombia) José Pianeta Pitalúa (1900-1974); cuyos inicios musicales se dieron hacia finales de la década de los años diez del siglo pasado, al vincularse a la banda de viento de San José de Ciénaga de Oro fundada por el también Orense José Fortunato Sáez Agámez.

Estas primeras grabaciones ocurrieron en un contexto geoterritorial en el que no existía aún el departamento de Córdoba. Los territorios del Sinú y San Jorge hacían parte del llamado Bolívar Grande (Imagen 1), hecho que se mantuvo hasta el 18 de junio de 1952, cuando entró en vigencia la Ley de creación del Departamento de Córdoba que había sido sancionada a finales de diciembre de 1951. De este modo, en la década de los años veinte del siglo pasado cuando ocurren las grabaciones pioneras de Pianeta Pitalúa, el Sinú era una región de Bolívar y todos sus habitantes, incluidas las poblaciones de Montería, Lorica, Cereté, Ciénaga de Oro y San Pelayo eran bolivarenses; y la administración del territorio sinuano estaba sujeta al epicentrismo territorial y regional de Cartagena, la capital de Bolívar.

Cartagena fue durante casi toda la primera mitad del siglo XX el lugar de mayor jerarquía urbana y de servicios del Bolívar Grande, incluidas las emisoras y estudios de grabación de música que se comenzaron a instalar en dicha ciudad desde los años treinta. Por ello, no es de extrañar que a Pianeta Pitalúa se le considerara bolivarense y que los músicos sinuanos siempre tuvieran como objetivo irse para Cartagena en busca de opciones de trabajo y de grabaciones.

Las grabaciones fonográficas de música colombiana, costeña y sinuana, en la primera mitad del siglo XX, estuvieron sometidas a restricciones por la ausencia de una industria fonográfica nacional que realizara el proceso de producción completo: grabación, estampado y prensado. En aquella época solo se hacían en Colombia grabaciones en estudios locales o de emisoras radiales cuyas matrices eran enviadas a Estados Unidos, México, Argentina o Chile donde existían sedes de los sellos discográficos que por aquella época dominaban el mercado de prensado de discos de la música colombiana: Victor, Columbia, Brunswick y más recientemente Odeón. De modo que los músicos bolivarenses, incluidos los de la región del Sinú, para poder grabar música en fonogramas tenían dos caminos: o viajaban a las sedes extranjeras mencionadas o hacían sus grabaciones en los estudios existentes en Cartagena, Barranquilla, Medellín o Bogotá, principalmente, y enviaban las matrices al extranjero para su prensado.

Fue el bolivarense Ángel María Camacho y Cano el primer músico costeño en viajar al extranjero a grabar música popular de la región caribeña colombiana, un hecho trascendental para la historia fonográfica de la música costeña en general y sinuana en particular, ocurrido entre los años 1929 y 1930, períodos en el que este músico graba más de 100 canciones en diferentes disqueras de Nueva York, que incluyeron porros, cumbias, cumbiambas, fandangos, mapalé, rumba costeña y son costeño, a los que se sumaron algunas piezas en ritmos cubanos y norteamericanos. Este importante hecho discográfico fue documentado y analizado ampliamente por quien escribe en su último libro “Historiografía documentada de la producción fonográfica del Caribe colombiano en la primera mitad del siglo XX” (Imagen 2). Fue precisamente Camacho y Cano quien propició las primeras grabaciones de música sinuana compuesta por José Pianeta Pitalúa tal como se examina a continuación.

3. JOSÉ PIANETA PITALÚA: PIONERO DE LAS GRABACIONES DE MÚSICA SINUANA. 1929-1941

Pianeta Pitalúa desarrolló su vida artística musical entre la región del Sinú y Cartagena. Esta actividad comenzó desde muy joven, en la segunda mitad de los años diez del siglo pasado al vincularse, como ya se dijo antes, a la Banda de música de viento San José de Ciénaga de Oro fundada por el también cienagadorense José Fortunato Sáez Agámez. En la primera mitad de los años veinte se trasladó a Cartagena siendo invitado por el músico cartagenero Francisco Lorduy a vincularse a su Orquesta Jazz Band Lorduy creada años atrás. La vinculación de Pianeta a la Banda de Lorduy se mantuvo entre 1926 y 1930. En dicha orquesta, tocó el trombón en compañía de Ángel María Camacho y Cano (piano), Adolfo Mejía Navarro (piano, flauta), Francisco Lorduy (contrabajo) y Ladislao Orozco Figueroa (violín), entre otros.

El encuentro de Pianeta y Camacho y Cano en la Orquesta Lorduy generó una amistad entre los dos músicos que propició el auspicio de este último de las primeras grabaciones de composiciones de Pianeta, aprovechando su viaje a Nueva York.  Camacho llevó en su maleta de viaje un número indeterminado de partituras de composiciones de Pianeta, de las cuales se han documentado hasta hoy 13 grabaciones fonográficas en los sellos discográficos Columbia y Victor, interpretadas por orquestas de planta de dichos sellos. En la Tabla 1 se pueden observar los datos descriptivos de las composiciones mencionadas, cuyo análisis se realiza a continuación.
Las dos primeras piezas fueron grabadas en noviembre de 1929: el mapalé titulado El toro sinuano (Imagen 3) y el porro Esa es tu risa (Imagen 4) interpretadas por la Orquesta Costeña del sello Columbia dirigida por Ángel María Camacho y Cano. Este primero disco constituye un hito, pues marca el punto de partida de la historia discográfica de la música sinuana. En las imágenes 3 y 4 se observan las fichas catalográficas de estas dos piezas musicales que aparecen en la Discography of American Historical Recordings (DAHR). Como vocalista aparece Gastón Flórez, un seudónimo del panameño Alcides Briceño.

En febrero y marzo de 1930 se grabaron tres nuevas composiciones de Pianeta Pitalúa en Nueva York en el sello Victor: el merengue El alcatraz, El ciempiés y el porro Eso es así (Ver Tabla 1).

En abril de 1930 de nuevo el sello Columbia graba composiciones de Pianeta Pitalúa. Esta vez fueron dos discos con cuatro piezas musicales tituladas: El buey y La ternera que mata (Imagen 5, audios 1 y 2), El gran narzo (Imagen 6) y Si tú lo crees (Imagen 7). Las cuatro piezas fueron interpretadas por la Orquesta Pan-americana, una agrupación de planta del sello Columbia, cuya instrumentación era similar a la de las bandas de música de viento del Caribe colombiano de comienzos del siglo XX, como lo pudo constatar el maestro Ismael Rudas Mieles al analizar la interpretación de las canciones El buey y La ternera que mata, en las que identificó cuatro saxofones (tenor), cuatro bombardinos, dos clarinetes, dos trompetas, una tuba, un órgano, un violín, una tambora y un güiro.

Audio 1. El buey

Audio 2. La ternera que mata

El gran narzo, por su parte, fue el primer porro grabado registrado como porro sinuano, aunque en el registro de la DAHR que se muestra en la Imagen 6 aparece erróneamente escrito como sinucano.   Este porro, fue creado, según Jorge Valencia Molina, en honor al abogado monteriano Manuel Narciso Jiménez Altamiranda, graduado con honores en Cartagena en el año 1929. Valencia Molina recuerda a Narciso por su estilo de vida folclórico y popular y sus dotes de orador, quien, lamentablemente murió ahogado en las aguas del río Sinú (Valencia, 1977). En el reverso del fonograma aparece la canción Si tú lo crees registrada como puya sinuana, aunque en la ficha de la DAHR que se muestra en la Imagen 7 se repite el error de escribir sinucano, ésta sería, hasta hoy, la primera puya rotulada explícitamente como sinuana grabada en la historia discográfica del Caribe colombiano.

En septiembre de 1930 el sello Columbia graba dos nuevos discos con composiciones de Pianeta Pitalúa interpretadas por Alcides Briceño y su orquesta. El primero catalogado con el serial 4294-X incluye, por un lado, el fandango Me picó y por el otro el porro merengue El barro está duro (Imagen 8). El segundo, catalogado con el número 4295-X, incluye, por un lado, el porro Dicen que el sapo muerde (Imagen 9) y por el otro el merengue paseado, La Zafra de Berástegui (Imagen 9). El título de esta última pieza musical sugiere una referencia al ingenio azucarero que funcionó en la población de Berástegui (Ciénaga de Oro) desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. Entre 1930 y 1940 llegaron a existir, hasta 1700 trabajadores.

En 1930, Pianeta Pitalúa crea la Orquesta Buenos Aires con la que actúa en distintos bares y clubes de Cartagena, no se conocen grabaciones realizadas por dicha orquesta.

En 1933, José Pianeta Pitalúa funda la Orquesta A No. 1 con la que desarrollaría una larga actividad artística musical y de grabaciones fonográficas. En dicha orquesta, además de la dirección, Pianeta tocaba el trombón junto a Joaquín Marrugo (trompeta) y Lucho Bermúdez (saxofón), entre otros importantes músicos de la época. Lucho Bermúdez también actuó como director artístico de la Orquesta A No. 1 de Pianeta, hasta fundar en el año 1939 la Orquesta del Caribe.

En 1941, se documentaron seis discos de 78 Revoluciones por Minuto (12 piezas musicales) grabados por la Orquesta A No. 1 en la emisora Radio Colonial de Cartagena, prensados en las instalaciones del sello Victor en Camden, New Jersey, USA. En la Tabla 2 se pueden observar los datos descriptivos de estas piezas, la mayoría de autoría de Pianeta. Entre los ritmos registrados aparecen nueve porros, dos fandangos y una cumbia (Tabla 2). En la Imagen 10 se muestran los marbetes de las piezas Don Emigdio y El tití jabao y en los audios 3 y 4 se pueden escuchar las interpretaciones del fandango Andresito García y del porro El tití jabao.
 
