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1. SEMBLANZA
1.1 Carisma y trashumancia
1.2 integralidad artística
1.3 Espiritualidad y sensibilidad social
1.4 Relaciones artísticas
2.1 Niñez y primeros encuentros con la música, 1946-19532.2 Primer acordeón y primeras presentaciones públicas, 1954-1955
2.3 Julio De la Ossa y Gladys Ochoa. Esposa y musa, 1956-19592.4 Desaparición de Julio De la Ossa en Venezuela, 19862.5 visión de Julio De la Ossa de los aires vallenatos en los años noventa
3.1 Primeras grabaciones fonográficas. Discos Ecos3.2. Visión general de la obra discográfica de Julio De la Ossa, 1958-1994
3.2.1 Distribución temporal de las grabaciones3.2.2 Distribución por ritmos3.2.3 Distribución por autoría y sellos discográficas
3.2.4 Grabaciones con El Combo Los Galleros y Los Corraleros de Majagual
3.2.5 Grabaciones en Panamá
3.3. Análisis de algunas canciones emblemáticas
3.3.1 Mi visita (Audio y marbete de la grabación original (Ecos, 1958)3.3.2 La colegiala3.3.3 La margentina3.3.4 Bella cascada
4.1 Julio De la Ossa Octavo Rey del Festival de la Leyenda Vallenata, 19754.2 Julio De la Ossa rey sabanero de acordeón, 19904.3 Julio De la Ossa Rey del acordeón en el Festival Folclórico de la Leyenda del Hombre Caimán, Plato Magdalena, 1986
4.4 Julio De la Ossa, Rafael Orozco y Jorge Oñate
PRÓLOGO
Agradezco al Dr. Ángel Massiris Cabeza por invitarme a escribir el prólogo de este libro en el que se describe de modo elocuente, documentado y riguroso, la vida y obra de mi padre, Julio Enrique De la Ossa. En nombre de mi familia le expreso nuestra gratitud por esta edición aumentada, actualizada y corregida del libro-blog que había escrito en el año 2018, materializada en esta obra.
Hablar de la vida y obra artística de mi padre, es abrir una
ventana al corazón mismo del Caribe colombiano. No solamente se trataba de un
músico, sino de un contador de historias, un juglar genuino que supo traducir
el alma de su tierra en notas de acordeón y versos llenos de verdad, sin duda,
uno de los grandes guardianes de la tradición oral y musical del folclor
vallenato.
Mi padre, no solo
interpretaba melodías; las vivía. Su arte no era una mera habilidad, sino una
forma de vivir y sentir el mundo. Con la fuerza de su acordeón y la simpatía de
su palabra, narró las alegrías sencillas, las nostalgias profundas y también
las injusticias que su pueblo padecía. Obras como Padres Corrompidos o La
Estafa de Mi Pueblo nos muestran a un artista comprometido, cuya
sensibilidad social lo llevó a levantar su voz desde la música.
Su estilo de una
fusión única entre la tradición sabanera y el vallenato clásico refleja el
mestizaje cultural de los potreros, los carnavales, las cantinas y el trajín de
los pueblos olvidados de la región. En cada una de sus composiciones hay un
fragmento de historia, una imagen sonora de lo que somos como pueblo.
Llamado por cariño
el “Pequeño Gigante del Acordeón”, mi padre dejó un legado que trasciende los
festivales y las parrandas. Su obra es testimonio de una vida vivida con efusión,
sencillez y entereza que aún resuena en cada interpretación. Este libro es más
que una biografía: es un homenaje a un hombre que supo ser voz de
muchos, y que aún hoy, sigue cantando desde la memoria colectiva.
JOHN DE LA OSSA OCHOA
INTRODUCCIÓN
Mi primer acercamiento como investigador a la vida y obra artística de Julio De la Ossa ocurrió en el año 2018, cuando produje el libro-blog titulado "Julio De la Ossa: Vida y obra de un gigante del acordeón", para el cual recopilé información documental y discográfica, entrevisté a doña Gladys Ochoa y a John De la Ossa (ver imagen), escuché entrevistas realizadas a De la Ossa por Julio Oñate Martínez en el año 1975 y por Celso Guerra en 1997, entre otras acciones. En el actual año de 2025 debo reconocer que los avances en los recursos técnicos y metodológicos aplicados a mis estudios, me permiten ampliar la documentación que tuve disponible hace siete años y, en consecuencia, una aproximación más completa y documentada al gran aporte realizado por este insigne acordeonista y cantautor vallenato y sabanero.
Canciones como "Mi visita", "La colegiala", "La margentina", "Bella cascada", "Adiós María" y "Me dominas", entre otras, son hoy cantos clásicos de nuestra música de acordeón, por cuanto han sido transmitidas a través del movimiento generacional de cultores y seguidores de dicha música hasta hoy. En efecto, estas canciones han sido reeditadas y regrabadas durante los últimos 60 años de modo recurrente, en recopilaciones, discos variados y regrabaciones hechas por otros artistas en distintas épocas lo que las ha mantenido vigentes.
