EXORDIO
El presente texto es de enorme trascendencia académica, gracias a su estructuración investigativa y didáctica, en la que nada queda oculto, porque en Massiris, ante todo, prima el espíritu de educador. Conocedor del proceso de enseñanza-aprendizaje y de los vericuetos de la investigación utiliza cuadros, estadísticas como recurso didáctico, con los que expone la trayectoria de un artista original sin dejar de lado ningún detalle de su obra artística.
Ángel Massiris Cabeza, el
maestro, se desnuda a cuero limpio, y en esa desnudez epistémica, examina la obra de Rudas Mieles, la calidad expresiva y recursos
estilísticos de sus toques, pases donde un maestro se mira en el espejo
límpidamente, en el espejo de un músico ejemplar, a quien atrapa en un amplio
espectro sensorial.
En el texto, el amor no se detiene
nunca, se embriaga y anda desvergonzadamente, en una geografía que se canta a
profundidad sentimental, en las que se concitan emociones, encrespadas en la
idealización de un Yo poético en Rudas y en un Yo en término narrativo de
Massiris.
Texto digno de excelsa
literatura, donde el lirismo nos muestra de manera evocadora la exaltación del
sentimiento amoroso. Vuelvo a creer en los seres humanos, capaces de
instalarnos en el Edén de que la vida al margen del amor es una pesada
pesadilla.
Descubro en Ángel y en Ismael
unos compases en el tempo musical que deviene en AMOR, por lo que, cada quien,
sabe realizar en el terreno del arte y de la escritura.
ENRIQUE LUIS MUÑOZ
VÉLEZ
PRÓLOGO
Pueden ser las casi 700 obras musicales, las que el autor de este libro, el profesor Angel Massiris Cabeza, nos reseña, con ese modo especial que siempre lo ha caracterizado en sus trabajos investigativos, pero también son esos detalles, poco conocidos, los que se nos presenta de ese mundo mágico y musical de Ismael Antonio Rudas Mieles, el más, o por lo menos uno, de los más versátiles virtuosos e indomables creadores de hermosas figuras del acordeón, quien no solo heredó el nombre sino que recogió los frutos que su padre, el gran Ismael Rudas Jaramillo, cultivó en su dedicado oficio de afinador y componedor de esos acordeones que los más famosos juglares descargaban en la sala de su casa para que le curara las heridas y le aliviara el cansancio que largos trajinares y difíciles faenas musicales les producían.
Allí en ese Caracolicito, dorado por el ardiente sol caribeño, pero matizado por las dulces brisas que bajaban de la Sierra Nevada, al que nuestro protagonista le brinda su lírica en deliciosas páginas musicales, allí fue donde Ismaelito, como le dicen en el pueblo, se llenó de la verdadera sabia musical, acumuló consejos y cargó su herencia y sueños y se fue a comer ese mundo musical, en sus papeles de acordeonista, compositor, arreglista, productor y promotor de la música vallenata, tal como el doctor Angel Massiris Cabeza lo muestra en esta obra maravillosa hecha, como ya nos tiene acostumbrados, con meticulosa precisión en una investigación profunda que nos permite saborear con verdadera fruición toda la vida musical de un verdadero creativo del bondadoso oficio de ejecutar el acordeón.
ANTONIO DAZA OROZCO
INTRODUCCIÓN
Ismael Rudas Mieles ha sido uno de los grandes protagonistas del desarrollo de la música vallenata en la segunda mitad del siglo XX. La grandeza de su obra artística es evidente en numerosos hechos que se documentan en este libro referidos a los distintos roles realizados a lo largo de su vida artística: acordeonista, productor musical, arreglista, compositor y divulgador a nivel nacional e internacional de la música vallenata.
Como acordeonista son varios los hechos que demuestran su protagonismo, los cuales se enuncian a continuación.
a) Con Daniel Celedón conformó una pareja musical grabando 121 canciones que dejaron una honda huella en la generación de jóvenes de finales del siglo XX, quienes aún hoy escuchan y disfrutan las canciones de El Doble Poder como se denominaron en siete de los ocho álbumes completos producidos, con un estilo profundamente lírico poético mediante el cual la voz tenor de Daniel con el trinar lírico del acordeón de Ismael comunican emociones de amor, dolor, nostalgia, añoranza y crítica social, como en las canciones "Drama provinciano", "Un día muy triste", "Imposible" o "La lavandera", para solo citar algunas. Los aportes de esta pareja a la música vallenata se detallan y documentan en el numeral 3.4.
b) Con Jesús Manuel grabaron 32 canciones a comienzos de los años noventa, en las que mantuvieron los elementos líricos anteriores; cuyo impacto sociocultural salta a la vista con solo mencionar una de las tantas canciones interpretadas que emocionaron a los jóvenes de finales del siglo XX y comienzos del XXI: "Directo al Corazón". En el numeral 3.13 se ahonda en los aportes realizados por esta pareja a la música vallenata.
c) En su trayectoria artística ha grabado con 45 cantantes, entre los que se destacan por el número de grabaciones, Daniel Celedón, Jesús Manuel, Juan Luis Serge, Adaníes Díaz, Juan Piña, Elías Rosado, Rafael Mendoza, Armando Mendoza, Hugo Rangel, Romualdo Brito, Elías Rosado, Otto Serge, Jorge Celedón, Juan Piña, Ronald Ayazo, Leandro Torres, Toby Murgas y Raúl Fernando (ver Tabla 3).
d) Como productor musical, Ismael Rudas dirigió la producción o coproducción de 27 álbumes, documentados en la Tabla 2, siendo la más destacada, la colosal obra "100 años de vallenato" lanzada en el año 1997 y reeditada en el 2016. Esta es la más importante obra musical realizada en la historia de la música vallenata, por lo que ha representado para la universalización del conocimiento del vallenato raizal o tradicional y la preservación de la memoria cultural del mismo.
e) Como compositor es el autor de 51 canciones, las cuales se encuentran documentadas en la Tabla 1, entre las que aparece una trilogía compuesta en los inicios de su carrera artística: "Imelda", "El viejo baúl" y "Camino sombrío", esta última guardada en el viejo baúl de Ismael durante 55 años y que en este trabajo sale a luz. Se trata de una trilogía enmarcada en una de los estilos más notable de la música vallenata: el lírico-poético romántico. En las tres canciones Ismael Rudas desarrolla una historia de amor, dolor y añoranza; de ensoñación, desencanto y nostalgia en tres capítulos: "Imelda" el capítulo de la ensoñación, "El viejo baúl" el capítulo del desencanto y "Camino sombrío" el capítulo de la añoranza. Una historia desarrollada en un escenario de alto valor emocional para el maestro Rudas: el camino sombrío de Caracolicito a las Colonias donde se encontraba Imelda, muy cerca a la cascada y a un viejo bohío. Los hechos de esta historia, expresados poéticamente por su autor, se describen y analizan en el segundo capítulo de este trabajo.
f) Como divulgador el maestro Rudas ha promocionado la música vallenata en diversas actuaciones a nivel nacional e internacional. En 1973, realizó presentaciones durante 60 días en Estados Unidos, auspiciadas por Discos Fuentes, las cuales se documentan en el numeral 4.1. En 1997 realizó una gira por Europa, en el marco de la promoción de la obra 100 años de vallenato, en la que estuvo acompañado por Daniel Samper, Daniel Celedón, representantes de la empresa MTM y de los miembros de su conjunto. Esta gira se documenta en el numeral 4.9. En el ámbito nacional son innumerables las presentaciones realizadas en los años setenta, ochenta y noventa en la televisión nacional, en escenarios de proyección nacional de Bogotá, en el Festival de la Leyenda vallenata y en otros festivales de música de acordeón regionales, los cuales se documentan en el capítulo 4 de este estudio. Además, junto con Daniel Celedón, ganaron el Congo de Oro en el Carnaval de Barranquilla en el año 1982, hecho que se documenta en el numeral 4.5
Rudas Mieles imprimió a la canción vallenata un estilo particular y emocionante, a partir de la maestría en la ejecución del acordeón en conjunto con su kinesia o lenguaje no verbal en el escenario; expresado en gestos, posturas y movimientos corporales, acompasados con el sonido de su acordeón que añade fuerza emocional a la interpretación vocal del intérprete y le da un toque de espectacularidad a sus presentaciones públicas, como se puede observar en el siguiente video.
Fuente: Programa de TV Estelares del vallenato (fragmento)
La grandeza de la obra artística de Ismael Rudas Mieles aparece documentada en este libro a partir de las 697 canciones en las que participó como acordeonista, cantante, compositor o productor musical, cuyos datos identificadores y descriptores se presentan en el Anexo que aparece al final del texto, a partir del cual se elaboraron tres tablas síntesis referidas a los álbumes, cantantes y compositores. Estos datos se complementan con 58 audios que evidencian su virtuosismo en la ejecución del acordeón, 23 vídeos que muestran su kinesia en las tarimas y presentaciones en televisión; complementado con 40 imágenes, 14 noticias de prensa, una gráfica, dos poenatos y el análisis de 10 hechos destacados, así como de la lírica de sus composiciones y de su actuar en los roles de acordeonista con 45 cantantes y de productor o director musical.
Todo lo enunciado es apenas un abrebocas del mundo de hechos que integran la historia artística de Ismael Antonio Rudas Mieles, a cuyo conocimiento están todos invitados, entrando a este libro sonoro que constituye un testimonio documentado de una vida dedicada con pasión al arte del acordeón y a la música vallenata.
1. INICIOS DE LA TRAYECTORIA ARTÍSTICA DE ISMAEL RUDAS, 1967-1970
Ismael Antonio Rudas Mieles nació el 3 de enero de 1948, en la población de Caracolicito, departamento del Magdalena, hoy perteneciente al Departamento del Cesar. Fue allí, en su pueblito natal, junto a su padre Ismael Antonio Rudas Jaramillo, donde desde niño comenzó su relación con la música. Su padre era un diestro en la estructura, conformación y reparación de acordeones, cuyos servicios eran requeridos por los más importantes acordeonistas de la región de los años cincuenta: Luis Enrique Martínez, Pacho Rada, Abel Antonio Villa, Náfer y Alejandro Durán entre otros. Observando la labor de su padre y las prácticas de estos acordeonistas, el niño Ismael fue aprendiendo a ejecutar el acordeón y a distinguir las diferentes cadencias de los aires vallenatos y de otros géneros musicales que se escuchaban y se interpretaban en el Magdalena Grande (hoy integrada por los departamentos de La Guajira, Cesar y Magdalena).
En el año 1952, con tan solo cuatro años de edad, el niño Ismael ya tocaba el acordeón, por lo que no es extraño que a los cinco años de edad amenizara con un acordeoncito su quinto cumpleaños en la población de Arenal (Bolívar), donde había sido llevado por su padrino, Pedro Figueroa, a pasar el fin de año. En la primera mitad de los años sesenta Ismael tenía una agrupación con la que amenizaba fiestas y tertulias familiares en Caracolicito y sus alrededores.
1.1 Ismael Rudas y el Combo Nuevo de Ocaña y presentaciones en Bogotá
En 1967, la fama de acordeonista del joven Ismael Rudas Mieles se había extendido por la región. Un día del año en referencia apareció en su casa el señor Raúl Emiro Castro, quien trabajaba como cajero en agrupaciones musicales de Ocaña, solicitando los servicios del joven para integrarlo a la agrupación Los Playoneros de esa ciudad, cuyo formato instrumental era de los combos de esa época. Con el consentimiento de sus padres, Ismael viaja a Ocaña para integrarse al combo Los Playoneros.
En aquel momento, Ocaña tenía fuertes vínculos socioculturales con el Caribe colombiano y colegios como el José Eusebio Caro ejercía un significativo atractivo a estudiantes caribeños, razón por la cual la comunidad costeña estudiantil de Ocaña era muy importante en tamaño y querida por la población ocañera. La existencia de dicha comunidad imprimió un ambiente de alegría y música a la ciudad, lo que estimulaba la llegada de músicos y la creación de agrupaciones que ofrecían sus servicios artísticos tanto a la población nativa como a la población estudiantil flotante.
Al llegar Ismael Rudas a Ocaña se encontró con un conflicto entre los miembros del Combo Los Playoneros, que terminó en una escisión liderada por el guitarrista de la agrupación Mario Restrepo, quien impulsó la conformación de un combo nuevo, al que fue invitado Ismael Rudas. De esa manera comenzó el trabajo profesional del joven Ismael como integrante de la nueva agrupación, cuyo nombre como reflejo de su origen fue el de “El Combo Nuevo”. En la foto de la imagen siguiente se muestran los integrantes de El Combo Nuevo a finales de los años sesenta. (ver Imagen).
Foto Combo Nuevo. Tomada de Facebook, Ocaña Semanario La Provincia (2020). Parados de izquierda a derecha: Mario Restrepo (Bajo eléctrico), Raül Emiro Castro (caja), Javier "Cucho" Sánchez (Tumbadora), Álvaro Vergel Troncoso (cantante y guacharaca), Luis Páez "Pascua" (Saxofón y clarinete), Ismael Rudas Mieles (Acordeón). Agachado. Jesús "La bruja" (timbales).
Desde su creación en el año 1967, el éxito de El Combo Nuevo fue muy rápido y arrollador, los servicios de la agrupación eran solicitados por los clubes más encopetados de la región y la amenización de bailes y fiestas populares se extendió a otros lugares de Norte de Santander, Santander y Cesar como Sardinata, Cúcuta, Pamplona, Tibú, Bucaramanga, Aguachica, San Martín y Ábrego; así como en los barrios de Ocaña tales como La Popa, Las Llanadas, El Carretero,, El Llano, El Tamaco, La Piñuela y El Palomar, entre otros.
El repertorio principal lo constituían canciones de Los Corraleros de Majagual que gozaban de un alto reconocimiento en el Caribe colombiano en la segunda mitad de los años sesenta, tales como “la burrita”, El vampiro, “Hace un mes”, “Suéltala pa que se defienda”, “la manzana”, “El bailador” y “la bonga”; asimismo, deleitaban al público interpretando el pasebol de José Velásquez “Quisiera amarte menos”, que había hecho famoso Alfredo Gutiérrez y sus estrellas a mediados de los años sesenta; así como canciones de Los Blanco de Venezuela, como "El soplo" que era una de las predilectas por los danzantes de Ocaña en el año 1967. Se menciona también en el repertorio, el bolero “Rondando tu esquina” grabado originalmente por Aníbal Velásquez y canciones de Julio de la Ossa como “Mi visita” y “La colegiala” y una que nunca podía faltar: “El songo sorongo” grabado originalmente por Rafael Cabeza. De la misma manera, El Combo Nuevo, con su figura estelar Ismael Rudas en el acordeón, interpretaba adaptaciones de canciones del repertorio de Los Hispanos, La Billo´s Caracas Boys y Los Melódicos, entre otras orquestas de música tropical bailable muy renombradas en el Caribe Colombiano a finales de los años sesenta.