Audio 3. Andresito García
   
Audio 4. El tití jabao

4. EMISORAS, ORQUESTAS Y GRABACIONES DE MÚSICA SINUANA EN LOS AÑOS CUARENTA

La década de los años cuarenta (1941-1950) fue de mucho movimiento musical en la región bolivarense del Sinú. Cabe recordar al lector que en esta época todavía no se había creado el departamento de Córdoba, cuyo territorio estaba conformado por dos regiones o provincias del departamento de Bolívar: la región del Sinú y la Región del San Jorge. No existían aún emisoras de radio, ni carreteras que conectaran la Región del Sinú con la capital de Bolívar, Cartagena, razón por la cual los viajes de Montería a la capital, se hacía por mar, en lanchas o embarcaciones de vela que se desplazaban bordeando el litoral durante 12 o más horas.

4.1 Orquesta Ondas del Sinú. Laboratorio musical sinuano, 1940-1946

En la primera mitad de los años cuarenta llegaron a Montería varios músicos provenientes de Cartagena y otras regiones del Bolívar seducidos por la oportunidad de trabajo que ofrecía un grupo de bares o cabarés de diversión nocturna para personas adineradas en los cuales la música era un protagonista central. El grupo lo conformaban cinco sitios llamados “Pekín” de propiedad de la señora Alejandra Cantillo (“La negra Janda”); “El cocodrilo”, La selva”, “El platanal” de propiedad de Aminta Better (“La negra Aminta”) y “El Colibrí” (Gómez Ramos, 2020:75).

El primero en llegar fue el compositor, trompetista y arreglista Simón Mendoza, quien llegó en el segundo semestre del año 1940, seguido por Rufo Garrido en 1941 y por Crescencio Camacho en 1942. Fue en este contexto que se organizó la primera orquesta sinuana de trascendencia regional: “Ondas del Sinú”, dirigida por el bandoneonista Jesús Oviedo, el maestro Oviedo, como lo llamaban con respeto los músicos de la época (Gómez Ramos, 2020:75), conformada entre 1940 y 1941. A esta orquesta se integraron, en sus inicios, Simón Mendoza, Rufo Garrido quien estuvo dos años y medio aproximadamente entre 1941 y 1943, y Crescencio Camacho, quien estuvo un par de años entre 1942 y 1943. Rufo viajó, en 1943, a Sincelejo para integrarse a la Orquesta Danubio Azul (Gómez Ramos, 2020:75).

Crescencio Camacho llegó a Montería en 1942, acompañado por un grupo de músicos entre quienes estaban Gregorio Figueroa (Saxofón), Víctor Velásquez (clarinete); Ángel Barros (banyo) y Antonio Cano (batería); quienes fueron un refuerzo para la Orquesta Ondas del Sinú y otras pequeñas orquestas, entre las que se intercambiaban los escasos músicos que existían en esos años en Montería, para atender la demanda de agrupaciones musicales de los cinco cabaret. A la llegada de Crescencio Camacho a la orquesta Ondas del Sinú, en el año 1942, ésta estaba conformada por tres trompetas, tres saxofones, clarinete, batería, bajo, dos cantantes, una tumbadora y Armando Pérez Periñán en el piano. Simón Mendoza era uno de los trompetistas (Gómez Ramos, 2020:99).

La Orquesta Ondas Sinú, fue, sin duda, una escuela de formación de músicos sinuanos. No pudo establecerse el período de duración de la misma, ni se encontraron grabaciones fonográficas realizadas por dicha orquesta. Este último hecho permite suponer que su existencia solo pudo ser hasta 1945 o 1946; pues es en estos años cuando comienza la producción fonográfica industrial de Discos Fuentes, disquera que fue la principal impulsora de grabaciones de música popular costeña y sinuana, desde la segunda mitad de los años cuarenta y atrajo a los mejores músicos de esta región bolivarense para integrar las orquestas de planta de la disquera, formadas entre 1946 y 1947: Orquesta Emisoras Fuentes (1946), Orquesta Melodía (1946), Los Trovadores de Barú (1947) y Los Piratas de Bocachica (1947).

4.2 Emisora Arsenipur y sus conciertos de música clásica y popular, 1941-1942

En el año 1941 se inaugura con pompas en la ciudad de Montería el primer experimento de emisora radial: Emisora Arsenipur, de propiedad de Julio César Patiño, distribuidor exclusivo, a nivel nacional, del producto Arsenipur, cuya comercialización en el país comenzó en el año 1938 contra la peste del ganado vacuno, control de garrapatas, embellecimiento de la piel, aumento de peso, aceleración del engorde, etc. Entre 1939 y 1940, el señor Patiño combinó la publicidad de su producto con el ofrecimiento de conciertos de “música brillante” o clásica y, en algunas ocasiones junto con música popular, que emitía la Voz de Antioquia desde Medellín, donde la empresa Arsenipur tenía su sede central. Dichos programas eran retrasmitidos por otras emisoras del territorio nacional.

En 1941, el señor Patiño emprendió el proyecto de crear una emisora en Montería con el nombre de su producto comercial. El primer anuncio salió en El Diario El Tiempo, en su edición del 30 de marzo de 1941, en cuyo aviso textualmente, dice:

"Próximamente inauguraremos en Montería una radiodifusora propia, la Emisora ARSENIPUR, que desde ahora ponemos a las órdenes de todos los grandes anunciadores de Colombia. Funcionará como una dependencia de la Voz de Antioquia, de Medellín, en lo que respecta a la parte técnica, artística y cultural” (El Tiempo, 30-03-1941, pág. 13).

En un nuevo aviso aparecido en El Diario el Tiempo el 11 de junio de 1941, se anuncia “la próxima inauguración” de la emisora y se especifica que transmitirá en onda larga con una potencia de 1.465 Kc-204.77 mts. (Imagen 11a). La inauguración se realizó el 22 de junio de 1941 (Imagen 11b) en un solemne programa transmitido por La Voz de Colombia en cadena con Radio Arsenipur de Montería, Emisora Fuentes de Cartagena y Radio Colonial de Popayán. El programa incluyó la bendición de los transmisores por parte del padre Máximo Mercado, la inauguración oficial por el señor alcalde de Montería, Abel Guzmán Botero; seguido por las palabras del señor Aquileo Rodríguez, presidente del Concejo Municipal, Juvenal Echenique, corresponsal de El Tiempo en Montería, Pedro Bustillo, director del periódico Voz del Sinú, Julio César Patiño, propietario de la emisora y Ramón Correa, gerente de la misma; también hubo una revista musical con la presentación de la orquesta Jazz Melodía y otros conjuntos locales (El Tiempo, 21-06-1941, pág. 14).

En agosto de 1941, la Emisora Arsenipur ofreció en su auditorio un recital del poeta colombiano Jorge Artel (Imagen 11c). Desde su inauguración, durante un año, la emisora actúo como una dependencia de La Voz de Antioquia, limitándose a la retransmisión de conciertos con diferentes artistas hasta el 16 de junio de 1942, cuando no se volvió a tener más noticias de ella.

4.3. Primeras grabaciones de música sinuana en Discos Fuentes: 1943-1950

Aunque se habla en distintos escritos sobre la creación de Discos Fuentes en 1934, la realidad es que no existe ninguna evidencia física (discos), visual (marbetes o etiquetas) o auditiva (audio de canciones) de grabaciones hechas por Don Antonio Fuentes antes del año 1943 y menos de discos prensados bajo el sello Discos Fuentes; entre otras, porque solo pudo adquirir su primera prensadora en el año 1943 y apenas pudo ponerla a funcionar en 1945, tal como como lo documenta Massiris (2023) en su libro “Historiografía documentada de la producción fonográfica del Caribe colombiano en la primera mitad del siglo XX”, referenciado antes.

En el año 1943, Toño Fuentes grabó las matrices de 40 piezas musicales, 36 interpretadas por la Orquesta del Caribe de Lucho Bermúdez y cuatro por la Orquesta A. No. 1 de Pianeta Pitalúa. Como no había podido poner a funcionar la prensadora, envió 20 de las matrices de la Orquesta del Caribe a Buenos Aires (Argentina) para ser prensadas por el sello Odeón; empresa que le devolvió dichas piezas, hacia 1944 impresas en 10 discos de 78 Revoluciones por Minuto (RPM) en cuyas etiquetas se lee “Fabricado especialmente para Laboratorios Fuentes, S.A., Cartagena, Colombia”. La referencia a Laboratorios Fuentes, empresa de la familia Fuentes, se debe a que el sello Discos Fuentes todavía no había sido creado. Las otras 20 matrices las reservó Toño Fuentes para ser impresas en su propio sello cuando pudiera poner a funcionar su prensadora, hecho que ocurrió en 1945. Esta historia está documentada en un artículo de autoría de quien escribe titulado: “Producción fonográfica y radiodifusión. Nacimiento de la industria discográfica colombiana” que el lector puede leer pulsando aquí. En dicho artículo se encuentran marbetes, audios y tablas con los datos descriptivos de las 40 piezas musicales referenciadas.

Entre 1946 y 1950 las cuatro orquestas de planta de Discos Fuentes mencionadas antes, grabaron 170 piezas musicales: 91 porros, 16 fandangos, 7 cumbias, 6 mapalés, 6 gaitas y el resto en paseos, merengues, boleros y otros ritmos menos representativos. Es indudable que el porro era el ritmo de moda en aquella época, era el que mayor conexión tenía con el pueblo, a tal punto de que muchos otros ritmos costeños eran registrados en las etiquetas de los discos con el ritmo de porro como gancho comercial. Entre las piezas grabadas se encontraban algunos porros sinuanos, en algunos casos sin el registro expreso del autor en la etiqueta del disco; pues, al parecer, en aquellos años, el registro de la autoría de las obras no era un asunto importante para los letristas y compositores, lo que importaba era que sus canciones fueran grabadas; además, el tema de los derechos de autor no estaba reglamentado y apenas, en 1946, se había constituido la Sociedad de Autores y Compositores SAYCO, que, para 1950, contaba aún con pocos afiliados.

 4.3.1 Música sinuana grabada por la Orquesta Emisoras Fuentes, 1946-1953

Entre 1946 y 1953 la Orquesta Emisoras Fuentes grabó 109 piezas musicales debidamente documentadas en esta investigación, entre las que se encuentra varias piezas del folclor musical sinuano tales como los porros: María Varilla, Montería, Lorica, Compae Berrío y el mapalé Morenita linda de autoría de José Pianeta Pitalúa, todos grabados en el año 1946, bajo la dirección de Lucho Bermúdez.