La canción "Mi visita" ha sido grabada en las décadas de los sesenta, setenta, ochenta, noventa, dos mil y dos mil diez por Silvio Brito, Marcos Díaz, Manuel (Mañe) Bustillo, Iván Villazón, Los Hermanos Osorio, Daniel Celedón, Oskar Julián, Ariza y su combo, El Binomio de Oro, Adolfo Pacheco y Aníbal Velásquez, entre otros. Asimismo, la canción "La colegiala" ha sido grabada en estas mismas décadas por Celso Piña, La Billos Caracas Boys, Ariza y su combo, Los Hispanos, Alfredo Gutiérrez, El Binomio de Oro, Carlos Vives, Manuel (Mañe) Bustillo, Aniceto Molina, Miguel Osorio, Vetto Gálvez, Daniel Celedón, Rodolfo Aicardi, Los Melódicos y Freddy Causado, entre otros.
Como compositor, en el estudio se documentaron 172 canciones de su autoría, cuyos datos identificadores y descriptores se pueden observar en el catálogo discográfico que se presenta en la Tabla 1.
En su trasegar artístico, Julio De la Ossa fue coronado Rey en el Festival de la Leyenda Vallenata en el año 1975, Rey de acordeonistas en el Festival Folclórico de la Leyenda del Hombre Caimán en el año 1986 y Rey Sabanero del Acordeón en el Festival Sabanero del Acordeón, en Sincelejo, en 1990; hechos que se examinan en el numeral 4.
La obra artística de Julio De la Ossa ha sido objeto de reconocimientos y distinciones por instituciones públicas y privadas de Colombia y por otros actores de la música de acordeón costeña. Entre tales reconocimientos se destacan el realizado por la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata en el año 1987, por la Asamblea Departamental del Cesar, la Gobernación del Cesar y la Sociedad de Autores y Compositores de Colombia (SAYCO), entre otros; asimismo, es destacable el reconocimiento hecho por el acordeonista Alejandro Durán, así como por el connotado cantante Jorge Oñate y por el compositor Alberto (Tico) Mercado. Todas estas exaltaciones y otras más se encuentran documentadas en el numeral 5.
Los invito a adentrarse en el cautivante camino recorrido por Julio De la Ossa en su desarrollo artístico, desde su niñez hasta su madurez. Un camino exitoso alimentado por el extraordinario talento de un hombre humilde, parido de las entrañas culturales de la sabana del Bolívar Grande, cuyo alcance trascendió a todo el Caribe colombiano, en el que dejó la impronta de su saber y talento artístico.
1.1 Carisma y trashumancia
Julio Enrique De la Ossa
Domínguez nació en la población de Chochó (Sucre) el 20 de julio de 1936, hijo
de Julio De la Ossa Álvarez y Elvira Domínguez Contreras, quien falleció cuando
Julio tenía 2 años de edad. Por ello, fue criado por su abuela Andrea Álvarez,
una mujer recia y trabajadora. Fue un excelente amigo. Una persona alegre,
respetuosa, con una gran sensibilidad espiritual, social y familiar. Cuidaba
con celo el bienestar de su familia mientras trasegaba por los pueblos del
Caribe colombiano llevando alegría con su música. Era muy querido en el mundo
artístico de su época por su talento y carisma. Como hombre Caribe tenía un
gran sentido del humor que brotaba con gran facilidad en sus conversaciones.
Tuvo una vida itinerante que lo llevó a residenciarse en muchos lugares de los
departamentos de Sucre, Bolívar y Córdoba: Chochó, su ciudad natal, Corozal,
Sampués, Sincelejo, Valledupar, Barranquilla y Montería fueron algunas de las
poblaciones en las que vivió. También estuvo durante año y medio, aproximadamente,
en Venezuela en una larga correría. Su cariño por Venezuela y clamor por la
hermandad colombo-venezolana la expresó en la canción “El Hidalgo”, la cual se puede escuchar a continuación.
1.4 Relaciones artísticas
Durante su vida artística, Julio De la Ossa se relacionó con la mayoría de los artistas de música de acordeón de su época, tanto vallenatos como sabaneros, destacándose su amistad con
Calixto Ochoa, Alejandro Durán, Emiliano Zuleta Baquero, Abel Antonio Villa, Luis Enrique Martínez, Pacho Rada, Aniceto
Molina, Aníbal Velásquez, Enrique Díaz, Juancho Polo, César Castro, Rúgero
Suárez, Alberto Rada, Máximo Jiménez, Israel Romero y Freddy Sierra; con
quienes compartió parrandas y fiestas populares (ver imagen siguiente). A finales de los años sesenta
Aníbal Velásquez lo llevó a vivir a Barranquilla participando junto con éste en
diversas fiestas populares y correrías.