En ese mismo año de 1968, la agrupación viaja a Bogotá a presentarse en la Media Torta, hecho que ocurrió el 5 de mayo de ese año, la noticia de dicha presentación quedó registrada en el diario El Tiempo (ver imagen siguiente). En ese mismo año, ganaron un concurso regional para representar a Ocaña en el concurso nacional “La Orquídea de Plata Philips”, el cual se transmitía por la Emisora Nuevo Mundo de Bogotá para todo el país. En dicho concurso El Combo Nuevo obtuvo el segundo lugar. En la modalidad de grupos.
Fuente: El tiempo, 05-05-1968
La experiencia artística de Ismael Rudas con El Combo Nuevo fue fundamental en su formación musical, ya que el formato de combo, con saxofón y guitarra eléctrica, le daba un matiz diferente al estilo del vallenato; la estructura melódica exigía una mayor responsabilidad armónica, que de alguna manera enriqueció su experiencia musical de acordeonista empírico del tradicional género vallenato y amplió su alcance comercial.
1.2 Ismael Rudas y los primeros cantos del compositor Fernando Meneses
El éxito logrado por El Combo Nuevo en Ocaña convirtió a esta agrupación como referente para los jóvenes cantantes y compositores que andaban en la búsqueda de oportunidades para mostrar su talento. Fernando Meneses, el compositor que después contribuyó con sus composiciones al encumbramiento del Binomio de Oro, era uno de esos jóvenes. Meneses había llegado desde el municipio de La Gloria, perteneciente hoy al Departamento del Cesar, hasta Ocaña en el año 1963, para realizar sus estudios de educación básica en el afamado colegio José Eusebio Caro.
En 1967, el joven Meneses se acercó en varias oportunidades a Ismael Rudas para pedirle que le dejara interpretar algunas de sus composiciones en los bailes que la agrupación amenizaba; en las primeras dos ocasiones Rudas, que ya percibía la alta calidad compositiva del aquel jovencito, le dio la oportunidad de que interpretara una de sus composiciones; pero fue en un acto festivo realizado en el aeropuerto de Aguas Claras, donde pudo darle una oportunidad más amplia. Ese día, en ese acto que fue transmitido por Radio Catatumbo, Fernando Meneses se presentó nuevamente ante Ismael Rudas Mieles en busca de oportunidades para cantar sus composiciones, aquel día el novel compositor y cantante pudo interpretar al menos cuatro de sus composiciones inéditas. Naciendo desde entonces una amistad entre el acordeonista y el compositor que se ha cultivado hasta hoy.
Fernando Meneses en su libro autobiográfico “Momentos de amor” se refiere a una de las canciones interpretadas aquel día, en los siguientes términos:
“Tiempo después, y orgulloso de mi canción, enterado de que la reinauguración del aeropuerto Hacaritama (sic) sería animada en directo por la emisora Radio Catatumbo, de Jorge Cabrales, por Ismael Antonio Rudas Mieles, gran acordeonero que admiraba y hacía parte de la agrupación El Combo Nuevo, que dirigía Mario Restrepo, me encaminé hacia allá, con mi canción y mis sueños. En un corte de comerciales de la emisora, me le acerqué a Isma, le hablé sobre la composición, la oyó, y le gustó tanto, que se terció al pecho su acordeón, buscamos el tono adecuado para mi voz y la cantamos en directo por la radio. Fue la primera persona de quien oí la aprobación, me animó a seguir y nunca olvidaré cuando dijo que yo sería un gran compositor. A Isma me une una gran amistad desde entonces. Gran satisfacción sentí cuando, años más tarde, fui testigo de su gran éxito junto a Daniel Celedón, con El Doble Poder” (Meneses, 2021:47)
1.3 Separación del Combo Nuevo y regreso de Ismael a Caracolicito
En el año 1970, Ismael Rudas, a sus 22 años de edad, reflexiona sobre su futuro. Observa que se encuentra bien en El Combo Nuevo, sus ingresos eran prolijos, pero su rol como acordeonista no era principal, pues en el formato de combo de la agrupación primaban los metales sobre el fuelle del acordeón; mientras esto ocurría observaba a acordeonistas como Alfredo Gutiérrez, Aníbal Velásquez, Julio de la Ossa y Rafael Cabeza con su “songo sorongo”, quienes estaban en la cúspide del éxito y el reconocimiento popular y él soñaba con emularlos. Para lograrlo tenía que desvincularse de El Combo Nuevo para organizar su propia agrupación de música de acordeón, por eso un día de 1970 Rudas tomó la decisión de regresar a su tierra, comprometiéndose con Mario Restrepo, a buscar su reemplazo, recomendándole a un primo suyo: Abel Fuentes Rudas, quien asumió la vacante.
2. COMPOSICIONES DE ISMAEL RUDAS
2.1. Visión general
En la investigación fueron documentadas 51 composiciones grabadas, de autoría del maestro Ismael Rudas Mieles, entre las más destacadas se menciona la trilogía de letras líricas-poéticas románticas: “Imelda”, “El viejo baúl” y “Camino sombrío”, las cuales constituyen tres capítulos de una historia de amor, dolor y nostalgia. En la Tabla 1 se muestran las composiciones documentadas en el estudio.
2.2 Poesía lírica romántica en las letras de Ismael Rudas
La poesía es una manifestación de belleza o sentimiento estético comunicado a través de la palabra. La poesía lírica es una expresión de emociones y de estados anímicos, en el que prima la subjetividad del hablante transmitida en primera persona (Yo) y, por tanto, todos los elementos exteriores que aparecen, son vistos desde la subjetividad del Yo; de un Yo lírico que no necesariamente manifiesta sentimientos basados en hechos reales sino también imaginados.
Cuando un poema o letra lírica idealiza o sublima los sentimientos y los expresa con intensidad; entonces se trata de poesía lírica romántica en la que los estados emocionales y evocaciones de amor y dolor se describen en tonos expresivos que, en el caso de los poemas o letras con motivos líricos de amor, tienen su máxima manifestación en idilios, ensoñaciones, amores platónicos, cortejos y odas; y en los poemas o letras con motivos líricos de dolor, se manifiesta en añoranzas, despechos, lamentos, desencantos, sentimientos de culpa, etc.
Con base en el anterior marco conceptual se encontraron en las primeras composiciones de Ismael Rudas una trilogía de letras enmarcadas en la poesía lírica romántica: “Imelda”, “El viejo Baúl” y “Camino sombrío”, letras surgidas de hechos reales idealizados y sublimados por la imaginación poética de su autor, tal como se describe a continuación.
2.2.1 Imelda. Una ensoñación: contexto, gestación y características liricas poéticas
Contexto
Liberado de su participación en El Combo Nuevo y con su mente fija en la idea de conformar su propia agrupación musical y triunfar como lo estaban haciendo Julio de la Ossa, Alfredo Gutiérrez, Calixto Ochoa, Lisandro Meza, César Castro, Aníbal Velásquez, Luis Enrique Martínez, Alejandro Durán y tanto otros acordeonistas; Ismael Rudas regresó a su pueblo Caracolicito, encontrándose con la novedad de que ya no era magdalenense sino cesarense, pues dos años antes se había creado el Departamento del Cesar y Caracolicito había quedado bajo la jurisdicción del nuevo departamento. Una segunda novedad fue la del traslado de su madre a Santa Marta, mientras su padre seguía al frente de su taller de acordeones en el pueblo. De este modo, mientras aparecían las oportunidades para iniciar su vida artística independiente, recibió una invitación de sus viejos amigos del pueblo para un día de parranda en La Colonia Agrícola de Caracolicito, también llamada por la población como “Chimila” o “Las colonias”, muy cerca del pueblo, hecho que dio origen a su primera composición: Imelda.
La Colonia Agrícola de Caracolicito era, en los años sesenta y setenta, un lugar cargado de significado emocional para los caracoliciteros, quienes viajaban con frecuencia del pueblo a las colonias en donde encontraban un ambiente natural placentero. Fue creada en el año 1938, bajo el gobierno de Eduardo Santos en el marco de las políticas de colonización impulsadas por el Estado colombiano en la década de los años treinta. La extensión inicial fue de 50.000 hectáreas para la producción agrícola de familias, a quienes se les entregaban parcelas de 20 hectáreas listas para la siembra, acompañada de apoyos económicos para la adquisición de herramientas. En 1945, los cultivos principales eran arroz, yuca, plátano, maíz, fríjol, caña, tabaco, ajonjolí, café y algodón; generalmente para el autoconsumo, debido a las dificultades del transporte para llevar los productos a los mercados más cercano de Fundación y Valledupar. En 1946, la colonia ya contaba con 150 familias admitidas y en los años sesenta ya era un núcleo importante de producción agrícola, pero seguía frenado por el aislamiento de los mercados; lo que lo convertía en un enclave agrícola en cuyo entorno seguía predominando el ambiente natural prístino de los espacios geográficos poco transformados por la mano del hombre.
Allí, en la Colonia Agrícola de Caracolicito, en la parranda mencionada antes, conoció Ismael Rudas a Imelda Contreras, quien hacía parte de una de las familias productoras de la colonia, bajo la tutela de Alicia Pavajeau de Quiroz, la primera maestra que tuvo Ismael en el pueblo, a quien le tenía un profundo respeto, casi de veneración, que le impedía ver a Imelda con lascivia, predominando en su mirada un cariño casi fraternal. Fue una parranda organizada para un día que se extendió a tres, en la cual Rudas Mieles pudo sentir el afecto y calor humano de aquella familia campesina, de costumbres nobles siempre dispuesta a hacer sentir bien a los visitantes. Rudas se sintió acogido en aquel ambiente de tanto aprecio y cariño que no pudo resistirse a extender por un día más aquella parranda y fue, en ese ambiente, que ocurrió un mal entendido que marcó para siempre la relación entre Ismael e Imelda.
En efecto, habían transcurrido ya dos días de parranda amenizados por Ismael Rudas en los que tocó un repertorio predominantemente de paseos y paseboles de los romances vallenatos grabados por Alfredo Gutiérrez desde 1968, artista muy admirado por Ismael y principal referente a emular.
En la noche de ese segundo día de parranda, la fatiga y el sueño ya eran insoportables, era el momento de la partida y así lo anunció con voz fuerte para que fuera escuchada por todos, pues aún seguían animados disfrutando de las notas de su acordeón: ¡Voy a tocá la última pa irme!, dijo, la audiencia sorprendida por aquel inesperado anuncio, enmudeció, en la pronunciación de la última palabra, quizás como fruto del cansancio y la modorra por la falta de sueño, la r de “irme” no fue tan clara y todos, lo que escucharon fue que iba a tocar la última pa Ime, como cariñosamente le decían a Imelda; de modo que Maritza Quiroz, prima de Imelda, saltó de su silla y corrió a buscarla, para que escuchara la canción que supuestamente Ismael había anunciado que le dedicaría. Los susurros entre los familiares de Imelda eran inocultables y la vergüenza de Ismael con su profesora Alicia y con Imelda era profunda, por el hecho de que se creyera que él estaba manifestando públicamente atracción por la hermosa joven campesina. Ese hecho motivó la extensión de la parranda por un día más y el nacimiento del mito de un idilio entre el acordeonista e Imelda, alimentado por la imaginación poética de Ismael, plasmada en el poema lírico romántico que escribió en “un papel blanco manchado de azul”, titulado Imelda, convertido después en canción.
Gestación de la canción
A la mañana siguiente, muy temprano Ismael y sus amigos iniciaron el camino de retorno a la población de Caracolicito, para ese entonces ya la colonia agrícola tenían una vía de penetración que permitía el transporte en carro, pero muy lentamente, pues, aunque la distancia lineal o geométrica entre Caracolicito y la colonia era muy corta, como si fuera un barrio del pueblo, la distancia geográfica real, era lejana, dada la característica ondulada del relieve y las malas condiciones de la vía, que extendían la duración del viaje a una hora y media en promedio.
Durante el recorrido Ismael intentó dormir, pero los desniveles y curvas del camino hacía imposible un sueño profundo, de modo que en el estado de vigilia comenzó a rememorar lo ocurrido en aquellos tres días de parranda: el bullicio de la gente en la cascada, el canto de quienes trataban de hacer coros en la parranda, el rumor del río, y todo ese mundo de experiencias vividas, que en su vigilia se volvieron ensoñación y que Ismael, en su talento artístico idealiza y vuelve poema que luego musicalizó. El ejercicio escritural lo hizo en la pensión “El Idilio” que en la canción aparece como el viejo bohío y, como en toda ensoñación lírica amorosa, el epicentro era una mujer sublimada, que en la ensoñación tomó el nombre de Imelda, la misma a quien supuestamente le había dedicado una canción en la parranda descrita antes.
A la izquierda una vista panorámica del paisaje de la región. A la derecha una vista de la cascada. Fotos cortesía de Ismael Rudas Mieles
Pero, como se expresó al inicio de este capítulo, no siempre las vivencias del Yo o hablante lírico de un poema o letra de una canción, corresponde necesariamente con experiencias reales del autor, quien en su juego poético puede utilizar versos en sentido metafórico u otras figuras literarias para expresar emociones sentidas o imaginadas; como ocurre en la letra de la canción Imelda en la que el Yo lírico expresa “Ahí tiene que estar Imelda la dueña del amor mío”, lo que ha dado pie a que durante 55 años se haya planteado la existencia de un idilio entre el letrista y su musa.
En medio de las resistencias que la topografía y las malas condiciones de la vía le ponían al desplazamiento y la tranquilidad de los viajeros, había algo positivo: el recorrido se realizaba a través de cerros, cascadas, caminos arbolados trenzados, cuyo sombrío generaba una sensación de frescura, acompañados por sonidos naturales; los cuales al ser interiorizados por una persona con la sensibilidad artística de Ismael Rudas Mieles no es raro que al llegar a la colonia y ver a Imelda en su belleza natural, se potenciara y disparara su inspiración entrando en un profundo estado de ensoñación en el que el hombre real se transformó en un Yo lírico, capaz de expresar emociones y sentimientos imaginados como los que se encuentran en la letra de la canción, que se muestra a continuación:
Imelda (letra)
El ruido de una quebrada que cruje allá en la montaña
muy cerca del pueblo mío (bis)
ya me tiene entristecío / suplicándome que vaya (bis)
a ver el viejo bohío / muy cerca de su cascada (bis)
Subiré la cordillera y buscaré por esa selva (bis)
hasta encontrar el bohío (bis)
ahí tiene que estar Imelda / la dueña del amor mío (bis)
si no me encuentro con ella / me quedaré allí perdío (bis)
si no me encuentro con ella / me quedaré allí perdío (bis)
Si en el fondo de esa sierra no me encuentro con Imelda / mi mente se turbará (bis)
solo la despejará / lo más bello de esa selva (bis)
No digo algo vegetal / es la belleza de Imelda (bis)
es la que puede borrar las penas que me atormentan (bis)
Aquella letra lírica poética romántica fruto de la ensoñación de Ismael en su viaje de retorno al pueblo fue guardada en un viejo baúl con la esperanza de que algún día pudiera grabarse; hecho que ocurrió, como se examina más adelante, en el año 1971. Este es el audio de la grabación.