El porro María Varilla constituye un ícono del folclor musical costeño, también considerado como el himno musical del departamento de Córdoba (norte de Colombia). El titulo rinde homenaje a María de los Ángeles Tapias (1887-1940), nacida en Ciénaga de oro (Departamento de Córdoba), considerada la mejor bailadora de porro y fandango de todos los tiempos en el Sinú y quien posteriormente adoptó el apellido Barilla (con B) de su pareja. La historia de esta bailadora ha sido estudiada por varios autores, entre ellos, Lelis Movilla Bello en su libro “María Barilla. Sol de medianoche”, publicado en el año 2000; cuyo título incluye un bello oxímoron referido a la luz que en medio de la noche irradia el baile del fandango sinuano tradicional,  producida por el manojo de espermas encendidas que levanta la mujer con su mano derecha, mientras danza en círculo, alrededor de la banda de música; con un parejo al que mientras ella le coquetea, él la persigue con actitud de conquista y ella lo esquiva, le da la espalda, se le aleja y luego se le acerca de forma insinuante; en un ritual dancístico en el que mientras ella se desplaza con movimientos suaves, él se encorva, golpea el piso, se acerca al rostro de la mujer, se quita el sombrero, lo pone en su cabeza, abanica su rostro, etc.

En ese entorno cultural nació el porro titulado María Varilla, el que más emocionaba a la joven fandanguera María Barilla a comienzos del siglo XX. Inicialmente no tenía nombre como muchos de los porros creados por los talentosos músicos cordobeses, por lo cual la gente cuando le pedía a la banda que tocara ese porro lo identificaba como “el que le gusta a María Barilla”; y así comenzó a llamarse y así llegó a las pastas sonoras, cuando en 1946, la Orquesta Emisoras Fuentes grabó, en Discos Fuentes, la primera versión hasta ahora documentada de este icónico porro. Grabación que fue impresa en un disco de 78 Revoluciones por Minuto identificado con el número serial 0021, en cuyo respaldo aparece otro porro titulado Yuqui Yuqui, también interpretado por la Orquesta Emisora Fuentes. En la Imagen 12 se puede observar el marbete del disco donde fue impresa la primera grabación de este porro y en el Audio 5  se podrán escuchar la interpretación musical.

El análisis organológico y musical de la primera interpretación de María Varilla realizado por Ismael Rudas Mieles y Juventino Ojito, le permitió a estos expertos encontrar importantes diferencias entre esta interpretación orquestal y la realizada, posteriormente, por las bandas de música de viento. Para los expertos mencionados, la interpretación de la Orquesta Emisoras Fuentes se hace con saxofones y trompetas, tal vez un trombón de pistón, un contrabajo y un piano que no alcanza a percibirse claramente, con una percusión tipo antillana: conga, maraca y timbal. En tanto que la interpretación con banda de viento la percusión se realiza con bombo, platillo y redoblante, acompañados de bombardinos, clarinetes y trompetas, sin saxofones. Sin embargo, afirman los expertos, la ejecución de los instrumentalistas de viento es igual o muy parecida en ambos casos.

En el mismo año de 1946, la Orquesta Emisora Fuentes grabó el porro Montería referido a la ciudad también conocida como "La perla del Sinú", "La ciudad de la golondrinas" o "la capital ganadera de Colombia", entre las divisas con las que se ha identificado a Montería en su historia, convertida, en el año 1952, en la capital del nuevo Departamento de Córdoba. En la Imagen 12 se puede observar el marbete del disco donde fue prensado este porro y en el Audio 6 se puede escuchar la interpretación musical de la Orquesta Emisoras Fuentes. Lo que se escucha en dicha interpretación, es una melodía muy distinta al porro Montería grabado posteriormente por distintas agrupaciones musicales tales como la Orquesta Ritmos de Sabanas que se analiza en el numeral 5.3, así como por Los Corraleros de Majagual, Pedro Laza y sus Pelayeros, Banda 11 de noviembre, Banda 19 de Marzo de Laguneta y Gran Banda Real, entre otras. Estas últimas grabaciones se refieren a un porro homónimo. El porro Montería grabado por la Orquesta Emisoras Fuentes constituye un descubrimiento importante para la historia de la música sinuana, dado que constituye, hasta hoy, la primera canción dedicada a esta ciudad, la cual hemos conocido gracias a la generosidad y desprendimiento del coleccionista Pedro Ricardo Rodríguez.

Audio 5. María Varilla, Orq. Emisoras Fuentes, 1946
Audio 6. Montería, Orq. Emisoras Fuentes, 1946
 

4.3.2 Música sinuana grabada por la Orquesta Melodía, 1946

La Orquesta Melodía fue otra de las agrupaciones de planta de la casa discográfica Discos Fuentes, fue organizada por Toño Fuentes en 1946, en una primera etapa por músicos del Bolívar Grande que en esa época incluía los territorios de los hoy departamentos de Córdoba y Sucre. En esta primera etapa de la orquesta, el investigador Enrique Luis Muñoz Vélez identifica a algunos los músicos fundadores  entre los que señala a Dámaso Tóbinson, contrabajista y director de la orquesta (ver Imagen 12a), Ángel Matos (trompeta), Percy Lemon (saxofón), Héctor Velásquez (saxofón), también fue saxofonista de la Orquesta Emisoras Fuentes y Ricardo González (conga).

En esa primera etapa, bajo el sello Discos Fuentes, la Orquesta Melodía graba 30 piezas musicales en 15 discos de 78 RPM en los que se encuentran algunas canciones sinuanas. 12 de los discos fueron prensados por el sello Fuentes y los otros tres por el sello Odeón de Argentina. Entre los discos prensados por el sello Odeón se encuentran los porros Pocheche y Montería. Se presume que el porro Montería es una versión del grabado por la Orquesta Emisoras Fuentes, dado que entre ambas orquestas había músicos en común, y ambas grabaciones se realizaron en el mismo año de 1946. Sin embargo, la ausencia del audio de esta versión impide afirmarlo con contundencia. En la Imagen 12a se pueden observar la información de este disco depositada en el Registro Nacional de la Propiedad Intelectual de Argentina. Después de estas primeras grabaciones, la Orquesta Melodía desaparece para reaparecer en la segunda mitad de los años cincuenta cuando graba algunas piezas con el sello Curro. En la Imagen 12b se muestran los integrantes de la Orquesta correspondientes a esta segunda etapa.

4.5 Disputa político-musical en San Pelayo, 1947

Un hecho curioso de carácter político-musical ocurrió en San Pelayo en el mes de octubre de 1947, cuando el alcalde conservador del municipio en una fiesta negó permiso para que la banda ejecutara el porro A la carga de autoría de Pacho Galán en honor al líder Jorge Eliécer Gaitán, lo cual generó un conflicto con el jefe liberal de la localidad, cuya discusión amenazaba con agravarse; hasta que llegaron a un acuerdo, en el sentido de que se podría tocar A la carga siempre y cuando se ejecutara el porro Ospina Pérez dos veces, canción en honor al presidente conservador Mariano Ospina Pérez. De este modo, los liberales pudieron bailar su porro preferido y los de la Unión Nacional recibieron por partida doble el suyo. Así aparece descrito en una noticia del periódico El Tiempo aparecida en su edición del 18 de octubre de 1947. 

5. CREACIÓN DEL DEPARTAMENTO DE CÓRDOBA, EMISORAS Y GRABACIONES DE MÚSICA SINUANA EN LOS AÑOS CINCUENTA

En la década de los años cincuenta ocurren varios hechos político-territoriales, de radiodifusión y musicales que inciden sobre el desarrollo de música sinuana: la creación del Departamento de Córdoba, la creación de las primeras emisoras estables y la creación de las orquestas Radio Cordobesa, Orquesta Sinú y Simón Mendoza y sus sinuanos, hechos que se examinan a continuación.

5.1 Creación del Departamento de Córdoba y construcción de la nueva territorialidad cordobesa

El 29 de noviembre de 1951 el Senado de la República aprobó el proyecto de Ley de creación del nuevo Departamento de Córdoba. La noticia cayó “como una verdadera bomba” en las autoridades de Bolívar, en cabeza de su gobernador, Fulgencio Lequerica Vélez; quien informó a la prensa que: “No tenía ni la menor idea de esta determinación del Senado, nada en absoluto sabía de la creación de ese departamento, a expensas de Bolívar”; el hecho fue considerado por las autoridades bolivarenses como altamente perjudicial y solicitaron al Senado la reconsideración de la decisión (El Tiempo, 1951-11-30). El 19 de diciembre de 1951 es sancionada la Ley por el presidente Roberto Urdaneta Arbeláez entrando en vigencia la decisión (Imagen 13a). El 18 de junio de 1952 se nombró la “Junta Preparatoria” encargada del estudio de los aspectos administrativos y jurídicos del mismo (Imagen 13b) y solo hasta el 20 de agosto de 1952 se nombró a Manuel Antonio Buelvas Cabrales como primer gobernador (Imagen 13c), quien se posesionó el 23 de agosto del mismo año.

La música no se hizo esperar para homenajear la creación del Departamento de Córdoba y fue la Orquesta Stella la primera en grabar en 1952 para el sello Stella un disco de 78 RPM que incluye por el lado A la canción Córdoba (Audio 7) y en el reverso Sinuanita (Audio 8). En la Imagen 14 se pueden observar los marbetes del disco.

Audio 7. Córdoba, Orquesta Stella, 1952
   
Audio 8. Sinuanita, Orquesta Stella, 1952
   

La creación del nuevo departamento introdujo cambios en la territorialidad de la población de las antiguas regiones bolivarenses del Sinú y San Jorge, de un momento a otro, por una decisión política dejaron de ser bolivarenses y amanecieron siendo cordobeses. Pero mientras las territorialidades político-administrativas cambian con cambios en las leyes, las territorialidades culturales solo cambian con el tiempo y, aunque legalmente las regiones del Sinú y San Jorge ahora eran cordobesas, solo con los años se irían construyendo la territorialidad cultural, es decir, la adscripción de pertenencia al nuevo departamento. En la construcción de una territorialidad cultural contribuyen elementos simbólicos como el escudo, la bandera, el himno; como también, quizás con más fuerza, las competencias deportivas interdepartamentales como el caso del béisbol, así como eventos sociales que para esa época tenían mucha fuerza territorial como el reinado nacional de la belleza y las fiestas populares. En el caso del béisbol no hubo en 1952 campeonato nacional en el que se enfrentaran Córdoba y Bolívar; tampoco hubo Concurso Nacional de Belleza en el que por primera vez participara el nuevo departamento, la población celebró como siempre el Once de noviembre como la principal fiesta departamental.