2.1 Niñez y primeros
encuentros con la música, 1946-1953
La niñez de Julio De la Ossa
transcurrió en la población de Chochó, localizado en el centro de la sabana del
Bolívar grande, muy cerca de la ciudad de Sincelejo. Durante su niñez en los
años cuarenta del siglo XX, la economía de Chochó giraba en torno al cultivo
del tabaco, a cuya labor de recolección y doblaje se dedicaban la mayoría de
las mujeres del pueblo. Carecía de agua potable y luz eléctrica y su principal
fuente de diversión eran las fiestas populares, en especial las corralejas que
se hacían anualmente y los espectáculos de maromeros o acróbatas que iban de
pueblo en pueblo mostrando sus habilidades.
La vida del niño Julio se
desarrolló bajo el cuidado y la protección de su abuela Andrea, quien se
dedicaba a la venta de licor producido artesanalmente por los campesinos de la
región, denominado popularmente, "Ron ñeque" o “Chirrinchi”. Por esta
circunstancia la casa de Andrea Álvarez era frecuentada por músicos que se
proveían de licor en su tienda.
Los dones musicales y la vocación
artística de Julio fueron el resultado de su íntima conexión con su territorio
y una inclinación, quizás innata, por la música, pues en su familia nadie fue
músico y su abuela no veía bien para su nieto una vida dedicada a esta
actividad, la que para entonces se caracterizaba por las correrías por los
pueblos y fincas, amenizando fiestas y parrandas, ligados al consumo de licor y
al amor de distintas mujeres en diferentes lugares.
Su primera relación con la música ocurrió durante su niñez, cuando conoció en su pueblo, Chochó, a Nicanor Guevara quien con un pequeño acordeón que denominaban, en aquel tiempo “Tornillo e máquina” cantaba valses, tangos y una que otra canción Caribe como “La piña madura”, cuya ejecución maravillaba al niño Julio. Este primer contacto se amplió en su adolescencia y primera juventud, gracias a la expansión de las grabaciones fonográficas de música de acordeón, que en la primera mitad de los años cincuenta tenía como principales referentes a Luis Enrique Martínez, Abel Antonio Villa, Alejandro Durán, José María Peñaranda, Aníbal Velásquez con Los Vallenatos del Magdalena, Eugenio "Geño Gil" y Fortunato Chadid; quienes con sus cantos y melodías comunicaban sus vivencias de pueblo en pueblo, en correrías en las que se construían nuevas amistades y amoríos.
Sus primeras aproximaciones artísticas se iniciaron hacia el año 1953, a sus 17 años de edad, al vincularse esporádicamente como maraquero de la Banda Juvenil de Chochó. Se refiere aquí De la Ossa, de modo explícito en el audio que se muestra más adelante, a una primera banda con ese nombre que existió en dicha localidad, al parecer, distinta en su conformación a otra creada en 1968, a la que la Alcaldía de Sincelejo le otorgó distinción honorífica, por sus cincuenta años, el 2 de junio de 2018, en el marco de la realización del XI Festival regional de bandas aficionadas del corregimiento de Chochó (ver imagen). Se desconoce la razón por la cual se han ignorado en la historia de la Banda Juvenil de Chochó, las páginas escritas por la banda pionera, en la que participó esporádicamente Julio De la Ossa a comienzos de los años cincuenta.
En cuanto a la música de acordeón, una de las primeras canciones que impresionó a Julio De la Ossa fue el paseo “Tengo un viaje” grabado por Alejandro Durán en el año 1953 en el sello Popular (Popular 778-B). Hacia finales de los años cincuenta, el joven adquirió una armónica, conocida en el argot costeño como "violina", con la que ejecutaba piezas musicales tales como el porro “Pola Bette”, “La piña madura”, “El Merenguito sabanero” de Eugenio (Geño) Gil, y “Amaranto”. En el audio siguiente se puede escuchar el relato que, sobre los hechos descritos en este acápite, le hizo Julio De la Ossa a su tocayo Julio Oñate Martínez en el año 1975.
2.2 Primer acordeón y primeras
presentaciones públicas, 1954-1955
Hacia el año 1954 era común que
los sábados llegara un grupo de músicos a la tienda de Andrea Álvarez, abuela
del joven Julio De la Ossa, a tomar “Ron ñeque” y ya entrados en trago se
animaban a cantar con un acordeón de un solo teclado, un bombo, unas maracas y
unos redoblantes, liderados por el acordeonista Eulogio Flórez. El joven Julio
miraba con mucha atención y admiración la ejecución del acordeón que hacía
Eulogio, sus formas de digitación, el abrir y cerrar del acordeón, etc.;
mientras interpretaba canciones de aires sabaneros tales como “El merenguito
sabanero”, “Pola Bette”, “La piña madura” y el porro “María Barilla”, entre
otras.
La vivencia anterior despertó el interés al joven por tener un acordeón y así se lo manifestó a su abuela de quien no recibió apoyo. A pesar de la negativa de su abuela, el joven mantenía su ilusión por tener un acordeón lo que lo llevó a trabajar en el cultivo de tabaco y con sus primeros ingresos comprar un burro con el cual transportaba agua para vendérsela a los restaurantes que se instalaban por motivo de las fiestas de corralejas de Sampués. Mientras ahorraba dinero, aprovechaba el paso de los músicos por la tienda para indagar sobre el valor del acordeón que utilizaban y si lo vendían. Era tanta su insistencia que su abuela terminó cediendo y con su apoyo económico, más los ahorros que había logrado, pudo comprar a crédito el acordeón de unos de los acordeonistas de los grupos que frecuentaban la tienda: el señor Carlos Arrieta, se trataba de un “Guacamayo de dos teclados”.