Características lírico-poéticas
Imelda, no solo fue la primera canción compuesta por Ismael Rudas Mieles sino también una muestra de su capacidad literaria e imaginación poética para expresar el mundo interior de un Yo lírico gestado en un paisaje geográfico en el que la sensibilidad por la belleza de una mujer es potenciada perceptualmente por los atributos naturales, dando origen a una lírica poética enmarcada en el concepto de geopoesía. En este contexto, en la letra de la canción se observa la combinación de elementos visuales, sonoros y táctiles del paisaje: montaña, quebrada, cascada, bohío, sierra, selva, cordillera, camino; los cuales, animados por la belleza de Imelda, le producen diversas percepciones, sentimientos y significados al Yo lírico; que manifiestan una conexión emocional paisaje-mujer.
Tales hechos ocurrieron no solo como resultado de la contemplación de las formas visibles del paisaje, sino en conjunto con la percepción de sonidos, colores, olores y movimientos; los cuales activaron imágenes y sensibilidades que el hablante lírico, expresa en versos musicalizados, algunos metaforizados, a través de los cuales se creó la canción.
Los significados que surgen de la conexión paisaje-mujer mencionados, hacen parte del “espacio vivido” por el letrista y compositor en aquel momento, en cuanto espacio cargado de valores, sentidos e identidad, como son su pueblo Caracolicito y la colonia agrícola, mencionadas en la interpretación de la canción; a partir de los cuales su lírica geopoética se territorializa, en la medida que surge en el marco de las relaciones del letrista con su entorno; en términos identitarios, bajo unas condiciones sociales y culturales determinadas, espacialmente localizadas, de las que derivan sus emociones y sentimientos.
Aunque como ya se ha dicho, la lírica poética romántica de la letra de la canción Imelda sugiere un romance entre el autor y la joven, en la realidad solo se trató de una elaboración poética en la que su autor, a través de un hablante lírico, relata visiones imaginadas e idealizadas de amor por una mujer en el marco del ambiente bucólico y geopoético de Caracolicito y sus alrededores.
2.2.2 El viejo baúl. Un despertar, un desencanto
Pasado un tiempo después de aquella parranda en la colonia agrícola, Ismael despierta del ensueño que dio origen al poema que había guardado en su viejo baúl. Regresa al bohío en su búsqueda, para hacerle ajustes al texto que tenía versos poéticos que podían ser interpretados por la Imelda real y su familia como una declaración de amor. De modo, que había que modificar esa letra antes de ser grabada la canción y con esa decisión alzó la tapa del viejo baúl, tomó el papel blanco que contenía el poema y comenzó a leer en la búsqueda de los versos que debía cambiar; sin embargo, algo inesperado ocurrió, en la medida que sus ojos recorrían los versos escritos, una profunda emoción lo embargó, los recuerdos se agolparon en su mente, los sentimientos de aquella ensoñación impregnada en los versos que estaba leyendo, regresaron con la misma fuerza, entrando en un trance de profunda nostalgia y añoranza; es el momento en el que el autor real se convierte en un Yo lírico imaginado, del que brotan lágrimas de sus ojos al recordar el rumor de la quebrada bajando de la montaña, que en su ensoñación era como una súplica de la naturaleza para que volviera cerca de la cascada donde vivía Imelda.
Se sacudió para despertar de aquellas visiones, secó las lágrimas de sus ojos y procedió a realizar los cambios, sin embargo, en la medida que avanzaba percibió que lo que estaba haciendo era en realidad un nuevo poema en el que el Yo lírico reflejaba poéticamente el desencanto por un amor imposible, por eso ya no oía el crujir de la quebrada suplicándole que volviera donde Imelda, su alma estaba de luto y había más bien que destruir el testimonio de ese sueño imposible. Así nació el segundo poema lírico que dio origen a la segunda composición de Ismael Rudas Mieles: “El viejo baúl”, cuyo texto es el siguiente.
El viejo baúl (letra)
Alcé la tapa de un viejo baúl / Gotas de lágrimas allí dejé
Cerré mi mano y en ella empuñé / Un papel blanco manchado de azul
Aquellas manchas que allí yo encontré / Tenían nostalgia y un poco de amor
Por eso mi alma lloró con dolor / Cuando aquel blanco me puse a leer.
Allí decía el ruido de una quebrada / Que cruje en la montaña
Cerca del pueblo mío
Me suplican que vaya / A ver el viejo bohío
Cerca de su cascada.
(coro)
Hablaba de la selva / Del viejo bohío
Del camino sombrío / Donde se encuentra Imelda (bis).
Hoy no se escucha crujir la quebrada
Ni me suplica que vuelva a su lado
Aquel bohío de luto ha quedado
Solo hay remota de una que fue amada.
Por eso debo hacer del blanco azul
Mil pedacitos hasta destrozar
Todo lo falso que pude guardar
Allí en el fondo del viejo baúl.
Allí decía el ruido de una quebrada / Que cruje en la montaña
Cerca del pueblo mío
Me suplican que vaya / A ver el viejo bohío
Cerca de su cascada.
(coro)
Hablaba de la selva / Del viejo bohío
Del camino sombrío / Donde se encuentra Imelda (bis).
Esta canción fue grabada en el año 1971, como se analiza más adelante. A continuación, se puede escuchar el audio.
2.2.3 Camino sombrío. 55 años guardada en el viejo baúl
Posterior a las dos primeras composiciones analizadas antes, Ismael Rudas compone su tercera canción: “Camino Sombrío”, en cuya letra el Yo lírico expresa los sentimientos de amor por su tierra en estrecha conexión con los recuerdos que aún persistían de su ensoñación con Imelda. Es claro que la intención del hablante lírico de destrozar en mil pedacitos aquel papel donde había registrado las visiones de un amor imposible, no lo había logrado del todo y en este tercer poema, aunque el mensaje se centra en los parajes de la región, el recuerdo de Imelda sigue presente en el bohío y en todos los rincones del camino sombrío; que llevan a una mezcla de sentimientos que lo confunden, declarando su amor compartido entre el camino sombrío donde se encuentran los recuerdos de Imelda y su Caracolicito del alma, donde se encuentran los recuerdos de experiencias vividas con sus amigos de juventud, así como los recuerdos de su aprendizaje de la ejecución del acordeón y de las viejas glorias de la música de acordeón que visitaban el taller de su padre: es decir, una mezcla de sentimientos imaginados del poeta alrededor del camino sombrío y de Imelda con sentimientos reales del autor por su tierra.
Esta tercera composición no fue grabada en aquel momento, dado que fue compuesta en el estilo de paseo vallenato, que hace 55 años no era tan comercial; y que hoy ha sido rescatada del viejo baúl para ser convertida en canción, como un homenaje de Ismael a su pueblo Caracolicito, a sus amigos de antaño y al recuerdo de su ensueño poético con Imelda. A continuación, se muestra el texto y audio de esta canción.
Camino sombrío (texto)
Subiendo la cordillera por una hermosa ladera
Cerquita del pueblo mío (bis)
Bajo el camino sombrío
se siente fresco en la sierra (bis)
Pasamos por San Francisco, un hermoso pueblito
Que está a la orilla del río (bis)
Casi llegando al bohío / se ve todo más bonito (bis)
Desde Caracolicito, que es parte de la región
Yo salgo con mi acordeón, a ese lugar tan bonito (bis)
Muchos amigos me han visto, cantando a la orilla del río
Muy cerquita del bohío, cuna de mi inspiración
Tengo unido el corazón con el camino sombrío
¡Ay!, tengo unido el corazón con el camino sombrío.
El camino hacia la sierra y la cascada en la rivera
Que forma el río Ariguaní (bis)
Refleja un mundo feliz, donde se amaña cualquiera (bis)
Las montañas chimileras, terruño de gente buena
Donde se encuentra el bohío (bis)
Un idilio junto al río, la vieja casa de Imelda (bis)
Es un valor infinito, que me tiene confundío
Entre aquel viejo bohío y el cariño a mi pueblito (bis)
Un paisaje tan bonito que llevo en mi corazón
Al igual que mi acordeón, tengo mi amor compartío
Entre el camino sombrío y mi Caracolicito
Camino sombrío (audio)
La interpretación de esta canción la realiza Carlos Malo y es un avance de la producción que esta pareja musical está realizando en estos momento que incluye otras dos canciones: "Mi alma canta" y "El alma me duele".
2.2.4 otros capítulos de la historia lírica de Imelda: Recuerdos de Imelda y Memorias de Imelda
El éxito de la canciones "Imelda" y "El viejo Baúl" fue tan notorio que otros autores crearon letras que daban continuación a la historia. En 1972, Lenin Bueno Suárez escribe la letra "Recuerdos de Imelda", en la cual el Yo lírico proclama la superación definitiva del ensueño descrito en la canción "Imelda"
Recuerdos de Imelda (Letra)
Si una vez canté, con melancolía
Aquel canto fue por la amada mía
Pero ya cambié hoy alegro el canto
Porque ya olvidé, aquel desencanto (bis)
Ya mi vida no siente aquel dolor
La nostalgia de mi alma se alejó (bis)
Coro
Ya no guardo el recuerdo del amor
Al que tanto adoraba y me dejó (bis)
Ya rompí el papel, manchado de azul
Aquel que saqué del viejo baúl
Coro
Ya tiré al olvido la bella cascada
La selva y el ruido de aquella quebrada (bis)
El recuerdo de Imelda se ha quedado
Por allá donde está el viejo bohío (bis)
Coro
Ya no siento tristeza ni guayabo
Al pasar por el camino sombrío
Recuerdos de Imelda (audio)
Muy cerca a la lírica de desencanto de "El viejo baúl" fue la letra del autor antioqueño Gildardo Montoya en la canción "Memorias de Imelda" grabada originalmente por Ismael Rudas y su conjunto en el año 1974 (De Oro 50134), cuya letra reza:
Memorias de Imelda (Letra)
Ya se secó aquella selva, ya no se oye la quebrada
Y porque no volvió Imelda, llorando está la cascada
La montaña se atormenta, no hay espumita en el río
Y es por la ausencia de Imelda que dejó solo el bohío
Hay un silencio de pena, ya todo está entristecío
Y yo solito recorro las calles del pueblo mío
Coro: Y yo solito recorro las calles del pueblo mío
Y yo solito recorro las calles del pueblo mío
II
La cordillera me dice, que a mi bohío no vuelva
Y es porque ella también sabe, que ya no volverá Imelda
Solo quedaron escombros, de aquella bonita selva
Y en mí quedó la tristeza y los recuerdos de Imelda.
Con el papelito blanco que está manchado de azul
Enterraré mi alegría en aquel viejo baúl
Coro: Enterraré mi alegría en aquel viejo baúl
Enterraré mi alegría en aquel viejo baúl
Memorias de Imelda (audio)
2.3. La topofilia de Ismael Rudas, vista desde la lírica de sus canciones
En el análisis lirico poético de las tres primeras letras de Ismael Rudas analizadas antes, es destacable el gran amor por su tierra natal Caracolicito, una tierra que Rudas Mieles quiere casi con veneración, por el significado emocional que tiene para él, significado que ha quedado expresamente plasmado en otra de sus canciones, hasta hoy inédita, titulada "Mi pueblo", una letra en la que Ismael desnuda su alma, textualmente reza:
Mi pueblo
Bendito sea mi Caracolicito
el viejo pueblo que me vio nacer
donde muy joven la vieja Isabel
vivió orgullosa de su hijo Ismaelito.
Como olvidar tantos tiempos bonitos
como olvidar las costumbres de ayer
extraño el fresco del amanecer
en mi querido Caracolicito.
Hoy mis paisanos tan queridos
son parte de mi corazón
en las notas de mi acordeón
los llevo cantando conmigo
por eso es que vivo engreído
con todo lo de mi región
Soy orgulloso de aquellos vecinos
viejos amigos de papá y mamá
cuando aún reinaba la tranquilidad
bendito sean aquellos tiempos idos
II
Como olvidar al viejo Luis Granobles
la tienda donde yo hacía los mandao
tenía un pantaloncito remendao
con parches viejos de varios colores
Cuando la luz aún era con mechones
en mi pueblito había felicidad
no era tan sola tanta soledad
había principios llenos de valores
A mis paisanos que se han ido
siempre los voy recordar
porque no es fácil olvidar cuando somos agradecidos
por eso es que llevo conmigo
ese valor de la humildad
Micaela Acuña fuiste algo bonito
en tus cien años y otros años más (bis)
tu bella imagen siempre brillará
en mi querido Caracolicito (bis)
Esta letra ha sido convertida en canción al ser musicalizada por su autor, quien ha utilizado como instrumento solo su acordeón. Pareciera que Ismael no quisiera que la caja, la guacharaca, guitarra, timbales u otros instrumentos ahogaran la expresión de su lírica amorosa, permitiendo que sólo el acordeón, como extensión de su alma, lo acompañe en el canto. Este el audio.
No cabe duda de que el texto de la canción "Mi pueblo" de Ismael Rudas se enmarca dentro del concepto de Topofilia creado por los geógrafos humanistas, seguidores de la filosofía fenomenológica del filósofo Alemán Edmund Husserl (1859-1938), en la década de los años sesenta del siglo pasado; como respuesta a las filosofías deshumanizantes impulsadas por el neopositivismo o positivismo lógico imperante en la ciencia desde los años treinta de dicho siglo.
La Topofilia expresa un fuerte lazo
afectivo y el amor que une a una persona con un lugar, como su ciudad, casa,
tierra natal o paisaje. Este concepto, creado por el geógrafo chino Yi-Fu-Tuan (1930-2022), describe la experiencia única de arraigo y el sentido de identidad cultural que se crea con un entorno a través del tiempo. Se manifiesta en una conexión emocional profunda que influye en la percepción de las personas de su entorno, a partir de la cual, en el ámbito artístico, pueden producirse poemas y canciones con una lírica como las que se observan en las canciones "Imelda", "El viejo baúl", "Camino sombrío" y "Mi pueblo" nacidas del talento de Ismael Rudas Mieles.