En 1953 se celebró el quinto Concurso Nacional de Belleza al que asistió, por primera vez, una candidata del departamento de Córdoba: Carmen Teresa (Carmenza) Pupo Jiménez, quien no quedó entre las cinco finalistas, pero seguramente contribuyó a que muchos cordobeses comenzaran a vivir la experiencia de sentir que ya no pertenecían al departamento de Bolívar. En el caso del béisbol, el principal deporte de la costa en aquellos años, en junio de 1953 se realizó en Barranquilla, el Quinto campeonato nacional en el que por primera vez se enfrentaron Córdoba y Bolívar. Muy seguramente en este primer enfrentamiento muchas personas que todavía se sentían bolivarenses, especialmente, en los territorios costeros, iban a favor del equipo de Bolívar; en tanto que otros comenzaban a verse representados en el equipo de Córdoba. Un triunfo de este equipo sobre Bolívar impulsaría con fuerza la construcción identitaria de la población y todo marchaba por esa senda. En efecto, en el cierre del octavo Inning (episodio), Córdoba vencía a Bolívar 4 carreras a 3, gracias al buen trabajo del lanzador derecho Mincho Castro. Este inesperado triunfo puso a vibrar a los aficionados, antiguos bolivarenses del Sinú y San Jorge, quienes por primera vez comenzaban a sentir con fuerza la nueva territorialidad cordobesa, sin embargo, ocurrió algo en ese cierre del octavo inning, que es mejor no recordar.

 5.2. Noel Petro y sus agrupaciones musicales, 1952-1966

Noel Petro, “El Burro Mocho”, como se le llama artísticamente, nació en el corregimiento de Buenos Aires, municipio de San Pelayo, el 19 de octubre de 1933, a los tres meses de nacido su madre se mudó al barrio Venus de Cereté, debido a la separación de su padre Antonio Petro Guzmán (Cortés Uparela, 2024: 130). A sus escasos ocho años, Noel  comenzó a tocar la guitarra de su primo Alfredo Henríquez y, en el despuntar de su adolescencia, se fascinaba ante el traje de luces y faenas de las luminarias del toreo internacional que llegaban a la Plaza de Toros construida por el ganadero Miguel García Sánchez en Cereté: Paquirri, El Viti, Pepe Cáceres, Joselillo de Colombia y el novillero monteriano Melanio Murillo, se convirtieron en referentes, a quienes deseaba emular. A sus 14 años comenzó a “mantear” en las corralejas (Cortés Uparela, 2024:131).

La producción discográfica de Noel Petro es cuantiosa, comprende unas cinco décadas entre 1952 y 2000. En este estudio se examinó la producción de los primeros 15 años, entre 1952 y 1966. En dicho período se documentó la grabación de 150 piezas musicales en ocho sellos discográficos: Silver, Sonolux, Lyra, Zeida, Discos Radio Luz, Ondina y Discos Fuentes. Las grabaciones fueron realizadas con el acompañamiento de distintas agrupaciones musicales: Conjunto de Edmundo Arias, Trío Latino, Orquesta Italian Jazz, Conjunto de Iván Uribe. Asimismo, aparece grabando con su propia agrupación, la cual aparece en la discografía con distintos nombres: Noel Petro y su conjunto, Noel Petro y su trío, Noel Petro y Orquesta, Noel Petro y Conjunto Típico y Noel Petro y su Conjunto Alma Costeña, entre otros. La mayoría de las grabaciones realizadas en estos 15 años fueron impresas en discos sencillos de 78 RPM que tenía una canción por cada cara, solo hacia mediados de los años sesenta aparecen las primeras grabaciones originales en discos de larga duración. En cuanto a los ritmos se destaca el merengue y el paseo. El primero, representa el 36% de los ritmos registrados en etiquetas, en tanto que el paseo representa el 21%, seguido por el porro, el 8% y la parranda, el 6%.

En general, la información descriptiva de las 150 piezas fue obtenida de portadas y marbetes de los discos, así como de catálogos, noticias de prensa, revistas especializadas y libros.

5.2.1 Primeras grabaciones fonográficas de Noel Petro, 1953

En el año 1953 Noel Petro grabó sus primeras 20 piezas musicales impresas en 10 discos de 78 RPM, prensadas por tres sellos discográficos: Sonolux, Lyra filial de Sonolux y Silver. La primera grabación en el sello matriz Sonolux incluye dos merengues, uno titulado Luisa y el otro Rojas Pinilla, dedicado al General Gustavo Rojas Pinilla (Sonolux 1066). La primera grabación en el sello Silver incluye por una cara el merengue La gorra vieja y por la otra la rumba El Gallinazo (Silver 274). Pero sería la primera grabación realizada en Lyra la de mayor impacto. Incluye las canciones Cabeza de hacha (Audio 9) y Me voy pal salto (Audio 10). El disco fue catalogado con el número serial 2185, como puede observarse en los marbetes del disco original de Lyra en 78 RPM que se muestran en la Imagen 15.

Audio 9. Cabeza de hacha
   
Audio 10. Me voy pal salto
   

Los efectos artísticos y económicos de la canción Cabeza de Hacha en la década de los años cincuenta y sesenta fue de vastas dimensiones. Hacia mediados del año 1954, la empresa Sonolux planteaba que, con dicha canción, la popularidad de Noel Petro había superado a la de Guillermo Buitrago, así aparece en el Diario El Tiempo en su Edición del 24 de junio de 1954, en donde, además, se afirma que:

“Los mercados de la costa se inundan con discos de Sonolux y las creaciones de Petro comienzan a solicitarse de Venezuela, en donde rápidamente se convierte...en el campeón de ventas” (El Tiempo, 24 de junio de 1954, pág. 15) (Imagen 15a).

En marzo de 1955, la Empresa Sonolux informó que el disco de Cabeza de Hacha fue el más vendido del año 1954, alcanzando una cifra récord de 100.000 copias e invitaba a quien demostrara ser el autor, a reclamar un cheque de diez mil pesos. A la convocatoria se presentaron un antioqueño, un bogotano y un venezolano quienes reclamaban la paternidad de la obra, pero ninguno cumplió los requisitos planteados por la empresa discográfica (El Tiempo, 6 de marzo de 1955, pág. 18) (Imagen 15b).

El descomunal éxito económico que el disco le proporcionó a la empresa Sonolux motivó la contratación de Noel Petro como artista exclusivo, lo que le significó a éste un goce económico que nunca había imaginado y una atención privilegiada en la empresa. Dicha popularidad se extendió a la década de los años sesenta, alimentada por el éxito de la canción Azucena que motivó a la empresa a otorgarle a Noel Petro el “Disco de oro” en agosto de 1965 (Imagen 15c).

5.2.2. Noel Petro y el Trío Latino, 1955-1960

El abrumador éxito de Noel Petro en el año 1954, fue opacado en 1955 cuando el artista graba un disco para el sello Sonolux sin el respaldo musical de Edmundo Arias el cual no tuvo éxito. Tal situación llevó a la Empresa Sonolux a cancelar el contrato de exclusividad de Noel, lo cual constituyó un descalabro para el artista, quien en poco tiempo comenzó a tener restricciones económicas, mientras desaparecían las venias a las que estaba acostumbrado en Sonolux, incluso para ser atendido, debía reportarse ante la secretaria (Cortés Uparela, 2024:136). Bajo tales circunstancias Noel Petro acude a sus viejos amigos Cristóbal Pérez y Nono Narváez, a través de quienes conoce a Julio Erazo. Noel, Cristóbal y Julio conforman en ese año de 1955 el Trío Latino, con el cual graban varias canciones en el sello Zeida y a partir de 1956, el trío graba también para el sello Ondina como puede observarse en los marbetes que se muestran en la Imagen  16; simultáneamente Noel también graba con su propia agrupación denominada Nel Petro y su conjunto y en algunas ocasiones acompañado por la Orquesta Italian Jazz. Así se sostuvo hasta el año 1960. En total, durante el período de 1955 a 1960 se documentó la grabación de 68 piezas musicales grabadas en los sellos Zeida, Ondina, Silver y Fuentes.

5.2.3 De nuevo con Sonolux, 1961-1966

Un hecho afortunado para Noel Petro ocurrió en el año 1961 que lo llevó de nuevo al estrellato y a un nuevo contrato de exclusividad con Sonolux, gracias a una canción que le hizo al torero Pepe Cáceres, la cual se la enseñó a éste en el Hotel Nutibara de Medellín, donde el torero descansaba. La canción generó una profunda emoción en Cáceres, quien de inmediato llamó al Director artístico de Sonolux, Hernán Restrepo Duque, con quien mantenía una gran amistad, y le sugirió grabar dicho tema. Frente a este pedido, Restrepo llamó a Petro a grabar esa misma tarde, alterando la agenda de grabaciones existentes (Cortés Uparela, 2024: 138). El disco fue todo un éxito, a partir del cual Petro se convirtió de nuevo en artista exclusivo de Sonolux hasta el año 1966, límite del periodo de tiempo observado en esta investigación. En 1962, Noel Petro logra dos grandes éxitos con las canciones Zapato blanco y La gallina javá; en 1963, otro con Azucena las cuales relanzaron la popularidad del artista y llenaron las arcas económicas de Sonolux; en 1966 obtiene otro gran éxito con la canción El toro y la luna. También grabó música en acordeón como Mi finquita y Nunca he sido vallenato (Mi vallenata) en el año 1959, La reina del Sinú (Audio 11), Me voy de la vida y Potrerillo en 1965, La reina del monte y Muñeca de cabello largo, en 1966. 

Audio 11. La reina del Sinú
   

En este período, Noel Petro es influido por el fenómeno musical internacional generado por el go go, el ye ye y el twist, grabando algunas canciones en este estilo musical, como es el caso de El club de la juventud (Audio 12), también le cantó al Vietnam, país que libraba una guerra con Estados Unidos.