A partir de ese momento el joven Julio se concentró en el
aprendizaje de la ejecución del acordeón guiado por las observaciones que había
hecho, su intuición artística y el apoyo Ismael Sequeda (El Chea), ejecutante
del redoblante de la banda de Chochó, quien lo acompañaba con este instrumento
en sus prácticas y le enseñó asuntos de medida musical. A los tres meses de
haber adquirido el acordeón, el joven ya disponía de un conjunto integrado por
Ismael Sequeda con el redoblante, Solangel Domínguez (apodado El mello y primo
de Julio) con las maracas, Horacio De la Ossa Álvarez (tío de Julio) con la
guacharaca y Selanio, el hermano mellizo de Solangel, con el bombo. En el audio siguiente se puede escuchar el relato que Julio De la Ossa le hizo a Julio
Oñate Martínez en el año 1975 de esta experiencia.
Hacia el año 1955, el joven De la Ossa con el grupo descrito en el apartado anterior es invitado a amenizar un matrimonio en la población de Chinú, en el recién creado departamento de Córdoba (creado en el año 1952). En ese momento solo sabía interpretar 8 canciones: “La piña madura” interpretada por Guillermo Buitrago (Discos Fuentes, 1948), los porros “Pola Bette” y María Barilla, esta última interpretada por la Orquesta Emisoras Fuentes (1946), “Amaranto”, “Tengo un viaje”, de Alejandro Durán (Popular, 1953) “Merenguito Sabanero” de Eugenio Gil (Discos Fuentes, 1952) y los sones “Benedita” de Abel Antonio Villa (Discos Fuentes, 1947) y “La mata de col” de Los Vallenatos del Magdalena (Popular, 1953). Canciones en las que aún tenía limitaciones para tocar el bajo, salvo en la canción “Amaranto”.
Después de la
amenización del matrimonio, el grupo se integró a un espectáculo de acrobacias
realizado por maromeros que se desplazaban de pueblo en pueblo, a quienes
acompañaban para amenizar la apertura, los intermedios y el cierre del
espectáculo. Con dichos artistas populares, Julio De la Ossa y su grupo se presentaron en
varias poblaciones sabaneras durante un mes, siendo su primera experiencia en
la que pudo afianzar su aprendizaje. En el audio siguiente se escucha un amplio relato de esta experiencia que Julio De la Ossa le hizo a Julio Oñate Martínez,
en el año 1975.
Fuente: Julio Oñate Martínez, 1975
2.3 Julio De la Ossa y Gladys
Ochoa. Esposa y musa, 1956-1959
Hacia el año 1956, Julio De la
Ossa conoce a Gladys Ochoa, en la población de Ayapel, capital (cabecera) del
municipio del mismo nombre en el departamento de Córdoba, una joven de
aproximadamente 17 años que lo cautivó. La joven vivía en el corregimiento de
"El Cedro", muy cerca de la cabecera municipal de Ayapel (ver mapa),
con sus padres y tíos mientras Julio se movía por la sabana de Córdoba y
Bolívar (el departamento de Sucre no se había creado aún) en su labor de acordeonista itinerante.
El encuentro se dio en la fiesta de toros (Corralejas) que para entonces se realizaban anualmente. Julio realizaba presentaciones mientras Gladys presenciaba la tarde de toros desde uno de los palcos. Se inició un noviazgo que duró unos tres años llenos de vicisitudes por las largas correrías y ausencias de Julio y la resistencia de los padres de Gladys para aceptarlo como pretendiente de su hija, dado su actividad de músico que para entonces no era bien vista.
En el contexto anterior, hacia el año 1959, Julio le propone a Gladys irse con él a vivir a Sincelejo, aprovechando las fiestas de corraleja de Ayapel que se celebraban ese año. Al finalizar las fiestas los novios parten a escondidas de la familia de Gladys hacia Sincelejo. Al enterarse de los hechos, los padres de Gladys informan a la policía y esta institución realiza un operativo de búsqueda. Al llegar a la población de Buenavista, antes de la ciudad de Planeta Rica en el Departamento de Córdoba, el bus donde viajaban es detenido en un retén policial para ser inspeccionado, estaban en la búsqueda de la pareja. Julio abandona el bus en un intento por burlar a la policía, dejando Gladys con la esperanza de que ella pudiera continuar el viaje. La policía identificó a la joven, siendo bajada del bus y devuelta al seno de su familia, con lo que el plan de la pareja se frustró. En el Audio siguiente se puede escuchar el relato de este episodio que la misma protagonista, Gladys Ochoa, le hizo a Angel Massiris Cabeza, en entrevista realizada a la familia el 16 de septiembre de 2018.