2.4. La espiritualidad de Ismael Rudas, vista a través de la lírica de sus canciones
En años recientes el maestro Ismael Rudas ha participado con frecuencia en los denominados "Retiros Emaús", originados en Miami en el año 1978 y en Colombia en el año 2004; concebidos como espacio para conectar con Jesús y encontrar la paz interior. Inicialmente el maestro Rudas participaba en los retiros de la parroquia San Jerónimo de Mamatoco en Santa Marta, lo cual le implicaba grandes esfuerzos de desplazamiento, dada su residencia en Barranquilla, logrando su traslado a la parroquia "Nuestra Señora de la Caridad del Cobre" ubicada en Barranquilla, a solo cuatro cuadras de la residencia del Maestro Rudas.
En el marco de su participación en los retiros, el maestro Rudas no solo ha encontrado su paz interior y un espacio para desarrollar su vocación altruista de servicio social, sino también amistades con gran arraigo espiritual como las que tiene con el Padre Ramiro Núñez, sacerdote de la parroquia San Jerónimo de Mamatoco de Santa Marta y con el Padre Jorge Castro Presbítero de la parroquia "Nuestra Señora de la Caridad del Cobre" de Barranquilla. Su empatía con la obra espiritual de estos sacerdotes le ha servido de inspiración para crear dos canciones con un alto contenido lírico espiritual, tal como se examina a continuación:
2.4.1 La lírica espiritual de la canción "Ferviente servidor"
La canción "Ferviente servidor" resultó de la admiración profesada por el maestro Ismael Rudas por el sacerdote Jorge Castro, guía espiritual de la parroquia "Nuestra Señora de la Caridad del Cobre". El maestro Rudas conoció la historia de vida de este sacerdote desde antes de su ordenación, que incluyó su vida en la niñez y juventud, incluyendo su seguimiento al club de fútbol Junior de Barranquilla, experiencias amorosas, diversiones, inclinaciones como cantante de música vallenata, etc.; y quiso hacerle un homenaje narrando su vida desde una lírica poética en primera persona, para que fuera interpretada por el propio padre. Cabe advertir, como ya se dijo en el análisis lírico poético de la trilogía de canciones romántica examinada antes, que en el ámbito letrista o poético el Yo lírico o hablante lírico de una letra o poema, no necesariamente corresponde con el autor; que es lo que ocurre con la letra de la canción "Ferviente servidor" en la que el hablante lírico es el Padre Jorge Castro, pero el autor es Ismael Rudas Mieles. A continuación, se presenta la letra y un vídeo de la grabación "Ferviente servidor".
Ferviente servidor (letra)
Yo soy tu hermano, yo soy tu amigo,
yo soy tu padre consejero espiritual
vengo de un pueblo también soy hijo
igual que tú viví una infancia muy normal
vengo de un pueblo también soy hijo
igual que tú viví una infancia muy normal
Viejos recuerdos que nunca olvidaré,
juego entre amigos con bolitas de cristal,
la calle ocho, mi escenario principal,
mi vieja novia con quien solía platicar
y mi abuelita que hace rato se me fue
la gran pastora de ternura sin igual,
mi nazareno de apoyo incondicional
con la pujanza de mi viejo Samuel.
Yo soy el Padre Jorge, su pastor,
sean todos bienvenido a mi redil
con la misión de poderles servir
aquí tengo abierto mi corazón.
¡Oh! Patilla, Gallego y Mirador,
veredas de mi evangelización
donde cumplí mi primera misión
para ser un ferviente servidor.
Y desde entonces llevo con amor
esta obediencia de la cristianidad
y desde entonces llevo con amor
esa obediencia de la cristianidad
Todos ustedes son mi felicidad
a la semblanza de nuestro redentor
todos ustedes son mi felicidad
a la semblanza de nuestro redentor
II
Un día de agosto nació este niño
a la una en punto, miércoles veintiséis
con la sorpresa del gran designio,
a una criatura que acababa de nacer
con la sorpresa del gran designio,
a una criatura que acababa de nacer
El sacerdocio siempre me acompañó,
entre mis sueños estaba María y Jesús
su bello rostro vi sangrando en la cruz
mientras la virgen destellaba con su luz
el fiel camino que me ha regalado Dios
Señor bendito, todo me lo has dado tú,
el sentimiento que hoy guardo por Jesús,
hasta el milagro que un día me transformó.
Día doce de junio del dos mil diez,
pasó algo muy grandioso y especial,
supe que me acababan de ordenar
a nuevo sacerdote y me alegré.
Fue una alegría que me hizo recordar
al colegio CODESA en mi región
donde tengo parte del corazón
recuerdos que nunca voy a olvidar.
“No fue tu culpa”, aquella canción
que resonaba en la vieja Tubará
“No fue tu culpa”, aquella canción
que resonaba en la vieja Tubará.
Anteriormente casi me hacia llorar
hoy me acompañan los brazos del señor
anteriormente casi me hacía llorar
hoy me acompañan los brazos del Señor.
Ferviente servidor (Vídeo)
Cortesía de Ismael Rudas, 2025
La canción es interpretada por el Padre Jorge Castro, quien, a pesar de no ser un cantante profesional, hace una excelente demostración de buen canto, acompañado por el acordeón de Ismael Rudas.
2.4.2 La lírica espiritual de la canción "Padre Ramiro"
Al igual que lo ocurrido con el Padre Jorge Castro existe una profunda empatía del maestro Rudas con la obra humanista y cristiana del Padre Ramiro Núñez, sacerdote de la parroquia San Jerónimo de Mamatoco de Santa Marta, en donde el maestro inició su acercamiento a la Comunidad Emaús. Al Padre Ramiro también le hizo una canción cargada de humanismo, con motivo de su cumpleaños el seis de septiembre, cuya letra reza:
Padre Ramiro (letra)
Padre Ramiro aquí están tus caminantes
con el pecho abierto en un canto de oración
una romanza en arpegios de acordeón
seis de septiembre venimos a cantarte
Tú eres la puerta de nuestra comunión
en tu gran rebaño reflejas la humildad
tus sentimientos muestran la caridad
es tu parroquia gran signo de bondad
tierna semblanza de tu buen corazón
por eso hoy todos venimos a cantar
en esta fecha de un día tan especial
hermosa fiesta de paz y bendición
Coros
Brindemos con San Jerónimo el patrón
del glorioso monumento nacional
brindemos con San Jerónimo el patrón
del glorioso monumento nacional
Contamos con su presencia en el altar
entonando alegremente su canción
sabíamos que nunca le podría fallar
al padre Ramiro con su bendición
sabíamos que nunca le podría fallar
al padre Ramiro con su bendición
II
Se asoma el alba tu día va a comenzar
vienen querubines entonando tu canción
en lo infinito una larga procesión
son celestiales que te vienen a cantar
Hoy las ovejas exaltan su pastor
gran caminante de ternura y sencillez
buen sacerdote hijo de Santa Inés
bello pueblito de amor y mucha fe
en su miseria eres su redentor
tu idiosincrasia riñe con la altivez
siembras amores donde todo se fue
con la esperanza en un mundo mejor
Coros
Brindemos con San Jerónimo el patrón
del glorioso monumento nacional
brindemos con San Jerónimo el patrón
del glorioso monumento nacional
contamos con su presencia en el altar
entonando alegremente su canción
sabíamos que nunca le podría fallar
al padre Ramiro con su bendición
sabíamos que nunca le podría fallar
al padre Ramiro con su bendición.
La canción es interpretada por Michelo Marceles con el acordeón de Ismael Rudas.
Esta canción también fue interpretada por el artista Franklin Villanueva Martínez en su estilo original de Poenato, referido a la interpretación vocal de canciones vallenatas con la entonación de un poema, a continuación, se puede observar esta magistral interpretación de Villanueva Martínez.
Padre Ramiro (Poenato)
3. PRODUCCIÓN DISCOGRÁFICA DE ISMAEL RUDAS
3.1 Visión general y primera grabación
Ismael Rudas Mieles ha sido un protagonista del desarrollo de la música vallenata como acordeonista, compositor, cantante, arreglista, productor y divulgador. En el Anexo que se presenta al final del texto aparece el Catálogo general de obras musicales en las que ha participado el maestro Ismael Rudas en el período comprendido entre los años 1962-2025. Dicho catálogo lo conforman 697 canciones que aparecen con sus respectivos datos identificadores y descriptores: nombre, agrupación musical, álbum, año de grabación o comercialización, ritmo, compositor y el rol desempeñado por el maestro Rudas en cada una. A partir de los datos de dicho catálogo se sabe que su rol se distribuye así:
- Solo como acordeonista: 291
- Solo como productor o director musical: 175
- Productor o director musical y acordeonista: 160
- Acordeonista y cantante: 59
- Productor o director musical, acordeonista y cantante: 12
Las 697 canciones aparecen en un poco más de 60 álbumes musicales (ver detalles en la Tabla 2), en los que acompaña con su acordeón a 45 cantantes (ver detalles en la Tabla 3).
La información de la Tabla 3 se elaboró bajo el concepto de que Ismael Rudas fuera el acompañante con su acordeón de un cantante determinado, en al menos una canción completa, en cualquier álbum o agrupación musical. No era necesario, en ese sentido, que fueran un pareja musical estable. Por ello, en la tabla aparecen muchos cantantes que Ismael Rudas acompañó en una o dos canciones, incluidas en álbumes variados o uniones circunstanciales, muchas veces hasta accidentales, cuando era llamado a suplir en una grabación a un acordeonista que se había presentado algún problema.
La distribución temporal cuatrienal de la grabación de las 697 canciones se muestra en el siguiente gráfico.
El pico alto observado corresponde al cuatrienio de 1995-1998 cuando se alcanzó la cifra récord de 140 canciones grabadas, explicada por la grabación en 1997 de las 100 canciones de la obra 100 años de vallenato realizada bajo la producción musical de Ismael Rudas. Igualmente se observan dos picos medianamente altos en el período 1971-1982, en el cual el maestro Ismael Rudas participó en la grabación de 206 canciones, equivalente al 30% de su catálogo discográfico.
En cuanto a la distribución por ritmos se observa en el catálogo referenciado el amplio predominio del ritmo de paseo, bajo cuya clasificación aparecen registradas 498 canciones, equivalentes al 71.5% del total del catálogo discográfico documentado; seguido por el merengue con 63 canciones (9%) y el pasebol 23 (3.3%) (Ver Anexo).
Respecto a los autores y compositores, las 697 canciones tienen como autor a 242 compositores, incluidas las autorías compartidas; siendo los más destacados por su numero de canciones, el maestro Ismael Rudas con 51, seguido por Daniel Celedón con 47, Rafael Escalona con 44, Romualdo Brito, 24, Lenin Bueno Suárez (20), Rosendo Romero, 18 y Rafael Mendoza, 17. Entre los compositores que presentan entre 10 y 14 canciones en el catálogo están: Leandro Díaz, Rafael Manjarrez, Wilder Murgas, Germán de la Hoz, Oscar Cormane y Pachito Rada (Ver Anexo).
En cuanto a la primera grabación del maestro Ismael Rudas, distinto a lo que generalmente se ha pensado, ésta no fue con Rafael Mendoza a comienzos de los años setenta sino varios años antes con el compositor y cantautor fonsequero Arcadio Ibarra. Así lo manifestó Rudas Mieles en entrevista con este investigador, cuando afirma que dicha grabación se hizo en el año 1962, cuando en su desarrollo biológico apenas despuntaba la flor de la adolescencia. El trabajo se produjo a través del encuentro de Rudas con el cantautor y acordeonista invidente Arcadio Ibarra, nacido en Fonseca (La Guajira) y radicado en Venezuela, quien solía viajar desde Venezuela a Caracolicito a arreglar su acordeón en el taller de Ismael Rudas Jaramillo, padre de Rudas Mieles. Fue en ese contexto que Arcadio Ibarra le expresó a Rudas Mieles su deseo de grabar un disco con dos composiciones suyas, pero tocando Rudas Mieles el acordeón.
La grabación se realizó en los estudios de Discos Tropical. La intención de Ibarra era grabar un paseo y un merengue que eran los ritmos comerciales de la música vallenata, desde el inició la producción de discográfica; pero, solo disponía en ese momento de composiciones en ritmo de paseo, lo que obligó al compositor a acoplar un paseo suyo con un merengue que a él le gustaba mucho de Pachito Rada.
El paseo grabado, de la autoría de Arcadio Ibarra e interpretado por el mismo autor con el acordeón de Ismael Rudas, se titula "Vida Martirizada", cuya letra expresa una lírica de lamento muy similar a algunas grabaciones del compositor, también invidente, Leandro Díaz. Una de las estrofas que el maestro Rudas recuerda de esta canción es la siguiente:
Pa tené esta vida martirizada
más vale que ya yo me hubiera muerto
me voy para Fonseca a ver a Sara
de paso me meteré en un desierto.
El merengue grabado, de autoría de Pachito Rada e interpretado por Arcadio con el acordeón del adolescente Ismael Rudas, se titula "Los cuerdos deben cuidarse", cuya letra posee un mensaje de corte costumbrista en el que el autor describe situaciones de la vida cotidiana observadas en Caracolicito. En efecto, para comienzos de los años cincuenta, era común que en las épocas de recolección del algodón un espectáculo que ofrecía el desfile de tractores que venían de los campos algodoneros al pasar por el barrio de abajo de Caracolicito. En aquel momento, Caracolicito se dividía en dos zonas: Barrio de arriba y Barrio de abajo, existiendo rivalidades entre los habitantes de ambos barrios. Entre los trabajadores que conducían los tractores algodoneros, habían algunos del barrio de arriba que cuando pasaban por el barrio de abajo les gritaban a sus habitantes "El barrio de los locos". Pachito Rada se percató de esto en sus visitas al taller de Ismael Rudas Jaramillo; lo que le inspiró a componer el merengue "Los cuerdos deben cuidarse", grabado por Arcadio Ibarra con el acordeón de Ismael Rudas en el disco referenciado antes. Algunas estrofas de esta canción que el maestro Rudas recuerda dicen:
El pueblo que ha dividido a Caracolicito ha causado pleito
por qué se mostró enemigo el barrio de arriba con los bajeros
Cada rato pasan corriendo, largando dichos ofensivos....
Los cuerdos deben cuidarse pa que los locos por ahí se sigan
pero estos pasan corriendo y haciendo bulla que da fatiga
Estos cuerdos pesimistas como lo compasan ellos...
Las dos canciones aparecieron, según el maestro Rudas, en un prensaje especial, no comercial, de aproximadamente unos 20 acetatos, realizado por Discos Tropical para Arcadio Ibarra; de estos acetatos, lamentablemente, no se ha podido, hasta hoy, encontrar algún ejemplar, que permita documentar la grabación.