Audio 12. El club de la juventud
   

En las imágenes 16a y 17 se observan los marbetes de algunas de las grabaciones de Noel Petro realizada en disco de 78 rpm.

5.2.4. Algunas de las canciones de Noel Petro dedicadas al Sinú

 En la discografía grabada por Noel Petro entre 1952 y 1966 se encuentran varias canciones inspiradas en la mujer, los pueblos y personajes del Sinú. A Cereté le dedicó la canción Cereté y La Calumera, Dos de febrero y Mi Cereté (Audio 13); a Montería le dedicó el porro Montería Bonita (Audio 14); a la mujer sinuana le grabó La reina del Sinú, mencionada antes, al porro le grabo Mi porro, a las costumbres de su tierra sinuana le grabó Por salir de mi tierra  y La recorrida (Audio 15), canción en la que hace un recorrido por toda la región sinuana mencionando sus pueblos. En cuanto a personajes le cantó al Compae Goyo (Audio 16), al Negro buba (Audio 17), un mantero que murió corneado por un toro en las corralejas de Cotorra y a Roque Guzmán, un parrandero de Manguelito. También una simpática canción titulada Solidario el perrito go go (Audio 18), dedicado a un perrito que acompañó solidariamente a los maestros cordobeses en marcha a Bogotá a mediados de los años sesenta para reclamar sus derechos. Cabe mencionar también la canción titulada La Sinuana de autoría del compositor Joaquín Rodríguez (Joaquín de las Aguas o el Cantor del Sinú) grabada por Noel Petro en el álbum "De corrida en corrida".

Audio 13. Mi Cereté
   
Audio 14. Montería bonita
   
Audio 15. La recorrida
   
Audio 16. Compae Goyo
   
Audio 17. El negro buba
   
Audio 18. Solidario perrito go go
   

 5.3 Orquesta Ritmos de Sabanas, 1954

 En 1954, Toño Fuentes crea otra agrupación musical con sus músicos de planta bajo la dirección de Pello Torres; se presume la participación de músicos sinuanos, a juzgar por el repertorio grabado en el año de referencia. En efecto, en ese año la Orquesta Ritmos de Sabanas grabó en Discos Fuentes tres sencillos de 78 RPM, que incluyen piezas icónicas del folclor musical sinuano, tales como los porros Montería y El culebro y el fandango 20 de enero.

En las Imágenes 18 se pueden observar los marbetes de  los discos donde fueron prensadas la grabaciones del fandango 20 de enero y del porro Montería y en la Imagen 18a se observa el marbete del porro El culebro y una noticia de prensa que apareció en el Diario El Tiempo del 4 de noviembre de 1954, que da cuenta de la popularidad de El culebro en el Caribe colombiano. En los audios 18a, 18b y 18c se puede escuchar la interpretación de las tres canciones mencionadas antes.

Audio 18a. 20 de enero
   
Audio 18b. Montería
   
Audio 18c. El culebro
   

El tercer disco grabado por esta orquesta incluyó el mapalé Caraepalo y la cumbia La mora. De la Orquesta Ritmos de Sabanas no se conocieron nuevas grabaciones hasta el año 1973 cuando reapareció con un  disco de Larga duración del sello Fuentes titulado "El pechugón" en el que aparecen 12 piezas musicales interpretadas por dicha orquesta, que no no fueron muy conocidas en aquel momento.

5.4 Creación de Emisora Sinú y Radio Cordobesa, 1955

En el año 1955 se crean las dos primeras emisoras cordobesas con carácter estable: Emisora Sinú y Radio Cordobesa, las cuales no solo contribuirían a la construcción de la identidad de la población con el nuevo departamento sino también con la conformación de nuevas orquestas locales y la grabación fonográfica de música sinuana.

Las noticias sobre gestiones de instalación de estas emisoras datan del 28 de marzo de 1954 cuando llega a Montería, procedente de Sincelejo, el señor Germán Gómez Peláez a gestionar la licencia de creación de la emisora Radio Cordobesa y se anunciaba su inauguración el 13 de junio de ese mismo año, con 5 kilovatios en antena (Imagen 18a). Sin embargo, el proyecto del señor Gómez Peláez debió esperar hasta el año siguiente, según noticias de prensa del 31 de marzo de 1955 que daban cuenta del inicio de funcionamiento de Radio Sinú y Radio Cordobesa en abril de 1955 (Imagen 18b). El 11 de junio de 1955, se encontraron de nuevo noticias del funcionamiento de las dos emisoras, a raíz de la celebración del Quinto Campeonato Nacional de Béisbol que se transmitiría, por un lado, por Emisora Sinú en cadena con Emisoras Fuentes de Cartagena y Emisoras Unidas de Barranquilla y, por el otro, por Radio Cordobesa en cadena con Radio Miramar de Cartagena y R.C.N. filial de Barranquilla (Imagen 18c).

5.5 Orquesta Radio Cordobesa, 1955

La creación de las emisoras Radio Cordobesa y Emisora Sinú dieron un impulso al desarrollo artístico musical del Sinú y a la identidad territorial de la población con el nuevo departamento. Para la época era una práctica común, la existencia de radioteatros en las emisoras para presentaciones musicales y concursos en vivo. En dichos radioteatros nacieron las orquestas Radio Cordobesa y Orquesta Sinú, dirigidas por Simón Mendoza, quien también dirigía la orquesta Simón Mendoza y sus Sinuanos y participaba, eventualmente, en algunas grabaciones de Pedro Laza y sus Pelayeros en Cartagena para Discos Fuentes. Simón Mendoza fue, sin duda, un eximio trompetista, compositor, arreglista y director musical, el más importante del Sinú en la década de los años cincuenta, quien disponía de una base de músicos que se intercambiaban entre las tres orquestas para atender los servicios de los radioteatros de Radio Cordobesa y Emisora Sinú, así como fiestas privadas y populares con su Orquesta Los Sinuanos.

La primera en grabar fonográficamente de las tres orquestas en referencia fue La Orquesta Radio Cordobesa, la cual llevó al acetato, al menos, 18 piezas musicales prensadas en el año 1955 por el sello popular, subsidiario de la disquera Atlantic que funcionaba en Barranquilla. En la Tabla 3 se pueden observar los datos descriptivos de las 18 piezas documentadas en este estudio, de cuyo análisis se desprende la prevalencia de los ritmos de porro y fandango, varios de ellos correspondientes a piezas musicales icónicas de la música de bandas de viento pelayeras y sinuanas, tales como Sábado de gloria (Audio 19), El binde (Audio 20), Mayor Jacinto Márquez (Audio 21), Pelayero (Audio 22) y La corraleja (Audio 23). La interpretación que hace la Orquesta Radio Cordobesa de estas piezas musicales constituyen una aproximación a la sonoridad de las bandas de viento pelayeras de los años cincuenta. En las imágenes 19 y 20 se pueden observar algunos marbetes de los discos grabados.

Audio 19. Sábado de gloria, Orquesta Radio Cordobesa
   
Audio 20. El binde, Orquesta Radio Cordobesa
   
Audio 21. Mayor Jacinto Márquez, Orq. Radio Cordobesa
   
Audio 22. Pelayero, Orquesta Radio Cordobesa
   
Audio 23. La corraleja, Orquesta Radio Cordobesa
  

5.6 Orquesta Sinú, 1956

En el año 1956 aparecen grabaciones de la Orquesta Sinú, la orquesta de planta de la Emisora Sinú, dirigida por Simón Mendoza. Según el cantante Rogelio “El indio” Chávez, la orquesta estaba integrada por Simón Mendoza, director y primera trompeta, Sabas Pacheco (trompeta), Antonio María Mendoza (trompeta); saxofones: Francisco Zumaqué, Belisario Franco y "Manguelito"; Antonio Sánchez (bajo); Rosendo Martínez (trombón y bombardino); Reynaldo Bello (tumbadora) y Dionisio Tiburcio Romero (compositor y arreglista), quien tocaba saxo, clarinete y órgano. Además de tocar en el radioteatro de la emisora Sinú, la orquesta amenizaba fiestas en clubes y en otros municipios y pueblos cercanos a Montería (Pérez Villarreal, 2005).

Se documentaron en este estudio 14 piezas musicales grabadas por dicha orquesta en el sello Popular, cuya descripción se puede observar en la Tabla 4. De la información de esta tabla se desprende la grabación mayoritaria de porros y la vocalización de Julián Hernández, Rafael Torres y Hugo Vélez. En la Imagen 21 se pueden observar los marbetes de uno de los discos grabados por la Orquesta del Sinú.

En el Audio 24 se podrá escuchar la interpretación del fandango La ollita y en el Audio 25 un fragmento de minuto y medio del paseo La tatacoa, vocalizado por Jairo Hernández.

Audio 24. La ollita, Orquesta Sinú
   
Audio 24a. La tatacoa, Orquesta Sinú (fragmento)
   

5.7 Simón Mendoza y sus Sinuanos, 1956

Otra orquesta destacada en la segunda mitad de los años cincuenta fue la denominada Simón Mendoza y sus sinuanos, cuyos músicos en su mayoría eran los mismos de la Orquesta Sinú. En el estudio realizado se documentaron 12 piezas musicales grabados por esta agrupación en el sello Popular. En la Tabla 5 se pueden observar los elementos descriptores de estas piezas. En la Imagen 22 se observan los marbetes de uno de los fonogramas grabados y en los Audios 25, 25a, 25b, 25c y 25d, se puede escuchar la interpretación completa o fragmentos de algunas de las canciones grabadas por esta agrupación musical de la cual existe poco conocimiento en las viejas y nuevas generaciones.