Gladys fue la musa de Julio en muchas de sus composiciones. En la canción “Mi visita” narra hechos relativos a una de las visitas realizadas a su casa en Ayapel. En la canción “Gladys, mi amada” expresa los fuertes sentimientos amorosos que siente por su “estrella adorada”, por “la única flor que en su pecho se ha metido”. A continuación, se pueden escuchar esta última canción.
En el año 1959 Julio contrae matrimonio con Gladys, en ceremonia realizada en la ciudad de Ayapel. La fiesta dura tres días con la animación de bandas y conjuntos de música de acordeón. Uno de dichos conjuntos fue el de Alberto Rada quien alternaba con la agrupación del acordeonista recién casado. A partir de ese momento, se trasladan a la población de Sampués y posteriormente a Corozal, donde en el año 1960 nació Ludys Elvira, la primera hija de la pareja. Hacia el año 1962 la pareja se traslada a Sincelejo donde nacen Faider Alberto en el año 1962, Livis Melida en el año 1965 y Julio Roberto en el año 1966. En el año 1967 se mudan a Valledupar, donde nacen Ludvalierd Laudith en el año 1968, Hermes Julio en 1970, John en 1972 y Lairo Ritnel en 1982. Adicionalmente, como resultado de otras uniones sentimentales, Julio De la Ossa tuvo cuatro hijos más: Leiner, Libinson, Arselio y Dagoberto, para un total de doce.
En el año 1981, Julio De la Ossa graba la canción “Dibujando tu belleza” inspirado en las vicisitudes de su relación con Gladys por sus largas ausencias del hogar, le reitera su amor y le expresa su felicidad por tenerla a su lado, a continuación, se puede escuchar el audio.
En el año 1986, la familia de Julio De la Ossa vivió un momento de zozobra mientras el artista estaba en gira por Venezuela. En medio de la correría o “correduría” como se le llamaba entre los acordeonistas itinerantes de la época, hubo un accidente de tránsito en aquel país de unos músicos con consecuencias fatales. En Valledupar se regó la noticia de la muerte de Julio De la Ossa en dicho accidente y que Poncho Zuleta había traído el cadáver hasta Maicao. Esto último fue desmentido rápidamente por Poncho Zuleta, pero por dificultades de comunicación con Venezuela, la familia vivió varios días de incertidumbre y casi de duelo por el probable fallecimiento del acordeonista. La desaparición de Julio De la Ossa fue divulgada en la prensa nacional como se puede observar en el siguiente registro noticioso aparecido en el Diario el Tiempo del 4 de marzo de 1986 (ver noticia).
A los cuatro días la familia pudo localizar a Julio De la Ossa y saber que estaba vivo, lo cual también fue noticia nacional como se observa en el siguiente registro aparecido en el diario El Tiempo (ver noticia).
3. PRODUCCIÓN DISCOGRÁFICA DE JULIO DE LA OSSA
En este capítulo se describen los principales hechos y rasgos de la producción fonográfica realizada por Julio De la Ossa en su desarrollo artístico.
3.1 Primeras grabaciones
fonográficas. Discos Ecos
Hacia el año 1957, Julio De la Ossa entra en contacto con Calixto Ochoa quien para la época era ya un reconocido cantautor de música de acordeón y maestro en el arreglo de acordeones. Julio De la Ossa lleva su primer acordeón a arreglar donde Calixto y conoce los acordeones que éste tenía causándole una grata impresión. A partir de esta relación y después de negociaciones económicas, Julio compra uno de los acordeones de Calixto, muy superior al suyo, lo que le permite progresar en su calidad interpretativa.
Asociado a este encuentro, Julio De la Ossa conoce y entabla una buena
amistad con el cajero de Calixto, Rafael Díaz a quien apodaban “El Mocho” Díaz, quien le habla a Calixto de la calidad interpretativa de Julio y lo lleva a una
audición con el maestro Ochoa. De la Ossa le interpreta a Calixto el son de Abel Antonio
Villa, "Venedita" y el paseo “Carmencita”. Esta última fue la primera
composición de Julio De la Ossa, dedicada a una joven de la localidad de
nombre Carmen Martínez. La interpretación de “Carmencita” llamó la atención del
maestro Ochoa quien le pidió que se la volviera a cantar, seguidamente le pidió
que le cantara otra de su autoría, a lo que De la Ossa correspondió cantándole
“El motetico”, el maestro Ochoa emocionado con lo que estaba viendo y
escuchando le pidió a De la Ossa la interpretación de otra más de sus canciones
y éste le interpretó el merengue “En abarcas” y ante un nuevo pedido de Ochoa
interpretó una cuarta canción también de su autoría “Mi vida es para ti”.
A raíz de la audición y de la
aprobación por parte de Calixto, Rafael Díaz le habló a Roberto de la Barrera, propietario, junto con su hermano Raúl del recién creado sello discográfico DISCOS ECOS, sobre la joven promesa de la música en acordeón que
había en Chochó. De la Barrera se interesó en el joven acordeonista y se
desplazó hasta Chochó con Díaz a conocer el muchacho para invitarlo a grabar.