3.2 Ismael Rudas con Rafael Mendoza y Ricardo Cárdenas, 1971
Posterior a su retiro de El Combo Nuevo en el año 1970, Ismael Rudas Mieles se mueve entre Santa Marta donde se encontraba su madre y Caracolicito donde se encontraba su padre al frente de su actividad de reparador de acordeones. En 1971 graba con Rafael Mendoza y Ricardo Cárdenas sus primeros trabajos comerciales.
3.2.1 Grabaciones con Rafael Mendoza
Un día del año en referencia estando en Caracolicito se presentó en el taller de su padre, Ismael Rudas Jaramillo (ver imagen) el acordeonista Norberto Romero a arreglar su acordeón, llegó acompañado del cantante Rafael Mendoza; pareja musical que estaban promocionando la producción de un LP titulado “Carrito Viejo” (Discos Fuentes LP 300575) que incluía la canción del mismo nombre, en la que Mendoza rendía homenaje a su carrito en el que precisamente había llegado con Norberto al taller. En aquel momento la canción "Carrito Viejo" era un éxito rotundo en la región lo que motivó a Lenin Bueno Suárez a denominar a Mendoza como el “cantante revelación de 1970”.
Ismael Rudas Jaramillo, técnico de acordeones. Foto cortesía de Ismael Rudas Mieles
En las visitas de Rafael Mendoza al taller del viejo Ismael pudo conocer las habilidades del joven Ismaelito con el acordeón y le extendió la invitación para grabar en el sello Epic, filial del sello matriz CBS, con su agrupación Rafael Mendoza y su conjunto, la misma con la que había grabado con Norberto Romero el LP "Carrito Viejo" en el sello Fuentes. La oferta fue aceptada de inmediato por el joven Ismael quien la percibió como una oportunidad para iniciar su nueva etapa artística grabando música de acordeón con un cantante exitoso. La grabación de seis canciones se realizó, las cuales fueron impresas en discos de 78 y 45 rpm, pero para su etiquetado y comercialización surgió un problema legal, el cual se explica a continuación.
Rafael Mendoza tenía contrato de exclusividad con Discos Fuentes y estaba impedido para grabar con otra empresa. Al enterarse Toño Fuentes de las grabaciones en Epic, llamó a su artista exclusivo para pedirle explicaciones. La conclusión era que los discos no podían salir al mercado con la razón social de Rafael Mendoza y su conjunto, nombre que hacía parte de la exclusividad con Discos Fuentes, so pena de aplicar la cláusula penal por incumplimiento del contrato. En este contexto, la solución fue la de que en los discos de Epic no saliera con la razón social de Rafael Mendoza y su conjunto sino con la de Ismael Rudas y su conjunto, quien no tenía ningún contrato en ese momento y así ocurrió en el primer disco comercializado.
Ese primer disco salió con la canción “Imelda” de autoría de Ismael Rudas y vocalizada por su autor, acoplado con “No hagan bulla”, de autoría de Rafael Mendoza e interpretada por su autor; con la novedad de un error en la escritura del apellido de Rudas, que apareció como “Rodas”. Fue el primer disco grabado por Rudas Mieles como acordeonista e “Imelda” la primera canción interpretada por el novel cantante. A continuación, se muestra la imagen de los marbetes del disco.
Fuente: Discogs
Después de la comercialización del primer disco grabado por Ismael Rudas con Rafael Mendoza en Epic, bajo la razón social de Ismael Rudas y su conjunto; para la comercialización de los otros dos discos, Rafael Mendoza logró un acuerdo con Toño Fuentes que permitió que éstos se comercializaran con la razón social de Rafael Mendoza y su conjunto sin dar el crédito a Ismael Rudas como acordeonista. De esta manera aparecen en el mercado el segundo y tercer disco de Epic. El segundo incluye la canción “Amor indígena”, por un lado, acoplada por el otro lado con “Acordeones de luto”; ambas registradas en los marbetes en ritmo de paseo y de autoría de Rafael Mendoza. En las imágenes siguientes se muestran los marbetes de disco.
Fuente: Discogs
En la canción ”Acordeones de luto” Rafael Mendoza expresa líricamente la tristeza que embargaba a los músicos del Cesar por la terrible tragedia ocurrida en el departamento, en la segunda semana de noviembre de 1970, propiciada por un fuerte vendaval que llevó al desbordamiento de varios ríos, arrastrando a su paso viviendas, personas, cosechas, tramos de carretera y de línea férrea, dejando 123 muertos; considerada como una de las peores tragedias ocurridas en el país, hasta ese momento. El diario El Tiempo registró el hecho en primera página como se puede observar en la imagen siguiente. Mendoza relata en la canción el dolor del mundo vallenato acompañado con las notas lastimeras que Ismael Rudas le saca a su acordeón como se puede escuchar en el audio siguiente.
Fuente: El tiempo 11-11-1970
Acordeones de luto (audio)
En tercer disco contiene las canciones “El cigarrillo” en ritmo de pasebol y “Mascarita” de autoría de Isaac Villanueva, esta última con letra y ritmo carnavalero. En estas dos canciones Ismael Rudas, además de ejecutar el acordeón, hace la primera voz en los coros, a continuación, se puede escuchar el audio de estas canciones.
El cigarrillo (audio)
De este modo, Ismael Rudas daba un gran impulso a su carrera artística como acordeonista que era el objetivo que se había propuesto con su salida del Combo Nuevo. Su emoción por este logro se observa en la interpretación de la canción "Imelda" cuando en una de sus animaciones le envía un mensaje al director del Combo Nuevo como diciéndole ¡lo logré! El mensaje dice: “Cómo la ves Mario Restrepo y su Combo Nuevo”.
En este mismo año de 1971, Rafael Mendoza graba un segundo álbum con Discos Fuentes titulado “Tus quince años” (Fuentes, LP 200639), en el cual Ismael Rudas ejecuta el acordeón, sin embargo como parte de los acuerdos para resolver el conflicto legal originado por la infidelidad de Mendoza con Discos Fuentes, se acordó omitir el crédito de Ismael Rudas como acordeonista, razón por la cual Mendoza aparece en la portada del álbum con el acordeón terciado en el pecho, a pesar de no saberlo tocar (ver imagen siguiente).

Fuente: Discogs
3.2.2 Grabaciones con Ricardo Cárdenas
En el mismo año de 1971 Ismael Rudas graba un disco sencillo con Ricardo Cárdenas en el sello Tropical que incluye por una cara el paseo "El payaso" y por la otra el también paseo "Promesas de siempre", ambas canciones de autoría de Ricardo Cárdenas. El disco fue catalogado con el número serial 28063 (ver marbetes), el cual indica que su prensaje se dio en el año 1972. En la grabación el maestro Ismael Rudas utilizó un acordeón CLUB III R que tenía Discos Tropical en sus estudios. En lo musical es clara la fuerte influencia de Alfredo Gutiérrez en el estilo del maestro Rudas, tal como se puede apreciar en los audios que se publican a continuación.
Cortesía de Pedro Ricardo Rodríguez
El payaso (Audio)
Cortesía de Pedro Ricardo Rodríguez
Cortesía de Pedro Ricardo Rodríguez
Promesas de siempre (Audio)
Cortesía de Pedro Ricardo Rodríguez
La canción "Promesas de siempre" es un canto critico frente a la politiquería sucreña que en épocas de elecciones prometían soluciones a los problemas del pueblo que luego en el poder incumplían.
3.3 Ismael Rudas y su conjunto, 1971-1974
La salida al mercado de la canción "Imelda" en la voz de su autor Ismael Rudas causó revuelo en el mundo discográfico por su gran aceptación. Lo cual no cayó nada bien en Discos Fuentes, quien, como ya se dijo antes, llamó a Rafael Mendoza exigiendo el cumplimiento del contrato de exclusividad, en tanto que a Ismael Rudas se le abrieron las puertas de la casa disquera, recibiendo el ofrecimiento de un contrato para grabar un disco de larga duración, bajo la razón social de Ismael Rudas y su conjunto, lo cual se concretó una vez terminaron la grabación del segundo LP de Rafael Mendoza titulado “Tus quince años”.
3.3.1 Primer álbum: “El viejo baúl” y nuevo sencillo
En el marco anterior Ismael Rudas, grabó en el año de 1971, su primer larga duración, con su acordeón y su voz, titulado “El viejo baúl” (Fuentes 300638) (ver Imagen).
Un álbum en el que es notable la confluencia de los estilos sabanero y vallenato de la música de acordeón expresado en ocho paseos vallenatos y cuatro paseboles sabaneros. En la contraportada del álbum, Lenin Alfonso Suárez lo presentaba de este modo:
“Discos Fuentes que no escatima esfuerzos en su afán de impulsar nuestra música tropical, les ofrece este disco donde todo es novedad…Nuevos temas, inspiración de nuevos compositores, interpretado por un nuevo valor de la música vallenata. Este es…ISMAEL RUDAS, novel estrella que empieza a brillar con luz propia en el firmamento artístico nacional, cuyo original estilo aflora en su nato deseo de superación” (Lenin Bueno Suárez, Discos Fuentes 300638, contraportada).
El gran éxito de este LP fue sin duda el pasebol “El viejo baúl”, el cual rápidamente se posicionó en el mercado disparando la popularidad de Ismael Rudas y su conjunto. Esta canción nace como segundo capítulo de la historia de la canción "Imelda", tal como se examinó en el numeral 2.2.2.
El impacto de la canción fue arrollador. En el mismo año de su comercialización (1971), salieron cinco versiones y, obviamente, fue incluida en la selección de Los 14 cañonazos bailables de ese año (vol. 11). Discos Fuentes aprovechó al máximo el éxito de la canción incluyéndolo, entre 1971 y 1994, en al menos 12 LP variados que fueron documentados; asimismo, la reeditó en el formato sencillo de 78 rpm. De la misma manera, fue versionada por grupos musicales de Argentina, Colombia, Ecuador, México, Panamá, Perú, USA y Venezuela. En la Tabla 4 se presenta una pequeña muestra de 21 de las versiones realizadas, entre las que se encuentran las de Alfredo Gutiérrez y su conjunto, Los Corraleros de Majagual, Lucho Campillo, Rodolfo con Los Ídolos, Tony Galofre en estilo de salsa y Tulio Zuloaga. La versión de este último artista se vendió en los mercados de Colombia, Perú, Ecuador y España.
3.3.2 Nuevos álbumes: “Manantial de éxitos”, “El bohemio” y “Sangre parrandera”, 1972-1974
En el año 1972, Ismael Rudas y su conjunto producen dos nuevos LP en Discos Fuentes. El primero, titulado "Manantial de éxitos" (Fuentes 200674), en cuyo contenido se encuentran canciones expresivas de una lírica de lamento como "Plegaria vallenata" y "En la cárcel" y de cierto contenido social como "El trabajador"; además de la canción "Recuerdos de Imelda" analizada en el numeral 2.2.4. A continuación se muestra la portada del álbum y el audio de la canción "Plegaria vallenata".
Plegaria vallenata (audio)
El segundo álbum grabado fue titulado "El Bohemio y otros éxitos" (Fuentes 200711), en el cual aparecen ocho canciones interpretadas por Ismael Rudas y su conjunto, cinco de ellas de su autoría, tres en ritmo de pasebol. Como dato curioso se registra el hecho de que la agrupación grabó para este álbum 13 canciones, sin embargo, la casa discográfica dispuso imprimir en el LP solo 8 e incluir dos más de otras agrupaciones, dejando cinco canciones por fuera, tituladas: "El volcán" (bolero), "Lamento de un provinciano" (paseo lamento), "Mi novia" (merengue), "Rancho de cenizas" (paseo lento) y "Te quiero" (Pasebol); tres de ellas de la autoría de Ismael Rudas, en tanto que "Lamento de un provinciano" es de la autoría de Mateo Torres y "Rancho en cenizas" de Roque Gullo.
Entre las composiciones de Ismael Rudas que se incluyeron en el LP se destaca la canción “El acordeonista” en la que el autor rinde homenaje a su arte de acordeonista forjada en medio de muchas afugias económicas en su infancia y adolescencia y de conflictos amorosos por el hecho de ser acordeonista. Valora su arte como herencia dejada por su padre con la cual ha podido salir adelante y ayudar a su madre y hermanos. A continuación, se muestra la portada del álbum y el audio de "El acordeonista".
Entre las cinco canciones grabadas no incluidas en el LP se destacan "Rancho en cenizas" y "Lamento de un provinciano". La primera narra la triste historia de un hecho ocurrido en un rancho a las orillas del Río Ariguaní, el cual fue quemado por manos criminales; la segunda, contiene una crítica social frente al trato indigno dado por la sociedad a los provincianos, a continuación, se pueden escuchar estas dos canciones:
Lamento de un provinciano (audio)
Rancho en cenizas (audio)
En 1973, Ismael Rudas y su conjunto graba dos sencillos en el sello Fuentes. En el primero aparece, por un lado, la canción “Los Canaritos”, la primera composición grabada del reconocido autor villanuevero Nicolás Bolaños, acoplado con el pasebol "Adiós vida mía", de autoría del maestro Rudas. A continuación, se puede escuchar el audio de “Los Canaritos”.
Los canaritos (audio)
Cortesía de Antonio Daza Orozco
En el segundo sencillo aparece “Las rosas”, la primera composición grabada de autoría del emblemático acordeonista también villanuevero, Israel Romero, quien después conformaría con Rafael Orozco la famosa agrupación El Binomio de Oro. esta canción está acoplada con "No me castigues" de autoría de Ismael Rudas. A continuación, se muestra el marbete de "Las rosas" y el audio.
Cortesía de Ismael Rudas Mieles
Las rosas (audio)
Cortesía de Ismael Rudas Mieles
En 1974, Ismael Rudas y su conjunto graban con Sonolux un nuevo disco de larga duración titulado “Sangre Parrandera” (Sonolux-Caliente LCS 153-099), que incluye seis paseos, tres merengues y un pasebol. Cinco de las canciones son de la autoría de Ismael Rudas, entre ellas una dedicada a su padre, Titulada "Así es mi padre", en cuyo texto agradece haberlo traído al mundo, pero, al mismo tiempo, le llama la atención por el abandono de su madre y los sufrimientos de ella por sus maltratos. A continuación, se muestra la portada de este LP, así como el texto y audio de la canción "Así es mi padre".
Letra de "Así es mi padre"
Ya estoy cansado de cantarle al paisaje
Ahora le canto al ramo sentimental
Tengo un motivo y de él me voy a inspirar
Cantando la triste historia de mi padre.