Audio 25. La más cordobesa, Simón Mendoza y sus Sinuanos
   
Audio 25a. La perra, Simón Mendoza y sus Sinuanos
   
Audio 25b. El gran Narzo, Simón M. y sus Sinuanos (Frag)
   
Audio 25c. El palote, Simón M. y sus Sinuanos (Frag)
   
Audio 25d. No me casaré, Simón M.y sus Sinuanos (Frag)
   

Dado que tanto la Orquesta del Sinú como la orquesta Simón Mendoza y sus sinuanos eran dirigidas por Simón Mendoza y tenían una base de músicos común, algunas de las grabaciones originalmente realizadas en el sello Popular por Simón Mendoza y sus sinuanos aparecieron después en reediciones que realizó el sello Tropical, como interpretaciones de la Orquesta del Sinú; es el caso de los fandangos El palote y Coral, el porro La más cordobesa y el paseo chandé (así aparece en la etiqueta) La perra o ahí viene la perra, originalmente grabada por Alejandro Durán y su conjunto. Respecto a esta última canción, el análisis del maestro Ismael Rudas le permitió observar que aunque aparece etiquetada como paseo chandé, en realidad el ritmo en el que está interpretada es el de tambora. En la Imagen 23 se puede observar como la canción La más cordobesa aparece originalmente grabada en el sello Popular por Simón Mendoza y sus sinuanos y en la reedición del sello Tropical, muchos años después, aparece como interpretada por la Orquesta Sinú.

Lo anterior también ocurrió con algunas grabaciones realizadas por la Orquesta Radio Cordobesa, dirigida también por Simón Mendoza, las cuales en reediciones realizada por el sello Tropical aparecen como interpretada por la Orquesta Sinú, un ejemplo de esta situación se puede observar en la Imagen 24, referida al fandango instrumental Palo negro

Igual situación se observa hoy en las tiendas digitales Spotify, Apple music, Deezer, Shazam, etc., en las que se encuentran canciones de Simón Mendoza y sus sinuanos y de la Orquesta Radio Cordobesa a nombre de la Orquesta Sinú, como se observa en el álbum titulado Tatacoa que estas tiendas ofrecen al público. Esto refleja el manejo laxo que en los años cincuenta existía en el mundo de la producción discográfica en la que, en el caso de Discos Fuentes, su propietario, Toño Fuentes, intercambiaba músicos entre sus orquestas de planta y cambiaba nombres o creaba agrupaciones de acuerdo con los requerimientos del mercado. Esto parece que también ocurrió con las orquestas Radio Cordobesa, Orquesta Sinú y Simón Mendoza y sus Sinuanos; todas teniendo como común denominador a Simón Mendoza. Gracias a los catálogos del sello Popular, donde se hicieron la mayoría de las grabaciones de las tres orquestas se ha podido saber con certeza las canciones que grabaron cada una, las cuales se han presentado ordenadamente en las tablas 3, 4 y 5.

5.8 Francisco Zumaqué y sus Macumberos del Sinú, 1958-1963

Francisco Zumaqué Nova (1915-1992) fue un compositor, intérprete, arreglista y director musical cordobés quien se inició como músico en los años cuarenta, en la Orquesta Ondas del Sinú, analizada en el numeral 4.1. En dicha orquesta ejecutaba el bajo y el banjo. En 1953 creó su primera orquesta, a la que llamó “Unión Montería”, en la que interpretaba el bajo de cuerdas, y escribió su primera pieza musical, un bolero que tituló “Sagrado es querer” (El Tiempo, 1992-02-09). Fue miembro fundador de la Banda Departamental de Música de Córdoba y director de la misma hasta que fue suprimida por la gobernación.

En 1958, Francisco Zumaqué Nova realiza sus primeras grabaciones fonográficas acompañado de sus cantantes Reinaldo Bello, quien también ejecutaba la tumbadora, y Julián Hernández. Entre 1958 y 1963 se documentó la grabación de 22 piezas musicales en formato de 78 y 33 1/3 RPM, cuyos datos descriptivos se pueden observar en la Tabla 6. De acuerdo con dichos datos, sus primeras grabaciones fueron realizadas en el año 1958 en el sello Tropical de Barranquilla, para luego grabar con el sello Sonolux.  El ritmo musical que más grabó fue la macumba, un ritmo inventado por Zumaqué Nova, al fusionar cumbia y mapalé. 13 de las 20 canciones documentadas con el dato de compositor aparecen registradas en los marbetes de los discos a su nombre.

Entre las canciones grabadas se destacan La Ñarra (Audio 26), dedicada a una loca de Montería de los años cincuenta que se enojaba y lloraba cuando le gritaban ñarra e intentaba golpear a los agresores; Compay Goyo (Audio 27), en memoria de Guillermo Valencia Salgado un ícono de la cultura cordobesa, A orillas del Sinú (Audio 28), una descripción geocultural de la ribera de este importante río que atraviesa el departamento de córdoba de sur a Norte hasta depositar sus aguas en el Mar Caribe; y Ñajupa parrandero, referida a una familia de bebedores del Sinú, integrada por Ñajupa el padre, Ñajupita, el hijo y Ña Petrona la suegra. En la imagen 25 se pueden observar marbetes de uno de los discos de 78 RPM grabado por Francisco Zumaqué y sus Macumberos del Sinú. 

Audio 26. La ñarra
   

Audio 27. Compae Goyo
   
Audio 28. A orillas del Río Sinú
  

6. GRABACIONES DE MÚSICA SINUANA EN LOS AÑOS SESENTA DEL SIGLO XX

6.1. La Sonora cordobesa, 1959-1964

La Sonora Cordobesa dirigida por Simón Mendoza, se crea en el año 1959. Según relato dado por Rogelio “El Indio” Chávez a Fausto Pérez Villarreal, el surgimiento de la orquesta fue el resultado de un hecho infortunado ocurrido un día del año 1959, cuando Toño Fuentes tenía programada una sesión de grabación con sus músicos de planta, a la cual había invitado a Simón Mendoza que ya había participado antes en grabaciones realizadas por Pedro Laza y sus Pelayeros. A la hora de inicio de la sesión solo llegó Mendoza porque, según cuenta Rogelio Chávez, los músicos se emparrandaron la noche anterior y no aparecieron, lo que molestó muchísimo a Toño Fuentes quien le pidió a Simón Mendoza que se fuera de inmediato a Barranquilla a buscar músicos, porque “no quería grabar más con cartageneros”. Simón le dijo a Fuentes, continúa diciendo Chávez, que por qué a Barranquilla si él tenía su orquesta en Montería lista para viajar si así él lo decidía; lo cual fue aceptado de inmediato por Fuentes. Simón Mendoza regresó unos días después con sus músicos de la Orquesta del Sinú para realizar las grabaciones. Al preguntarle Fuentes a Simón sobre el nombre de la agrupación, Mendoza le dijo Orquesta Sinú, nombre que no le gustó a Fuentes, quien consideró que ese nombre no vendía y que quería uno más internacional, una sonora como la Matancera de Cuba y, como los músicos eran cordobeses, entonces el nombre definido por Toño fue Sonora Cordobesa (Pérez Villareal, 2005).

Los integrantes que iniciaron la historia de la Sonora Cordobesa en su primera sesión de grabación fueron señalados por Rogelio Chávez en la entrevista referenciada, así: Simón Mendoza, el líder, tocó la trompeta, al igual que Antonio María Mendoza; Dionisio Tiburcio, el piano, Rosendo Martínez, el trombón, Clímaco Sarmiento el saxo; Adalberto Meléndez en la tumbadora, Pedro Laza, en el bajo. También participaron músicos cordobeses como el saxofonista Walberto Garcés; el tenorista José de Jesús Lara, más conocido como el "Mono Lara", y el baterista Antonio Ortiz, conocido como "Mendaco". Rogelio “El Indio” Chávez hizo la voz principal alternando con Eustiquio Amín ("Medio Turco") y en los coros estuvo Crescencio Camacho. El maestro Pacho Zumaqué no participó, porque se había separado de la Orquesta Sinú para formar su propia orquesta “Los Macumberos del Sinú” (Pérez Villareal, 2005).

La Sonora Cordobesa es, sin duda, un ícono de las orquestas cordobesas de todos los tiempos. Entre 1959 y 1960 grabó 28 piezas musicales en 14 discos de 78 RPM en Discos Fuentes, cuyos datos descriptivos se pueden observar en la Tabla 7.  Se observa en la información de dicha Tabla el predominio de los ritmos de porro, mapalé y Jalaíto. Las canciones de la Sonora Cordobesa, a diferencia de las anteriormente analizadas, tienen una mayor recordación en las viejas generaciones de costeños y cordobeses que existen hoy. En la Imagen 26 se muestran dos marbetes de discos grabados por esta agrupación musical. 

Entre 1961 y 1964, la producción discográfica de la Sonora Cordobesa se extendió a cerca de 100 piezas musicales grabadas en discos de 78 RPM, las cuales por su extensión se omite su análisis en este artículo.

6.2 Orquesta Montería Swing, 1962-1963

La Orquesta Montería Swing fue creada a inicios de los años sesenta, bajo la dirección de Darío Martínez, tal como lo señalan Guillermo Valencia Salgado en su libro “Córdoba, su gente y su folclor” y José Luis Garcés en su libro “Cultura y Sinuanología”. Entre 1962 y 1963 esta orquesta grabó para Discos Fuentes un variado repertorio del que se documentaron en esta investigación 26 piezas impresas en discos de 78 RPM y discos de larga duración de 33 1/3 RPM, cuyos datos descriptores se muestran en la Tabla 8. Las primeras piezas fueron grabadas en el año 1962, las cuales fueron incluidas después en el disco de larga duración (LP) “Hits de la Montería Swing” (Fuentes LP-0114), comercializado en el año 1963. En la Imagen 27 se pueden observar marbetes de uno de los discos de 78 RPM. En el mismo año de 1963 se grabó un segundo LP titulado Hits de la Montería Swing Vol. 2 (Tabla 8).

 

La mayoría de las piezas musicales fueron interpretadas en ritmo de porro, paseaíto y cumbia y entre los autores registrados en las etiquetas de los discos se destacan Abraham Núñez, quien integró la orquesta, Cástulo Garcés, Julián Díaz, Francisco Zumaqué, Germán Lambraño, Miguel Oviedo y Nacor Barón. En los audios 29 y 30 se podrán escuchar la interpretación de las canciones Sabor sinuano y Fiesta en Montería.