El joven De la Ossa se asustó frente a la idea de grabar, pues desconocía los
procedimientos de grabación y se resistió al ofrecimiento, situación que causó
frustración en el empresario.
Mientras ocurrían los hechos artísticos anteriores, en su vida familiar, hacia el año 1958 Julio De la
Ossa se entera de la ubicación de su padre en San Jacinto del Cauca, una
población cercana y quiso conocerlo, pues éste lo había dejado con su abuela
desde los dos años de edad, cuando murió la madre de Julio. “El mocho” Rafael
Díaz y Clímaco Novoa le acompañaron en el desplazamiento hacia el lugar donde
se encontraba su padre, quien al enterarse del viaje de su hijo fue a su
encuentro y lo llevó a su residencia. Julio estuvo unos dos meses conviviendo
con su padre y al finalizar la estancia le pidió a éste que le regalara un
acordeón a lo que su padre accedió dándole dinero suficiente para comprar un
buen acordeón de tres hileras. Con ese dinero, Julio De la Ossa buscó nuevamente
a Calixto Ochoa para comprarle otro de sus acordeones, en especial uno que
tenía adornos luminosos que maravillaban al joven. La negociación se hizo y
Julio dichoso complementó los adornos que tenía el acordeón, con unos espejos
que reflejaban la luz y llamaban la atención de los espectadores en las presentaciones
públicas.
Posterior a estos sucesos, en el mismo año de 1958, “El mocho” Díaz le insistió a Julio De la Ossa que grabara y lo llevó hasta Sincelejo para presentárselo de nuevo a Roberto de la Barrera quien dudó en recibirlo, por la molestia que le había causado la actitud negativa que el joven había tenido en el primer encuentro. Sin embargo, ante la insistencia del “Mocho” Díaz, De la Barrera invitó a Julio a viajar a Cartagena para grabar sus primeros discos. De la Ossa se decidió a acompañarlos y al día siguiente viajaron a una sesión de grabación en DISCOS ECOS en la que también iban a grabar, Lisandro Meza, Calixto Ochoa, Andrés Landero y César Castro. La grabación se realizó en el estudio de Discos Curro que, previamente, había sido arrendado por Roberto de la Barrera. En la sesión, Julio De la Ossa dijo en entrevistas que grabó dos sencillos en 78 RPM uno que incluyó los temas “El motetico” y “En abarcas”, el segundo, los temas “Mi vida es para ti” y el merengue “Mi Papelito”. En el siguiente audio se puede escuchar el relato de esta experiencia que Julio De la Ossa le hizo a Julio Oñate Martínez, en el año 1975.
Llama la atención que Julio, al hablar de sus grabaciones en discos Ecos, no se haya referido a otras grabaciones realizadas en dicho sello, entre ellas la versión original de "Mi visita", una de las más emblemáticas canciones de este cantautor, cuya grabación la encontramos en el desarrollo de esta investigación, como también encontramos otras tampoco mencionadas por De la Ossa, tales como el paseo “Inesita”, el merengue “El interés” y "Me critican". Mi visita fue grabada en un disco identificado con el serial Ecos 086-B acoplada por el otro lado con el merengue "Me critican" (Ecos 086-A). De ambas canciones no se había conocido hasta hoy la versión original. En este libro, por primera vez aparece publicada, en el numeral 3.3.1, el marbete y el audio de la grabación original de "Mi visita" en el sello Ecos. A continuación, se muestran los marbetes de "Inesita" y "El interés".
- Año de grabación
- Título de la canción
- Álbum en el que aparece
- Ritmo
- Compositor
- Sello / serial del productor fonográfico
- El conjunto Porvenir Santeño de Chichito Vergara versionó el porro "Flor de mañanita"
- Teresín Jaen con su Conjunto Alma Interiorana versionó el merengue "Mal proceder", el fandango "Te persigo", "La margentina" y "La visita".
- Dorindo Cárdenas con el Conjunto Orgullo Santeño versionó el merengue "Tu caída" y el paseo "La colegiala"
En este acápite se examinan algunas de las canciones de mayor impacto en la historia musical del Caribe colombiano, entre las que se mencionan "Mi visita", "La colegiala", "La margentina" y "Bella cascada"; las cuales hacen parte del repertorio de canciones clásicas de la música de acordeón del Caribe colombiano.
3.3.1 Mi visita (audio y marbete de la grabación original (Ecos, 1958)
Se trata de un paseo grabado originalmente, como ya se dijo antes, en el año 1958, en Cartagena en el sello Ecos y, en una segunda versión, en Barranquilla en el año 1967, en el sello Tropical. La canción se centra en las visitas que Julio le realizaba a su novia Gladys Ochoa en su residencia del corregimiento cordobés "El Cedro", en el municipio de Ayapel. A continuación, se muestra, por primera vez, el marbete y audio de la grabación original realizada por Julio De la Ossa en el sello Ecos y, seguidamente, el audio de la segunda versión grabada en Discos Tropical.