El fue muy bueno no lo puedo negar
Le estoy debiendo todo lo que aprendí
También comprendo que me dio mi existir
Cosas que nunca se alcanzan a pagar (bis)
Pero también hay pequeños detalles
es el motivo que me inspira a cantar
Perdón le pido y no se vaya a enojar
Si aquí le canto defendiendo a mi madre.
El con su orgullo abandonó a mi madre
Yo con cariño le brindé refugio
Coro: no podía quedar vagando en el mundo
Teniendo a este hijo que puede ayudarle.
Como buen hijo busco lo legal
Doy la razón a aquel que la merece
Coro: Y si mi padre no quiere aceptar
Con el tiempo tendrá que convencerse (bis)
Yo nunca quiero lastimar a mi papá
Si por mis venas corre su misma sangre
Pero me duele que maltrate a mi madre
Y también sufro cuando la veo llorar.
Yo le digo a mi madre que nunca se aflija
Mientras yo viva ella no sufrirá
Y sé que Dios me recompensará
Todo lo que haga por mi madre querida (bis)
El con su orgullo abandonó a mi madre…
Como buen hijo busco lo legal…
3.4 Ismael Rudas y Daniel Celedón, el Doble Poder, 1976-1998
3.4.1 Encuentro entre Ismael Rudas y Daniel Celedón
En el año 1970 se da el primer encuentro entre dos colosos de la música vallenata: el caracolicitero Ismael Rudas Mieles y el villanuevero Daniel Celedón Orsini, quienes escribirían una página dorada en la historia de la música vallenata. Dicho encuentro se dio en Villanueva (La Guajira) en la casa de la familia Romero, de la que hace parte Israel, el destacado acordeonista de la emblemática agrupación de música de acordeón vallenata: El Binomio de Oro; al igual que el eximio compositor lírico romántico, Rosendo Romero y el acordeonista Norberto Romero, entre otros.
Todo ocurrió en el contexto de los vínculos que para comienzos de los años setenta tenía Rudas Mieles con el cantante Rafael Mendoza, descritos en el numeral 3.2, quien para ese año había grabado con Norberto Romero el álbum "Carrito viejo" en homenaje a un viejo carro en el que Mendoza se transportaba en desarrollo de su actividad comercial entre Barranquilla y Maicao; Rudas Mieles acostumbraba a acompañar a Mendoza en aquellos viajes. En uno de esos viajes Mendoza y Rudas entraron a Villanueva a saludar a la Familia Romero, visita a la que llegó, más tarde Daniel Celedón, quien para ese entonces tenía 20 años de edad y ya gozaba de su reconocimiento como compositor. En esa visita Daniel Celedón cantó la canción "Versos del alma", la cual sería grabada, tiempo después, por Ismael Rudas y su conjunto, participando en los coros Norberto Romero. Posterior a ese primer encuentro se estableció una amistad entre Rudas y Celedón fortalecidas en varios encuentros posteriores en Valledupar; que desembocaron en una unión musical en 1976 durante 23 años con algunas interrupciones, período en el que produjeron ocho álbumes de gran impacto popular, el primero, bajo la razón social de Ismael Rudas y su conjunto y los otros siete como “El Doble Poder”. Estas son las referencias de dichos álbumes:
- Amigo mío (1976, Codiscos-Costeño ELDZ 20641. Ismael Rudas y su conjunto. Canta: Daniel Celedón
- Volvimos (1980, Philips, LP 6377 132).
- Excelente (1981, Philips, LP 6377 158).
- Tesoro musical (1982, Philips, LP 6377 193).
- Con más fuerza (1983, Philips, LP 814 144-1.
- Incontenible (1984, Philips, LP 822093-1).
- Diviértete con el Doble Poder (1988, Philips-Discos Perla, LP 836805-1).
- Nuevamente (1998, FM, CD 2749-2).
A continuación, se analizan, brevemente, cada uno de estos trabajos.
3.4.2 Álbum “Amigo mío” y su éxito “La gota fría”, 1976
El debut discográfico de esta pareja musical no pudo ser mejor, con su primer álbum grabado con el título de “Amigo mío” (ver portada).
Entre las 10 canciones incluidas salió la versión que realizaron de “La gota fría”, esta icónica pieza del folclor musical vallenato, creada por el villanuevero Emiliano Zuleta Baquero en los años treinta del siglo pasado, la cual, según estudios del investigador cordobés Ángel Massiris Cabeza, hasta el año 2021 había sido versionada 269 veces (clic para ver el estudio). Los versados en materia musical coinciden en señalar que la versión realizada por Ismael Rudas y Daniel Celedón de esta canción es la mejor de todas. A continuación, se puede escuchar el audio.
Esta versión de "La gota fría" fue presentada en vivo por sus creadores, en la celebración del lanzamiento de la obra “100 años de vallenato”, cuyo video se muestra en el numeral 4.8.
La salida al mercado del álbum “Amigo mío” fue noticia nacional, tal como se evidencia en la edición del diario El Tiempo del 17 de noviembre de 1976 (ver imagen).
Fuente: El Tiempo 17-11-1976
3.4.3 Álbum “Volvimos” y sus éxitos “Mercedes” y “Un día muy triste”, 1980
Cuatro años después del gran éxito del LP “Amigo mío”, la pareja musical de Ismael Rudas y Daniel Celedón regresa con un nuevo álbum: “Volvimos” y una nueva razón social: “El Doble Poder” (ver portada).
Este primer álbum con la nueva razón social trae 11 canciones, 10 de ellas en ritmo de paseo, destacándose dos con una gran recordación entre los seguidores de la música vallenata: “Mercedes”, un son de autoría de Adolfo Pacheco y el paseo “Un día muy triste” de autoría de Daniel Celedón. A continuación, se publican videos en los que Daniel e Ismael muestran su talento en la interpretación de estas dos obras clásicas de la música vallenata.
Mercedes (vídeo)
Fuente: Canal de YouTube de Daniel Celedón
Un día muy triste (vídeo)
Fuente: Canal de YouTube de Daniel Celedón
También es destacable en este álbum la canción "Se acaba mi pueblo" del compositor Romualdo Brito López "Robrilo", por dos razones: la primera, por su mensaje de crítica social referida a la inseguridad en las calles y la corrupción de las autoridades y la segunda, por la impresionante demostración de virtuosismo con el acordeón que hace Ismael Rudas: una comunión hombre-acordeón en la que la kinesia del hombre lo hace ver como si también fuera un acordeón. La kinesia es otra de las grandes virtudes del maestro Ismael Rudas, se trata de un lenguaje no verbal, comunicado mediante gestos, posturas y movimientos corporales, acompasados con el sonido de su acordeón que añaden fuerza emocional a la interpretación vocal y musical. El siguiente vídeo de la canción "Se acaba mi pueblo es una evidencia de la caracterización anterior, juzguen ustedes.
Se acaba mi pueblo (vídeo)
Fuente: Canal YouTube "El vallenato de mi vieja"
Otra canción destacada en este memorable álbum es la canción "Alza la cara" del compositor Calixto Ochoa, en la cual se observa una vez más la maestría de Ismael Rudas con el acordeón y su kinesia con la que trasmite sus emociones, entusiasmando con ello al espectador, algo que vale la pena no solo oír sino también ver.
Alza la cara (vídeo)
Fuente: Canal de Youtube de Daniel Celedón
La kinesia mencionada tuvo su máxima expresión en la década de los años ochenta.
3.4.4 Álbum “Excelente” y sus éxitos: “A fuego lento”, “Drama provinciano” e “Imposible”, 1981
En 1981 aparece el álbum “Excelente”, el hecho fue registrado en la prensa nacional como se observa en la imagen siguiente.
Fuente: El tiempo 03-091981
Esta es la portada del álbum
Se trata de un álbum en el que la voz tenor de Daniel Celedón acompasada con el trino del acordeón virtuoso de Ismael Rudas produjeron canciones con una notable expresión lírica como las de “A fuego lento”, “Drama provinciano” e “Imposible”. A continuación, se puede escuchar el audio de “A Fuego lento”, así como ver el video en el que el Doble Poder interpreta en vivo la canción “Drama provinciano”, que tiene el valor histórico de que en ella se produce el debut del actual exitoso cantante Jorge Celedón, cuando era todavía un niño; asimismo, participa la India Meliyará. También se puede escuchar el audio de la canción “Imposible” y una bella versión en formato de “Poenato”, nombre dado por el autor Franklin Villanueva Martínez a su particular estilo de entonación de las letras de las canciones vallenatas.
A Fuego lento (audio)
Drama provinciano (Vídeo)
Fuente: Canal de YouTube de Daniel Celedón
Imposible (audio)
Imposible (poenato). Franklin Villanueva Martínez
Fuente: Canal de Youtube-Poenatos
3.4.5 Álbum Tesoro musical y sus éxitos “Cenizas” y “La lavandera”, 1982
El 6 de agosto de 1982, el Doble Poder se encontraba en los estudios de Philips grabando el tercer álbum que se producía con esta razón social. Así quedó registrado en el diario El Tiempo de la fecha mencionada como puede apreciarse en la imagen siguiente. en donde, además se anunciaba que saldría al mercado a finales de ese mismo mes.
El álbum salió con el título de “Tesoro musical” (Philips 6377 193), ver portada, en el que se mantiene el estilo lírico muy pertinente para la voz tenor de Daniel y el trino melodioso del acordeón de Ismael. Se destacan dos canciones, cuyo recuerdo ha trascendido en las viejas generaciones que en los ochenta gozaban de plena juventud: “Cenizas” y “La lavandera”, ambas en ritmo de paseo y de la autoría de Daniel Celedón.

Las dos canciones expresan una lírica de tristeza que Daniel comunica con mucha fuerza aprovechando su capacidad vocal para los tonos altos, su vibrato e inflexiones de voz potenciados por la melodía de sonoridad brillante, en tempo lento, de las notas del acordeón de Ismael. Aunque el motivo lírico de la tristeza en las dos canciones es distinto, la descripción anterior aplica para ambas. En la primera se trata de la tristeza por el abandono de un ser amado que deja en cenizas el alma del Yo lírico y la segunda, el lamento por la injusticia con la mujer lavandera ignorada y marginada por la sociedad. A continuación, se puede escuchar el audio de la canción “La Lavandera” y la presentación en vivo que el Doble Poder hizo de la canción “Cenizas” en el Show de las Estrellas de Jorge Barón en los años ochenta.
La lavandera (audio)
Cenizas (Video)
Fuente: La Tertulia de Serma
3.4.6 Álbum “Con más fuerza” y sus éxitos “Adiós mamá” y “Zapatillas doradas”, 1983
El 23 de septiembre de 1983 la prensa nacional informaba sobre la aparición del cuarto álbum del Doble Poder, titulado “Con más fuerza” (Philips, LP 814 144-1) ver noticia, otro acontecimiento discográfico de esta exitosa y arrasadora agrupación musical, ver portada.
Fuente: El Tiempo 23-09-1983
Dos canciones se destacaron en materia lírica: “Adiós mamá” y “Zapatillas doradas”.
“Adiós mamá”, una sentida elegía de autoría de Daniel Celedón en la que el Yo lírico expresa su profundo dolor por la pérdida de su madre, comunicada con actitud carmínica y alta expresión poética, que se manifiesta en un canto con un alto sentimiento estético potenciado por unas bellas notas tristes que el maestro Ismael Rudas le logra sacar a su acordeón. A continuación, se puede escuchar el audio de la canción “Adiós Mamá”.
“Zapatillas doradas”, por su parte, continúa la línea de canto social que comienza a ser frecuente en el cancionero del Doble Poder. En esta canción del compositor Miguel Cabera, el motivo lírico es el del poder destructivo de las drogas sobre quienes se sumergen en ese mundo, hasta llegar a lo más bajo de la sociedad, en el que se pierde todo sentido de la dignidad y el valor de la vida. A continuación, se puede escuchar el audio de esta canción.
Zapatillas doradas (audio)
En las fiestas de navidad del año1983, El Doble Poder fue invitado a participar en el programa que para amenizar dichas fiestas presentaba la televisión nacional. Una de las canciones presentadas en esa noche fue "Barquito de papel", que había sido grabada en vivo en la ciudad de Montería. En la interpretación se hace evidente la maestría del maestro Rudas en la ejecución del acordeón. Juzguen ustedes.
Fuente: Canal de Youtube de Daniel Celedón
3.4.7 Álbumes “Incontenible” (1984), “Diviértete” (1988) y “Nuevamente” (1998)
Entre 1984 y 1998 el Doble Poder graba tres nuevos álbumes. El primero en el año 1984 con el nombre de “Incontenible”, cuya salida al mercado fue divulgada a nivel nacional por el diario El Tiempo en nota aparecida el 16 de junio de 1984. En dicha nota se recomiendan los paseos: “Esta es la noche” “Incontenible”, “Dilema de amor” y “Nació un amor” (ver noticia y portada del álbum).
Fuente: El Tiempo 16-06-1984
Después de la grabación del álbum anterior, problemas de salud de Ismael hacen que la agrupación haga un pare en su accionar artístico y discográfico, para reaparecer en 1988 con un nuevo álbum titulado “Diviértete”. La reaparición del grupo causó revuelo en el mundo vallenato y motivó varias noticias en la prensa nacional como las aparecidas en el diario El Tiempo en julio y noviembre de 1988 (ver imágenes siguientes); también se muestra la portada del álbum.
Fuente: El Tiempo 22-07-1988
Fuente: El Tiempo 29-11-1988
En este álbum se destacan las canciones “Leña verde” de autoría de Daniel Celedón y “Labriego de mentiras”, un sentido paseo de autoría de Tomás Martínez, en el que el autor hace un homenaje a los campesinos que entregan su vida en sus labores agrícolas y que, con la vejez, sus manos encallecidas y su cuerpo arrugado y sin fuerzas le señalan la llegada de la ancianidad con todas sus limitaciones. A continuación, se puede escuchar el audio de “Labriego de mentiras”.
Labriego de mentiras (audio)
Realizado este último trabajo discográfico, el grupo hace un nuevo pare de diez años y, cuando ya parecía imposible disfrutar de nuevas producciones, el mundo vallenato fue sorprendido en el año 1998 con uno titulado “Nuevamente” (FM, CD 2749-2), ver portada, en el que Daniel Celedón muestra su aprecio por la música mexicana que décadas después lo llevarían a grabar álbumes de rancheras y otros ritmos mexicanos con mariachi, cumpliendo un sueño que tenía desde su niñez.
En este álbum Daniel interpreta la icónica canción mexicana “Cielito lindo” y también, siguiendo su lírica social interpreta “Gran vencedor”, con un claro sentido crítico frente a los hombres que con su poder abusan de la inocencia de niñas a las que deslumbran para lograr su entrega y después abandonarlas sin importarles el hijo nacido. A continuación, se puede escuchar el audio de esta canción.