Audio 29. Sabor sinuano
   
Audio 30. Fiesta en Montería
   

6.3. Los Corraleros del Sinú / Trovadores del Sinú, 1962-1964

Los Corraleros del Sinú también conocida como Trovadores de Sinú es una agrupación sobre la que poca información existe. Solo se conocen los nombres de Diego Espinosa Soto como vocalista y líder de la agrupación y de Raúl López, quien también vocalizó algunos temas. El nombre de la agrupación sugiere su relación con la música sinuana razón por la cual se incluyó en este estudio. Diego Espinosa Soto también grabó con la agrupación Santiago y su Combo, Los Auténticos Corraleros, Diego Espinosa y Los Veteranos,  Diego Espinosa y el Conjunto Sabanero, Diego Espinosa y su conjunto, Diego Espinosa y el Conjunto Típico del Magdalena y Diego Espinosa con la Banda de Rosavieja, esta última referida a un corregimiento de Ciénaga de Oro, municipio del departamento de Córdoba. Estas grabaciones se hicieron en sellos colombianos como Metrópoli, Vergara, Ondina y Lyra; reeditadas en sellos internacionales tales como Grabaciones Luna y Tamayo de Panamá, Fonograma, Robegomer e Impacto de Venezuela y el sello internacional Orbe.

En el estudio se identificaron 35 piezas musicales grabadas por Espinosa con Los Corraleros del Sinú o Trovadores del Sinú como también aparece identificada esta agrupación, los datos descriptores de estas piezas se pueden observar en la Tabla 9.  Entre las 35 canciones se destacan El puerquero (Audio 31) un paseaíto sabanero interpretado en acordeón referido a un pájaro que se alimenta de larvas de los árboles de guanábana; El tigre Malibú (Audio 32) un paseo referido a las tierras del Sinú y Los políticos (Audio 33), un tema interpretado en acordeón, crítico con los politiqueros que prometen en campaña y no cumplen sus promesas. En la Imagen 28 se observan marbetes de La pollera amarilla y La muerte del puerquero.

Audio 31. El puerquero
   
Audio 32. El tigre malibú
   
Audio 33. Los políticos
   

6.4. Banda Bajera de San Pelayo, 1962

En el año 1962 irrumpen las bandas musicales de viento en la grabación fonográfica de música sinuana y fue la Banda Bajera de San Pelayo la pionera de dichas grabaciones. En el año mencionado Discos Fuentes graba dos discos de larga duración, 33 1/3 RPM: Carnaval en San Pelayo y Retreta Pelayera. En el primero aparecen versiones en formato de banda de viento de los porros La seca que ya había sido grabada en el año 1956 en formato orquestal por Simón Mendoza y sus Sinuanos, igual ocurre con el mapalé El bejuco grabado por la Orquesta Radio Cordobesa en el año 1955 y el porro María Varilla, cuya primera grabación fue realizada por la Orquesta Emisora Fuentes en el año 1946 como fue descrito en el numeral 4.4.

El segundo disco grabado: Retreta pelayera es un testimonio de la influencia en la música caribeña de ritmos europeos, estadounidenses, cubanos y andinos de la cual no se excluyó la música de bandas de viento. En este disco se encuentran pasodobles, vals, pasillo, fox y danzón entremezclados con ritmos autóctonos como el porro, la gaita, el fandango y la puya.

El vals Flores y perlas es un ejemplo de como las bandas de viento son capaces de producir elegías sin necesidad utilizar palabras. La elegía es por definición una expresión de sentimientos tristes, de llanto por la pérdida de algo o alguien que tiene mucho significado para una persona o para un artista, quien expresa de modo poético su dolor, en el caso de la música con letra. De este modo, existen elegías amorosas referidas a pérdidas expresadas en desilusiones, desengaños, despedidas, partidas o añoranzas. También existen elegías de tipo introspectivo, referidas a nostalgias de tiempos idos, arrepentimientos o sufrimiento interior o existencial; y elegías fúnebres, las más reconocidas popularmente, referidas  a pérdidas por muerte de familiares, amigos y, en general, de seres queridos. Es muy común encontrar elegías en la ranchera, la balada, el tango y el vallenato, como lo documenta este autor en el libro "Elegías vallenatas. Poesía lírica de lamento en el canto vallenato" (ver información).

El vals Flores y perlas tiene la gran virtud de transmitir con solo música ese sentimiento de dolor. Es por eso que en los años sesenta era muy frecuente observar a bandas de música de viento acompañar cortejos fúnebres, interpretando valses como Flores y perlas, Tristezas del alma, Ensueño del Magdalena, Esther Julia y Tus lágrimas. En el Audio 33a se puede escuchar la elegía musical Flores y perlas y en el Audio 33b, la segunda versión del icónico porro María Varilla, interpretado por esta banda, la cual se convirtió en el himno musical del pueblo cordobés, como se describió en el numeral 4.3.1.

Audio 33a. Flores y Perlas
   
Audio 33b. María Varilla

6.5. La Sonora Cienaguera, 1963

La Sonora Cienaguera nace en el año 1963 de la Orquesta Juvenil de Ciénaga de Oro, la cual había sido presentada a Toño Fuentes en Medellín por Pablito Flórez, quien para la época ya trabajaba de planta con Disco Fuentes como timbalero y había participado en grabaciones de La Sonora Cordobesa, la Orquesta de Clímaco Sarmiento, Pedro Laza y sus Pelayeros, Los Teen Agers y Los Corraleros de Majagual, entre otros (Cortés Uparela, 2024: 163-164). En la Imagen 29 se observan los integrantes de la Orquesta Juvenil de Ciénaga de Oro.

Al llegar la orquesta a Medellín, en mayo de 1963, y ponerse a disposición de Toño Fuentes, éste le cambio el nombre por uno más internacional: Sonora cienaguera y procedieron a grabar 12 piezas impresas tanto en discos sencillos de 78 RPM como en un disco de larga duración, identificado con el número serial 0108, cuyos datos descriptores se pueden observar en la Tabla 10. Entre las 12 piezas se destacan los ritmos de porro y cumbia y los autores Antolín Lenes, C. Mulett y Juan Oviedo. Como vocalistas participan Lucy González y Filiberto González Macea. En la Imagen 30 se muestran marbetes de discos de 78 RPM grabados por la Sonora Cienaguera y en los audios 34 y 35 se puede escuchar la interpretación de las cumbias La ceiba y La Piojosa.


Audio 34. La ceiba
   
Audio 35. La piojosa
   
De modo inexplicable Toño Fuentes no continuó grabando con La Sonora Cienaguera y decidió ese mismo año conformar una nueva agrupación: El Combo Los Galleros cuya producción fonográfica se analiza a continuación.
 
6.6. El Combo Los Galleros, 1963

El Combo Los Galleros nace como resultado de la reorganización de la agrupación La Sonora Cienaguera realizada por Toño Fuentes, apenas un mes después de lanzado el primer LP de esta agrupación musical, del cual ya se destacaban las canciones La ceiba vocalizada por Lucy González y la cumbia instrumental La piojosa. En la reorganización Toño Fuentes integra a La Sonora Cienaguera al guitarrista Sofronín Martínez y al trombonista Chelo Cáceres, siguiendo como cantante estelar Lucy González; la nueva agrupación fue bautizada por Fuentes con el nombre de Combo Los Galleros (Cortés Uparela, 2024:165).

El Combo Los Galleros inicia sus grabaciones fonográficas en el mismo año 1963, año en el cual Discos Fuentes graba entre junio y agosto 30 piezas musicales, impresas en discos sencillos de 78 RPM y en los LP identificados con los números seriales 0112, 0128 y 0143. En 1964, aparecen dos nuevos LP a nombre del Combo Los Galleros, identificados con los seriales 0167 y 0194, pero en realidad la mayoría de las canciones de estos LP no corresponden al Combo Los Galleros, sino a otras agrupaciones en las que cantan César Castro, Julio de la Ossa, Lucho Argaín y Toño Sinisterra; canciones en las cuales su sonoridad es claramente distinta al estilo sinuano de la Sonora cienaguera y el Combo Los Galleros. En la Tabla 11 se pueden apreciar las 51 grabaciones que aparecieron en Discos sencillos y LP de Discos Fuentes a nombre de El Combo Los Galleros. En la Imagen 31 se observan los marbetes de las canciones Cógeme la caña y La negra Soledad y en los audios 36 y 37 se pueden escuchar las interpretaciones de las canciones Porro viejo y Soledad.

Audio 36. Porro viejo
   
Audio 37. Soledad
   

Es claro, según el investigador Édgar Cortés Uparela, que no existía una buena empatía entre los músicos orenses y Toño Fuentes, Cortés Uparela describe esta situación en los siguientes términos:

“Quizás Toño presentía una relación breve con los músicos orenses por su falta de empatía con ellos. No se equivocó: el primer desencuentro ocurrió cuando Toño entregó el porro Roberto Ruiz a la Sonora Cordobesa y no permitió que lo grabara su autor, Antolín Lenes; luego vendría lo de Tres puntá. Toño Fuentes era autoritario para disponer de las obras musicales de los creadores, sin considerar sus opiniones, hasta el punto de que no quiso grabar Sonia, ni La aventurera, porque a él no le gustaban” (Cortés Uparela, 2024: 165).

6.7. Antolín y su Combo Orense, 1963-1966

Los problemas de los músicos orenses con Toño Fuentes, unido a una buena oferta económica recibida de parte del director artístico del sello Codiscos-Zeida, Enrique Aguilar, fue suficiente para que Antolín Lenes, Pablito Flórez, las cieguitas: Lucy y Carmen y el resto de la agrupación se fueran a grabar con este sello. Hacia finales de 1963 graban 11 piezas musicales, las seis primeras impresas en tres discos sencillos de 78 RPM, así: el primero incluyó las canciones La yeguaza y Ciroma (Zeida 3135), el segundo: Sonia y Los Caprichos de Naudi (Zeida 3137) y el tercero, La tabaquera y Caballo Melao (Zeida 3138). Las otras cinco piezas fueron incluidas en un LP de varios artistas titulado “Fiesta en el mar” (Zeida ELDZ 20186), en el que además del Combo Orense participan Lucho Campillo y su conjunto y Dolcey Gutiérrez.