Ante el gran éxito de la canción, Julio De la Ossa grabó una segunda parte titulada "Contestación a mi visita", realizada en el año 1968, en el sello Tropical. A continuación, se muestra el audio de la contestación, así como el marbete.
Con la grabación de "La colegiala" ocurrió lo mismo que le pasó a otras canciones famosas las cuales fueron rechazadas inicialmente por los productores fonográficos. Codiscos rechazó la canción “La Colegiala” cuando le fue presentada por Julio De la Ossa lo que llevó a Julio a desechar la canción. Sin embargo, en una grabación que la agrupación realizaba para Discos Tropical en uno de los recesos, cantaron la canción que llegó a oídos del Técnico de grabación, David López, quien le informó al productor Emilio sobre dicho número que no estaba incluido en el disco y que a su juicio sería el éxito del álbum. Frente tal recomendación la canción fue incluida, en el año 1968, inicialmente en un sencillo junto con “Bella cascada” (Tropical 6617) (ver imagen) y, posteriormente, también en el LP Titulado “La colegiala”. En el audio siguiente se puede escuchar el relato que Julio De la Ossa hizo de esta experiencia al periodista Celso Guerra Gutiérrez.
A continuación, se puede escuchar el audio de la canción.
3.3.3 La margentina
Sin duda una de las canciones más destacadas del cancionero costumbrista de Julio De la Ossa, relativo a aventuras amorosas surgidas en medio de las emociones que generaban los acordeonistas itinerantes del Caribe colombiano en sus presentaciones de pueblo en pueblo. El motivo de la canción se centra en la joven Rosalba Villa, natal de la población antioqueña de Margento, perteneciente al municipio de Caucasia; quien, en una presentación de Julio De la Ossa en la población bolivarense de San Jacinto del Cauca, cabecera del municipio del mismo nombre; llamó poderosamente la atención del artista, quien quedó prendado por la belleza de la joven.
El gran éxito de esta canción y su amplia difusión contribuyó al reconocimiento y promoción social de las dos poblaciones mencionadas en la canción, al punto de que en San Jacinto del Cauca se ha venido organizando un "Festival de acordeoneros y compositores" en homenaje a Julio De la Ossa, como el realizado en el mes de marzo de 2025 (ver imagen).
3.3.4 Bella cascada
Es una hermosa canción con una buena dosis de poesía y filosofía. Veamos su letra:
la canción parte de una reflexión filosófica en sus dos primeros versos, cuya idea constituye el sustrato del resto del mensaje: "Creo que no vale la pena decir tantas cosas pa entender poquito / Vamos a decir poquito y buscamos ramales de hacerlo infinito". Es una idea que parte de la crítica al hablar demasiado y confuso, al punto de hacerse poco comprensible, lo cual nos lleva a recordar el estilo del lenguaje de Cantinflas en sus películas, del que surgió la expresión "Cantinflesco" para calificar al lenguaje en el que se habla mucho y se dice poco. El segundo verso es una invitación a hablar poco con ideas bien conectadas ("ramales") que faciliten su comprensión por todos ("hacerlo infinito"). La poesía se observa en los versos siguientes en los que el letrista, acudiendo a símiles, metáforas e hipérboles, adorna el mensaje para darle un alto contenido estético.
Se trata, sin duda, de la canción de más alto vuelo filosófico y estético del repertorio de Julio De la Ossa, cuya autoría, como era común en la producción discográfica de los años cincuenta y sesenta, ha sido objeto de discusión, como lo ilustra el investigador Carlos Alberto Ramos, quien, basado en testimonios, plantea la reivindicación de la autoría de la letra de esta canción por parte de Rubén Darío Salcedo y por el compositor chibolero (Chibolo, Magdalena) Eduardo Campo. Sin embargo, es claro que estas controversias autorales, solo se resuelven mediante fallos judiciales y, sobre esta discusión, no se conoce la existencia de alguna demanda judicial; razón por la cual se ha tratado más de una controversia especulativa o anecdótica, propia de una época en la que los autores y compositores de nuestra música de acordeón vendían o regalaban sus letras y/ o composiciones dentro de un ambiente de compadrazgo, amistad y escaso interés económico.
La canción fue grabada originalmente en el año 1968, en un disco sencillo, del sello Tropical, cuyo marbete y audio se muestran a continuación.
4. HECHOS DESTACADOS EN LA VIDA ARTÍSTICA DE JULIO DE LA OSSA
En este acápite se describen algunos de los más destacados hechos de la vida artística de Julio De la Ossa.