3.5 Ismael Rudas y Adaníes Díaz, 1977-1979
El encuentro de estos dos artistas se ocurrió en el año 1976, a raíz de la separación Daniel Celedón de la agrupación de Ismael Rudas y su conjunto, quien a pesar el gran éxito logrado con el álbum "Amigo mío" y de la canción "La gota fría" decidió hacer pareja musical con su paisano villanuevero Norberto Romero. En la búsqueda de un nuevo cantante, Rudas Mieles, en el mismo año de 1976, recibió de Romualdo Brito la recomendación de que se uniera con Adaníes Díaz, tío de Romualdo, quien estaba residenciado en Riohacha. Brito y Rudas se desplazaron hasta Riohacha para una audición con Adaníes, quien cantó la canción "La casa" de Carlos Huertas, que para ese momento estaba aún inédita, saliendo semanas después primero en el álbum "La casa" interpretada por César Castro y su Conjunto Vallenato (Caliente LCS 153-125) con coros de Ismael Rudas y, después, en el mismo año de 1976, en el álbum "Ídolos" de Los Hermanos Zuleta. Como resultado de la audición nace en el firmamento discográfico del Caribe colombiano una nueva pareja musical: Adaníes Díaz Brito e Ismael Rudas Mieles, dos notables artistas vallenatos que unieron sus talentos y conjugaron su voz y acordeón para crear canciones cautivantes con letras que llegaron al alma de los seguidores de la música vallenata. Entre 1977 y 1979 grabaron tres álbumes, a saber:
- De competencia (Codiscos-Costeño 20666), 1977
- Violento (Codiscos-Costeño 20702), 1978
- Como siempre ((Codiscos-Costeño 20747), 1979
Los tres álbumes Incluyen 30 canciones de una pléyade de autores que hacían las delicias en los años setenta con sus creaciones, entre los que se destacan por el número de canciones en los tres álbumes y su calidad compositiva: Carlos Huertas, Dagoberto López, Mateo Torres, Óscar Cormane y Romualdo Brito. Entre las canciones de los tres álbumes se destacan “Cancionero de mi vida” y “El cantor de los indios”.
“Cancionero de mi vida”, de autoría de Óscar Cormane Saumeth, es un bello canto con una lírica introspectiva en la que el compositor expresa el significado de sus canciones, mensaje lírico que Adaníes expresa con fina voz e Ismael adorna con una melodía suave y dulce de su acordeón. A continuación, se puede escuchar el audio.
Cancionero de mi vida (audio)
“El cantor de los indios”, de autoría de Romualdo Brito, es una oda al origen étnico del autor y a su tierra guajira, en cuyo mensaje expresa su orgullo por ser indio y guajiro, población en cuyos rasgos socioculturales predomina la nobleza y el trabajo. La lírica del mensaje es potenciada por el canto melodioso de Adaníes y el trino armonioso del acordeón de Ismael Rudas. A continuación se puede escuchar el audio de esta canción.
El cantor de los indios (audio)
3.6 Ismael Rudas y el vallenato instrumental, 1978
En el año 1978 Ismael Rudas interpreta con su acordeón acompañado de violines, sin voz, una selección de éxitos de piezas musicales del repertorio del Binomio de Oro, Silvio Brito y Beto Zabaleta; incluidas en un álbum titulado “Los nuevos violines vallenatos” (Codiscos-Costeño, LP-20683), entre las que se destacan: “La creciente”, “Llegaste a mi”, “Necesito de ti”, “La ley del embudo”, “Mil amores”, “Momentos de amor” y “Lágrimas de sangre”. Se trata de un bello estilo instrumental, a nivel de las llamadas músicas cultas o brillantes, en el que la voz la realizan los violines. A continuación, se pueden escuchar los audios de “Momentos de amor” y “Necesito de ti”.
Momentos de amor (audio)
3.7 Ismael Rudas y Juan Piña, 1979
El encuentro de Ismael Rudas con Juan Piña se dio en el marco de la grabación de álbum de Ismael Rudas y Daniel Celedón "Amigo mío" descrito en el numeral 3.4.2. En dicho trabajo Juan Piña participó en los coros. A parir de aquél momento se selló una amistad entre el cantante y el acordeonista que condujo a que en 1979, por recomendación, del gerente de Codiscos, Rafael Mejía, naciera la pareja musical de Ismael Rudas y el cantante sanmarquero (de San Marcos, Sucre) Juan Piña, concretada en el álbum “El azote vallenato” (Codiscos-Costeño, ELDZ 20743), ver portada, de una gran recordación por las viejas generaciones, dado el alto sentimiento estético y la lírica amorosa contenida en canciones, tales como “Compañera” (Daniel Celedón) “Nos amamos” (Eulogio Carrillo), “Loco delirio” (Eudoro Guzmán), “A tu silencio” (Álvaro Molina) y “Juramento” (Romualdo Brito).
Fueron canciones que emocionaron a los jóvenes de los años ochenta y noventa del siglo pasado, juventud de alma romántica que se identificaban con estas letras, melodías y cantos. No podía ser otra voz que la de Juan Piña para expresar con su entonación y finura vocal, los sentimientos amorosos de estas canciones en perfecto acople con las notas melodiosas, en tempo lento, del acordeón de Ismael que se adaptan perfectamente a la lírica romántica del mensaje. A continuación, se pueden escuchar los audios de “Compañera” y “Nos amamos”.
Compañera (audio)
Nos amamos (audio)
Como dato curioso se observa en la información de las portadas del álbum y marbetes de los discos que no aparece la foto ni el crédito a Ismael Rudas como acordeonista, debido, según explicación de la empresa, a un asunto comercial, dado que en ese mismo año de 1979 Codiscos sacaba en simultánea el álbum "Como siempre" de Ismael Rudas y Adaníes Díaz.
3.8 Ismael Rudas, Alex Alfonso y Ronald Ayazo,1981-1982
En el año 1981, Ismael Rudas graba con el cantante Alex Alfonso, también conocido en el ámbito artístico como Alex Polo, un sencillo en el sello Philips que contiene las canciones "Porqué llora un hombre" y "El pescador en vallenato", la primera de autoría de Lenin Bueno Suárez. A continuación, se muestra el marbete y el audio de la primera.
Fuente: Discogs
Por qué llora un hombre (audio)
En el numeral 3.10 se analizan nuevas grabaciones realizadas por Ismael Rudas con Alex Alfonso, quien para entonces, había adoptado el nombre artístico de Alex Polo.
En 1982, Isamel Rudas produce un álbum interpretado por Ronald Ayazo, un exitoso actor de teatro, televisión, cine y músico monteriano (de Montería, Córdoba) reconocido por sus actuaciones en célebres novelas de televisión tales como Vendaval (1974), Un largo camino (1977), El caballero de Rauzán (1978), La casa de piedra (1979), El cazador nocturno (1980), La tregua (1980), El Virrey Solis (1980), Hato canaguay (1981) y El hombre negro (1982); para solo mencionar sus trabajos hasta el año 1982; cuando asume el reto de cantar vallenato; algo que no era extraño si se considera su origen cordobés, una tierra donde desde los años setenta se adoptó la música vallenata como propia y se cantaban sus letras y melodías con mucha fuerza por una juventud romántica y amante a las letras líricas tanto de amor como de dolor o de contenido social.
El encuentro de Ismael y Ronald se dio en Bogotá, a instancias de Lenin Bueno Suárez, quien para 1982 fungía como productor del sello Philips; estableciéndose una gran amistad entre el actor y el acordeonista, consolidada en parrandas y encuentros en las grabaciones que hacía Rudas en Bogotá para el sello Philips. En ese contexto, nació la idea promovida por Bueno Suárez de la grabación de una producción de Ronald Ayazo con el acordeón de Rudas; hecho que se concretó en el Álbum "En proyección vallenata", grabado en al año 1982 (ver portadas), el mismo año en el que Ronald Ayazo incursiona en el cine, en la película “Manantial de fieras”.


El trabajo salió con 10 canciones, casi todas en ritmo de paseo como ya era habitual en la música vallenata desde los años setenta. Se destacan tres: “El poeta enamorado”, “La cuestión” y “La pregunta”.
La canción “El poeta enamorado”, de autoría de Ronald Ayazo, comunica un mensaje sobre el significado del amor para el numen de un poeta, en tanto que “La cuestión”, otra composición de Ayazo, envía un mensaje con sentido crítico sobre los maltratos que estaban sufriendo nuestros connacionales en Venezuela, reclamando respeto y llamando la atención al presidente colombiano para que hiciera algo por el trato digno a nuestros compatriotas. A continuación, se puede observar la portada del disco escuchar el audio de "La cuestión".
En la canción “La pregunta”, también de la autoría de Ayazo, el énfasis del mensaje se hace en la discusión del origen del vallenato, entre dos posturas: una que lo plantea originario de Valledupar y el Cesar y otra que lo plantea originario de La guajira, lo cual confunde al compositor generando un conflicto; razón por la cual clama porque alguien le diga de dónde es el vallenato. A continuación, se pueden escuchar el audio de “La pregunta”.
La pregunta (audio)
3.9 Ismael Rudas y Yolanda, 1983
Con la artista ocañera, Yolanda, el maestro Rudas dirige, en el año 1983, la producción del álbum “Soy Yolanda. Fina estampa vallenata” (Daro, Dis911229) en el que, además, ejecuta el acordeón en varias canciones, sin embargo, por razones de la exclusividad que Rudas Mieles tenia con Discos Philips, se omitió su nombre y en su lugar se puso a su primo Abel Fuentes (ver portada).
Aunque en la contraportada se da crédito a tres acordeonistas: Abel Fuentes, Jorge Arias y Adiel Vega. La realidad es que solo participaron como acordeonistas: Ismael Rudas en 8 canciones e Israel Romero en 2. La grabación de las pistas se hizo en Barranquilla en los estudios de Felito records y en Bogotá se incorporó la voz de Yolanda.
Yolanda Pérez, más conocida como Yolandita de Colombia, se dio a conocer en el país a raíz del gran éxito de los años setenta “Granito de arena”. Junto con Rita Fernández fue una de las primeras voces femeninas en el canto vallenato. A continuación, se puede escuchar el audio de la canción autobiográfica “Soy Yolanda”, acompañada con el acordeón de Ismael Rudas.
3.10 Ismael Rudas, Jorgito Celedón y Antología vallenata, 1984
En el año 1984 Ismael Rudas graba el álbum “Sueño de niñez” (Philips 818158-4), ver portada, con el niño Jorge Celedón, quien tres años antes, había hecho su debut como cantante en la canción “Drama provinciano”, interpretada por El Doble Poder. En esta oportunidad con una voz de adolescente, afinada y brillante, interpreta 10 canciones, entre las que se destacan tres: “Cazando Pajaritos” (“El canario”) del compositor Rosendo Romero Ospino, “Sueño de niño” (“Sueño de niñez”) de Luis A. Molina y “Mi hermanito” de Daniel Celedón.

“Cazando Pajaritos” (“El canario”) es una canción en cuyo motivo lírico se destaca la ternura de la niñez, cuando comienzan a despuntar las primeras sensaciones de atracción hacia la mujer, representada en una niña. El mundo exterior en el que se desenvuelven esas primeras sensaciones de amores inocentes es un mundo rural, en el que la escuela, los pájaros, ríos, caminos y veredas son el marco. Es, en conjunto con "Directo al corazón" una de las más hermosas canciones existentes en la música vallenata referida a sentimientos infantiles. A continuación, se puede escuchar el audio de "Cazando pajaritos", cuya lírica amorosa es perfectamente transmitida por la voz infantil de Jorgito Celedón, con una entonación correspondiente al sentimiento que transmite la letra, en perfecta armonía con la línea melódica del acordeón de Ismael Rudas.
Cazando pajaritos (El canario) (audio)
“Sueño de niño” (“Sueño de niñez”) mantiene la línea lírica de la ternura de la infancia de la anteriormente examinada, ahora con un mensaje de interrogación y reflexión sobre el mundo que rodea a un niño, quien desde la perspectiva de su presente infantil de ensoñación mira hacia un futuro de cambios y transformaciones en sus padres, familiares y en su entorno poco comprensibles para el niño. A continuación, se puede escuchar el audio de esta canción.
Sueño de niño (Sueño de niñez) (audio)
“Mi hermanito” es un canto elegíaco que transmite la tristeza por la pérdida de un hermano querido. De nuevo, Jorgito Celedón sabe interpretar el sufrimiento del Yo lírico expresado de modo carmínico y lo comunica de forma expresiva con su canto, mientras que Ismael hace llorar su acordeón. A continuación, se puede escuchar el audio de la canción.
En ese mismo año el maestro Rudas produce el álbum Antología vallenata, Vol. 4, ¡Excitante! en el cual acompaña con su acordeón a Alex Polo en seis canciones, a Ernesto Serrano, hermano del inolvidable Jairo Serrano en dos y a Jhonny Cervantes en dos. Una de las dos canciones interpretadas por este último cantante es la cumbia "Tiempos idos", en la cual Rudas Mieles realiza unos solo de acordeón que ha sido destacado por el coleccionista Pedro Ricardo Rodríguez, quien se muestra maravillado por los movimientos que el maestro realiza en la ejecución de dicha cumbia, para lo cual, según Rodríguez se necesita un buen pulso y mucho creatividad, a continuación se puede escuchar dicha cumbia, directamente reproducida del disco.
Tiempos Idos (cumbia)
Fuente. Youtube Candelazos Tropicales
3.11. Ismael Rudas y Elías Rosado, 1985
En el año 1985 el maestro Ismael sorprende al mundo vallenato con su nueva unión: El afamado cantante guajiro Elías Rosado, quien venía precedido de una exitosa carrera artística con Los Hermanos Meriño, Ramón Vargas y Juancho Rois. Rudas y Rosado graban el álbum “El artista” (Fuentes-Folklor LP 201557) con un repertorio de canciones compuestas por reconocidos autores tales como Mateo Torres, Marcos Díaz, Romualdo Brito y Rita Fernández Padilla, entre otros.
Las canciones son predominantemente de lírica amorosa, con melodías suaves, tales como “Cómo has cambiado” de autoría Marcos Díaz, “Mi corazón pregunta” de Rita Fernández Padilla, y "Santa Elena” de Wilfrido Álvarez, a las que se suma la composición de Ismael Rudas “El artista” un canto con sentido crítico dedicado a Diomedes Díaz. A continuación, se pueden escuchar los audios de “Cómo has cambiado” y “Mi corazón pregunta”.