En el año 1964, la agrupación graba 15 nuevas piezas musicales con el sello Zeida, 12 de las cuales fueron impresas en el LP “Antolín Lenes y su Combo Orense” (Zeida LDZ-20196), el álbum con el cual Antolín y su combo llegó a la cúspide de su carrera artística, considerado por quien escribe, como el mejor trabajo discográfica de esta agrupación y el de mayor recordación entre las viejas generaciones que perviven hoy. Varias canciones de este álbum: La aventurera (Audio 38), La ruana engolillá, Ciénaga de oro (Audio 39) y Las vueltas de pello sumadas a Sonia (Audio 40) y La tabaquera (Audio 41) grabadas en 1963, llevan más de sesenta años animando las fiestas y el alma de las generaciones de personas nacidas en los años cuarenta, cincuenta y sesenta del siglo pasado. En la Imagen 32 se muestran los marbetes de los discos de 78 RPM en donde fueron impresos las dos últimas canciones mencionadas.

Audio 38. La aventurera
   
Audio 39. Ciénaga de Oro
   
Audio 40. Sonia
   
Audio 41. La tabaquera
  

 

En 1965, el sello Zeida graba dos nuevos LP con el Combo Orense uno para el mercado colombiano Titulado “Chunga guapachosa” (Zeida LDZ 20294) y otro, para el mercado venezolano, titulado “Candela pura” (Zeida LDZ 112). En 1966, el Combo Orense graba un nuevo LP con el sello peruano Sono Radio.

En general, entre 1963 y 1966 el Combo Orense grabó 63 piezas musicales en los sellos Zeida y Sono Radio, cuyos datos descriptores se pueden observar en la Tabla 12.  El análisis de los datos permite observar varios hechos destacados. El primero es la prevalencia de los ritmos de cumbia y porro, dado que más de la mitad de las canciones con el dato de ritmo registrados en marbetes y portadas de los discos, corresponden a estos dos ritmos, ubicándose en tercer lugar el merengue. 

Respecto a los compositores que aparecen registrados en las fuentes mencionadas, sin duda que Antolín Lenes y Pablito Flórez son los campeones de las letras y músicas grabadas por el Combo Orense; seguidos por Filiberto González y Aníbal Sáez. En la vocalización Lucy González es la reina, seguida por Carmen Bedoya quien vocaliza al menos nueve canciones y hace coro con Lucy en 11 (ver Tabla 12). Las voces de Lucy y Carmen tienen un registro tan parecido en las grabaciones, que hace difícil diferenciarlas.

6.8. Banda Nueva Esperanza de Manguelito, 1963

La Banda de Manguelito o Nueva Esperanza de Manguelito fue la segunda banda de viento sinuana en imprimir en acetatos música tradicional de esta región cordobesa, bajo la dirección de Ricaurte Martínez. En el sello Discos Fuentes fueron grabadas en 1963, veinticuatro piezas musicales, la mayoría en ritmo de porro y puya. Entre dichas canciones se encuentran célebres piezas del folclor musical cordobés tales como El sapo viejo, El barrilete, La pepa e guama, La macoca y el vals Esther Julia. En los audios 42 y 43 se podrá escuchar la interpretación del fandango La macoca y del vals elegíaco Esther Julia.

Audio 42. La macoca
   
Audio 43. Esther Julia
   

6.9. Los Caciques del Sinú, 1965

La orquesta Los Caciques del Sinú fue creada por Abraham Núñez Narváez (1928-2021) en el año 1964. Núñez fue un compositor, letrista, saxofonista, clarinetista, arreglista y director loriquero, nacido en el corregimiento de San Sebastián, cuyas inquietudes musicales surgieron muy joven. A sus 16 años aprendió a ejecutar instrumentos de viento, en San Marcos (Sucre), orientado por Juan Piña (padre). En los años sesenta hizo parte de Los Corraleros de Majagual, Pedro Laza y sus Pelayeros y la Sonora Cordobesa de Simón Mendoza, ejecutando el saxofón, también conformó el Combo del Sinú.

El 17 de diciembre de 1965, la Orquesta Caciques del Sinú fue la agrupación encargada de amenizar la velada de recepción de las candidatas al Reinado Nacional de la Ganadería que, en los primeros años de vida del Departamento de Córdoba, no se realizaba en junio sino en diciembre. La fiesta se realizó en el Club Montería, tal como aparece reportado en la página 10 del Diario El Tiempo del viernes 17 de diciembre de 1965. Casi 20 años después, en junio de 1984, la Orquesta Caciques del Sinú todavía aparece siendo noticia en esta festividad al ser la encargada, junto con La Orquesta Los Caribes, en amenizar el baile de fantasía de las candidatas que participaron en el XIX Reinado Nacional de la Ganadería, que se realizó en el Club Campestre. Así lo reportó Toño Sánchez en el Diario El Tiempo en su edición del sábado 23 de junio de 1984.

Las primeras grabaciones fonográficas de Los Caciques del Sinú fueron realizadas en el sello Vergara en el año 1965. En este estudio se documentaron 12 piezas musicales cuyos datos descriptores se encuentran en la Tabla 13. Se observa en la información de dicha tabla el predominio de los ritmos de porro y cumbia. En la Imagen 33 se observan las portadas del LP del Sello Vergara en el que fueron impresas las doce canciones, las cuales también aparecieron en discos de 78 RPM. En los audios 44 y 45 se pueden escuchar las interpretaciones de El Garrocho y El mechón.


Audio 44. El garrocho
   
Audio 45. El mechón
 
 
 7. INFLUENCIA CUBANA EN LA MÚSICA SINUANA
 
Aunque no se observan en la música sinuana hechos notorios que evidencien alguna influencia de músicos cubanos en el estilo musical de las orquestas sinuanas, se encontraron algunos sucesos que dan cuenta de una relación existente entre cubanos con músicos loranos u orenses. El epicentro de dicha relación lo constituyó ingenio azucarero que, como se planteó en el numeral 3, funcionó en la población de Berástegui (Ciénaga de Oro) desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. A dicho ingenio llegaron cubanos y trabajadores de otros países entre 1930 y 1940, período en el que la población trabajadora superaba los 1500. Según lo expresó Antonio González Macea al investigador y folclorista Édgar Cortés Uparela, Antolín Lenes, Pablo Flórez y Filiberto González trabajaron en dicho ingenio, y allí se relacionaron con cubanos que también iban Ciénaga de Oro a parrandear llevando sus sones y boleros. Una evidencia de estas relaciones aparece en una entrevista que Édgar Cortés le hizo a Filiberto González en el año 2012, en la que el artista le cuenta a Cortés que conoció a algunos cubanos que iban al pueblo con una marimba y de ellos aprendió a cantar boleros, lo que lo llevó a ser bolerista de las agrupaciones en las que participó. En el Audio 46 se puede escuchar el fragmento de la entrevista en la que Filiberto habla del tema, audio que podemos escuchar, gracias a la generosidad de Édgar Cortés Uparela.
Audio 46. Habla Filiberto González

La cubanidad de Filiberto es evidente en el segundo álbum musical grabado por el Cuarteto Orense en 1994, cuarteto integrado a comienzos de los años noventa por Filiberto González Macea, Tayron Flórez Causil, Arnulfo Durango Usta, Alcides Flórez y Aníbal Flórez Pinedo. El título del álbum en referencia es Casabe y caña, el cual pareciera ser una recordación de las relaciones de los cubanos del ingenio de Berástegui con los músicos orenses. En dicho álbum, Filiberto interpreta el son cubano titulado Pinar del Río, así como dos mosaicos cubanos que se suman a Son de la loma que interpretan Tayron Flórez y Arnulfo Durango (Imagen 34). En este contexto, no es raro encontrar una versión de La Tabaquera en ritmo de son cubano interpretada por el magangueleño Tito Ávila en el año 1970. En los audios 47, 48, 49, 50 y 51 se pueden escuchar los audios de las cinco canciones mencionadas, aportados por el folclorista Édgar Cortés Uparela.
 
 Audio 47. Pinar del río, son cubano, Cuarteto Orense
   
Audio 48. Mosaico cubano (carretero), Cuarteto Orense
   
Audio 49. Mosaico cubano (ajiaco), Cuarteto Orense
   
Audio 50. Son de la loma, Cuarteto Orense
   
Audio 51. La tabaquera, son cubano, Tito de Ávila
   
 8. BIBLIOGRAFÍA

Cortés Uparela, Édgar (2024), Mis recuerdos son aquellos paisajes, Santa Bárbara Editores, Barranquilla, Colombia.

Crismatt Mouthon, Carlos (sf), Antolín Lenes. Disponible en:

https://monteriaweb.tripod.com/gobernacion/monteria/antolin_lenes.html     

Gómez Ramos, Néstor (2020), Origen y desarrollo del sonido de Pedro Laza y sus Pelayeros, Barranquilla.

Massiris, Ángel (2023), Historiografía documentada de la producción discográfica del Caribe colombiano en la primera mitad del siglo XX, Bogotá, Massiris producción editorial. 

Pérez Villarreal, Fausto (2005), “La memoria prodigiosa de El Indio Chávez”, en: El Meridiano de Córdoba, Nos. 484/485, mayo 8 y 5. Disponible en: https://acortar.link/glv30f

Silva Castro, Claudia (2015), Pedro Laza y sus Pelayeros, Los Corraleros de Majagual y La Sonora Cordobesa en la Colección Antonio Cuéllar: digitalización, catalogación y transcripción; Trabajo de grado en la modalidad de pasantía, Universidad Distrital Francisco José de Caldas, Facultad de Artes. Bogotá.

Valencia Molina, Jorge (1997) “literatura cordobesa” en: Diario El Tiempo, mayo 14 de 1997.

ANEXO

OTRAS PUBLICACIONES DE ÁNGEL MASSIRIS CABEZA EN LA LÍNEA DE CULTURA MUSICAL DEL CARIBE COLOMBIANO
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1. LIBROS IMPRESOS
 

*Natalicio de Pacho Galán
*Primera grabación fonográfica del porro María Varilla
*Introducción del bombardino en la música de acordeón del Caribe colombiano
*Emilio Oviedo: el acordeonero con mayor número de cantantes en la historia del vallenato
*Música vallenata: Rafael Escalona Martínez como cantante
*Canciones vallenatas interpretadas en lengua indígena

1 comentario:

  1. Que bien Ángel, ahora estoy contrastando cantos de vaquería, quiero ver si hay alguna influencia de los cubanos en éste género propio de arreadores de ganados.

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