4.1 Julio De la Ossa Octavo rey del Festival de la Leyenda Vallenata, 1975
Julio De la Ossa y su familia se establecen en Valledupar hacia el año 1967, después de haber tenido estancias cortas en dicha ciudad desde 1963, a instancias de Roberto Pavajeau, quien le dio apoyo y lo relacionó con los actores de la música vallenata de aquella época. En dicha ciudad se agrupó con el cajero Alcides Sarmiento y con Abel Suárez quienes le enseñan a tocar vallenato, en especial el ritmo de la puya que Julio interpretaba de modo similar al fandango sabanero. Alcides Sarmiento enseña a De la Ossa a interpretar correctamente la puya y participa por primera vez en el Festival de la Leyenda Vallenata de Valledupar en el año 1969 quedando tercero, posición que repitió en el año 1972. En el año 1973 se presenta nuevamente ocupando el segundo lugar, en 1974 ocupa el tercer lugar y en 1975 obtuvo la codiciada y luchada corona de Rey Vallenato, batiendo en la final a los grandes acordeonistas Ovidio Granados, César Castro y Alberto Rada. En el jurado estuvieron, entre otros, Alfredo Gutiérrez y Armando Zabaleta. El fallo fue bien recibido por la concurrencia, dado el carisma que como persona y como artista gozaba Julio De la Ossa en el mundo de la música de acordeón vallenato y sabanera. El hecho fue registrado a nivel nacional por el periódico El Tiempo como se puede observar a continuación.
En el siguiente audio se puede escuchar el relato que Julio De la Ossa hace de esta experiencia al periodista Celso Guerra Gutiérrez, en los años noventa.
En el siguiente video se puede observar un pequeño fragmento de una de las participaciones de Julio De la Ossa en el Festival vallenato.
En el año 1990, Julio De la Ossa fue coronado como Rey en el Decimotercer Festival Sabanero de acordeón realizado en Sincelejo, entre finales de noviembre y comienzos de diciembre del año en referencia, en homenaje a quien para entonces era uno de los más reconocidos impulsores de la música colombiana: Jimmy Salcedo. En el evento Julio De la Ossa enfrentó a reconocidos acordeonistas tales como Alberto Rada, Náfer Durán, Gustavo Badel, Alejo Orozco, Eliécer Ochoa, Rufino Barrios y Pedro Elías; demostrando con este triunfo que fue un versátil ejecutante de los ritmos tanto vallenatos como sabaneros de la música de acordeón del Caribe colombiano. En la imagen siguiente se muestra una noticia de prensa de los días previos al concurso del XIII Festival sabanero del acordeón.
4.3 Julio De la Ossa, Rey del acordeón en el Festival Folclórico de la Leyenda del Hombre Caimán, Plato, Magdalena, 1986
Julio De la Ossa no solo fue un eximio acordeonista, compositor y cantante, sino que, además, en su trasegar artístico le dio oportunidades a artistas vallenatos cuando andaban en la búsqueda de oportunidades para darse a conocer en el mundo artístico, es el caso de Rafael Orozco, quien en sus inicios fue guacharaquero de Julio De la Ossa, antes de que Emilio Oviedo lo descubriera como cantante. En el video siguiente El mismo Emilio Oviedo testimonia el vínculo de Orozco con De La Ossa.
En el caso de Jorge Oñate es diciente que este ícono de la música popular vallenata afirme que aprendió a cantar con el canto de "La Margentina", como lo dice en el siguiente video
5. HOMENAJES, EXALTACIONES Y RECONOCIMIENTOS
Reconocimiento de Sayco, 1987
Décimas de Alfredo Martelo Escobar en homenaje a Julio De la Ossa. "Cada estrofa, una canción", en Chochó (Texto).

































Hablar de Julio de la Ossa es hablar de un juglar íntegro , tocaba ,cantaba , versia
ResponderBorrarba y componia , una joya importante en nuestro folklor , se inició y compitió al lado de otras figuras de nuestra música tradicional , mil bendiciones y abrazos para su familia por tener un padre tan importante en el folklor . Escribe Alonso Gil , profesional del acordeon .
Esta Biografia del gran Rey maestro Uulio de la Ossa , es toda una primicia y acierto en la vida y obras del Maestro, felicitaciones y me siento horgulloso que me haya grabado el tema , YA TENGO TU AMOR, de mi autoria Rigoberto Restan Doval de la ciudad de Monteria en su ultimo trabajo discográfico, felicitaciones y exitos.
ResponderBorrarSuper amigo Ángel. En mi colección de discos cuento con un buen número de 78 rpm y Lp. Felicitaciones.
ResponderBorrarBuenas noches, Gracias don Ángel por este maravillosa y excelente reseña biográfica sobre el maestro Don Julio de la Ossa, también gracias por mencionar la relevancia musical de Julio de la Ossa en Panamá.
ResponderBorrarGracias y Cordial Saludo, desde Panamá.
Excelente trabajo del Dr. Angel, biografico y musical de uno de los mejores reyes vallenatos, Ahhh y era sabanero como Cesar Castro, Andres Landero, Alfredo Gutierrez, Freddy Ramón Sierra y muchos mas que se han destacado en la interpretacion de nuestra música Vallenata
ResponderBorrarMaestro Angel, excelente trabajo biografico y musical de uno de las grandes de la musica vallenata. Ahhh y era sabanero como Andres Landero, Cesar Castro, Alfredo Gutierrez y Freddy Ramón Sierra y Felipe Paternina, entre otros, quienes se han destacado como grandes autores, compositores e interpretes . Felicitaciones
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