Como has cambiado (audio)
Mi corazón pregunta (audio)
3.12. Ismael Rudas con varios cantantes y/o acordeonistas, 1980-1990
En 1980, Ismael Rudas, haciendo gala de su versatilidad estilística pasa de la música vallenata instrumental brillante al grabar el álbum "Nuevos violines vallenatos" a la música corralera con la que dio sus primeros pasos artísticos con “El Combo Nuevo” en Ocaña. Esto último ocurrió en el álbum “Los sabaneros, soy corralero”, en el que, al mejor estilo de Alfredo Gutiérrez con Los Corraleros de Majagual, Rudas acompaña con su acordeón el canto de Jairo Serrano, Armando Hernández, Oswaldo Alarcón, William López, Lenin Bueno Suárez y de él mismo. Se destacan las canciones “El Pilón riohachero” y “La despedida”, interpretadas por Jairo Serrano y “Pan, panadero pan”, vocalizada por Armando Hernández. A continuación, se muestra la portada de este álbum y los audios de “Pan, panadero pan” y “La despedida”.

Pan, panadero pan (audio)
La despedida (audio)
En 1982, con Germán de la Hoz produce un disco sencillo de dos canciones: “Redentor del Magdalena” y “Soy del Magdalena”, la primera dedicada al político magdalenense Edgardo Vives Campo. En este mismo año con Adolfo Barros y Los recocheros de Rebolo graba, el álbum “De Carnaval”, en la cual acompaña con su acordeón en tres canciones: "El chupaflor (Pa Magangué)", "Te olvidé" y “Qué pasa en mi pueblo". Esta última, al mejor estilo carnavalero, hace una crítica de la politiquería. Adolfo Barros es hijo del emblemático cantautor colombiano José Barros. A continuación, se podrá escuchar la última mencionada.
Que pasa con mi pueblo (audio)
En 1984, Ismael Rudas dirige la producción musical del álbum “Antología Vallenata vol. 4 ¡Excitante!”, (FM - LP 112223) en el cual, además, acompaña en 10 canciones a los cantantes Alex Polo, Ernesto Serrano y Jhonny Cervantes. Una curiosidad de este álbum es la de que casi todas las canciones están en la modalidad menor.
En 1985 se hace presente en el Álbum “Consagración” (Philips-Discos Perla, LP 6377 129) de Pablo Atuesta y Los concertistas, en el que toca el acordeón en la canción “Falsaria”.
En 1986, interviene con su acordeón en dos canciones del álbum “Alfredo de la Fe Vallenato” (Philips-Discos Perla, LP 8266 658-1), tituladas “Vida nueva” y “No te aflijas corazón”. En ese mismo año, junto con Daniel Celedón graban las canciones “Corazón vallenato” y “No es negra es morena”, incluida en el álbum “Festival Vallenato vol. 2” (Philips-Discos Perla, LP 8266 658-1).
En 1990, Ismael acompaña nuevamente a Daniel Celedón en la canción “Luciérnagas heridas”, incluida en el álbum “Daniel Celedón y sus amigos” (Codiscos-Costeño, LP 22821463). En esta última canción se mantiene el estilo lírico poético del Doble Poder en su máxima expresión. A continuación, se puede escuchar el audio de esta canción.
Luciérnagas heridas (audio)
3.13 Ismael Rudas y Jesús Manuel, 1990-1991
3.13.1 Encuentro de Ismael Rudas y Jesús Manuel
El encuentro de Ismael Rudas Mieles y el cantante cordobés (Córdoba, Colombia) Manuel de Jesús Estrada se dio a instancias de Jorge Eliecer Torres, narrador deportivo y compadre de Rudas; quien se lo recomendó. En 1989, Estrada había grabado con el acordeón de Víctor Reyes el álbum "Arco Iris", un trabajo que impresionó al maestro Rudas por la calidad de ejecución del acordeón de Víctor Reyes y la calidad vocal de Estrada. Encontrar a Estrada no le fue fácil a Rudas Mieles, pues inicialmente lo buscó en Bogotá adonde el cantante había viajado, pero desde allí se había trasladado a los Llanos Orientales; de modo que a Rudas le tocó esperar una semana el arribo de Estrada a Bogotá; a quien escuchó cantar, no quedándole duda al maestro de su excelente voz.
En 1990 nace para el mundo discográfico una nueva pareja musical que haría historia en la música vallenata: Ismael Rudas y Jesús Manuel “Los parranderos”. A Rudas Mieles no le pareció comercialmente sonoro el nombre artístico utilizado por Estrada en su trabajo con Victor Reyes: Jesús "Chucho" Estrada, razón por la cual le propuso a Estrada cambiarlo por Jesús Manuel, a Estrada le gustó y así comenzó la historia discográfica de la nueva pareja, la cual grabó tres álbumes entre los años 1990-1991, a saber:
- Directo al corazón (Philips 11056) 1990
- Mil frases (Philips 11080) 1990
- La verdad del cuento (Sonolux-Tamborito - 03(0301) 00167), 1991
Los cuales se examinan a continuación.
3.13.2 Álbum "Directo al corazón" y descubrimiento de Alex Manga como corista
En la grabación del primer álbum “Directo al corazón” Ismael Rudas invitó como corista de la canción "Directo al corazón" a Alex Manga, quien para esa época acompañaba en los coros a Jesús Manuel en sus presentaciones en centros nocturnos de Bogotá. Esta fue la primera incursión de Manga como corista en el mundo discográfico, en momentos en los que Juan Piña y Jairo Serrano eran los más destacados en esta función de la música de acordeón vallenata. Jorge Oñate, quien para ese año de 1990 se encontraba en los estudios del sello Columbia, grabando con Álvaro López el álbum "El más fuerte", se enteró de la nueva revelación de los coros descubierta por Rudas y se llevó a Manga a hacer coro, como primera voz, en el álbum mencionado. El éxito del álbum "Directo al corazón convirtió a Jesús Manuel en el cantante revelación de 1990 y consolidó a Ismael Rudas en la cumbre adonde había llegado con "El Doble Poder" (ver portada).

La canción “Directo al corazón”, del compositor José Alfonso Maestre, es el summum de la lírica romántica, idílica, en la que prima la sublimación de la mirada a una niña en su inocencia, sin asomo de cortejo, en respeto a su condición de niña, lo cual no impide que pueda apreciarse su belleza y poetizar, como lo hace el Yo lírico de la canción. Se trata de un mensaje que en conjunto con la melodía genera sentimientos de ternura y, por ello, llega a lo más profundo de las almas sensibles, capaces de percibir el sentimiento estético. A continuación, se puede escuchar el audio de esta bella canción.
Directo al corazón (audio)
El éxito de este álbum fue tan grande que se hicieron programas de televisión para la interpretación en vivo de sus canciones, a continuación, se pueden observar los videos de cinco de las canciones que salieron en este álbum: "Flor de cielo" del compositor villanuevero Rosendo Romero, "Quiéreme más", de Jorge Valbuena, "El silencio de la noche" de Germán de la Hoz, "La brasilera" de Rafael Escalona y "Mi muñeca morena" de Hernán Urbina Joiro.
Flor del cielo (vídeo)
Fuente: YouTube, canal Chichi Music
Quiéreme más (video)
Fuente: YouTube, canal Chichi Music
Silencio de la noche (video)
Fuente: YouTube, canal Chichi Music
La brasilera (Video)
Fuente: YouTube, canal Chichi Music
Mi muñeca morena (video)
Fuente: YouTube, canal Chichi Music
3.13.3 Álbumes "Mil Frases" y "La verdad del cuento"
En el álbum “Mil frases” (Philips 11080) (ver portada), se encuentran varias canciones que mantienen la línea lírica romántica, entre las que se destacan “Mil Frases” del compositor Roberto Calderón y “Que viva el rey” de Germán de la Hoz.

La canción “Mil frases” se trata de una lírica poética de amor, en la que al mejor estilo literario y compositivo de Roberto Calderón comunica un mensaje de sublimación del amor, en tanto que la lírica de la canción “Que viva el rey” es una elegía a Alejandro Durán, el gran músico del vallenato tradicional que logró interpretar con su acordeón el sentir y la cultura tanto del Magdalena Grande como del Gran Bolívar. En dicha interpretación Jesús Manuel logra transmitir el sentimiento de tristeza que produjo la muerte de este baluarte de la música de acordeón vallenata y sabanera, acompañada por las notas tristes que Ismael Rudas le saca a su acordeón, el cual pareciera llorar en sus notas. A continuación se pueden escuchar los audios de estas dos canciones.
Mil frases (audio)
Que viva el rey (audio)
En el álbum “La verdad del cuento” (Sonolux-Tamborito LP 03(0131)00167) (ver portada), se destaca el paseo “Caprichosa”, del autor Jorge Rojas, que mantiene la lírica amorosa de muchas de las canciones de los dos álbumes anteriores. A continuación, se puede observar un video en el que la pareja de Ismael Rudas y Jesús Manuel interpretan este bello canto.
Caprichosa (Video)
Fuente: YouTube, Sonolux oficial
3.14 Ismael Rudas y nuevos cantantes: Leandro Torres, Romualdo Brito y Armando Mendoza, 1992-1995
En el período de 1992 a 1995 Ismael Rudas hace pareja con tres nuevos cantantes.
En 1992 graba con Leandro Torres el álbum “Canta por la vida” (Sonolux-Tamborito 03(0131)00180), ver portada, que incluye 10 temas, entre los que se destacan “Piedras del camino” del compositor Efrén Calderón, “Más allá del amor” de Ernesto Cárdenas y “Canta por la vida” de José Alfonso Maestre. Las tres canciones se enmarcan en el estilo lírico romántico. “Piedras del camino” es un bello canto de nostalgia, cuyo motivo lírico se centra en un pasado amoroso que desapareció, nostalgia que el Yo lírico expresa con fuerza poética. A continuación, se puede escuchar el audio.
Piedras del camino (audio)
En 1994 se conforma la pareja musical de Ismael Rudas y Romualdo Brito, la cual graba el álbum “Rumbeando” (Sony CD 52 473213), ver portada; que incluye 11 canciones, la mayoría de autoría de Romualdo Brito. Se trata de un álbum que rompe con el molde tradicional de la música vallenata, introduciendo en la mayoría de las canciones una instrumentación cuya sonoridad se aproxima más a la música tropical orquestada que a la música de acordeón. Es, sin duda, un álbum particular que se aleja de la tradición organológica y rítmica vallenata para incorporar ritmos antillanos como el merengue dominicano, soka, reggae y lambada, además de la champeta criolla. Variedad rítmica que demuestra la versatilidad y creatividad de Romualdo Brito como compositor, autor de siete de las once canciones del CD, y de Ismael Rudas como acordeonista.
La creatividad, exploración y experimentación artística es una de las cualidades esenciales de la música tropical caribeña comercial, incluida la música vallenata, atributos que en este álbum se muestran en todo su esplendor. A continuación, se muestra la portada del álbum y el audio de dos canciones.
Amor mira como estoy (soka)
En 1995 Ismael Rudas se une con el cantante guajiro Armando Mendoza y producen el álbum “Una rosa en mi jardín” (Sonolux-Tamborito 03(0131)00192), que incluye 11 canciones, casi todas en ritmo de paseo, destacándose “Una rosa en mi jardín” del compositor Romualdo Brito y “Una canción eterna” de Jacinto Leonardy Vega. "Una rosa en mi jardín" es una bella canción en modo menor, cuyo motivo lírico es la expresión de amor por la madre, en tanto que "Una canción eterna" es una oda al arte musical vallenato y su contexto cultural. A continuación, se puede ver un vídeo en el que Armando Mendoza interpreta "Una rosa en mi jardín" y escuchar el audio de "Una canción eterna".
Una rosa en mi jardín
Fuente: Estelares del vallenato
3.15. Ismael Rudas con varios cantantes y/o acordeonistas: Andrés Meza, Rosendo Romero, Raúl Fernando y Daniel Celedón, 2001-2006
En el año 2001, en el álbum “El Brindis”, grabado por Andrés Meza al mejor estilo sabanero, Ismael participa con su acordeón en las canciones "La trabajadora social" y "Mi novia"; además es el productor musical del álbum.
En ese mismo año de 2001 dirige la producción del álbum de Rosendo Romero titulado "Diez acordeones para un poeta", considerado por el maestro Rudas como una de sus mejores experiencias como productor musical, dada la alta calidad del intérprete y compositor Rosendo Romero y de los acordeonistas que participaron en la producción: Chelito de Castro, "Chane" Meza, Aníbal Velásquez, el rey vallenato Julio Rojas, Limedes Romero, "Chiche" Maestre, "Pangue" Maestre, Norberto Romero y Pablo Araujo. El maestro Ismael Rudas, además de la dirección de la producción, también participó como acordeonista en dos canciones. La escogencia de Rudas Mieles para participar en este álbum fue definida por el poeta del camino, Rosendo Romero, en los siguientes términos:
"Lo escogí por su reconocida capacidad de arreglista, considerado un maestro entre los cinco maestros del vallenato actual. Él me interpreta dos romanzas vallenatas: Cómo dejar de quererte y Lo que la experiencia me dio. Rudas está tocando mejor ahora que antes. Su participación en el trabajo fue definitiva, pues la producción estuvo a su cargo" (Portada interior del álbum).
A continuación se puede escuchar el audio de la romanza Cómo dejar de quererte, una hermosa canción de corte romántico moderno.
Cómo dejar de quererte (audio)
En este mismo álbum, Rosendo Romero con el acordeón de Julio Rojas y la producción de Ismael Rudas, interpreta una bellísima cumbia titulada "Entre tambores y flauta", que se puede escuchar a continuación.
Entre tambores y flautas (audio)
En el año 2002 Rudas Mieles participa como productor y acordeonista en la grabación del trabajo “Rafael Escalona". Vida y cantos del maestro del vallenato”. Se trata de un álbum de 3 CD que incluyen entre los tres y 36 canciones, seis de ellas reediciones de versiones originales de la obra 100 años de vallenato. En las 30 originales, Ismael Rudas participa con su acordeón en 18, distribuidas así: acompañando la voz de Toby Tovar en 10, de El Cachaco Jiménez en cinco y de Daniel Celedón en tres.
En el año 2003 acompaña de nuevo con su acordeón al cantautor Rosendo Romero en la canción “Música de mis amores” del álbum “La puerta del amor”. En este mismo año el maestro Rudas produce el álbum "Mil recuerdos sin ti" interpretado por el cantante romántico, Raúl Fernando, también conocido como Raúl Machado; a quien Ismael Rudas acompaña con su acordeón en la interpretación de las 10 canciones del álbum (ver portada del álbum).
En el año 2006, Ismael produce el álbum Daniel Celedón con todos sus acordeoneros, en los que participan los acordeonistas Alfredo “Fello” Agámez, Gabriel “Chiche” Maestre, Juan Carlos Padilla, Israel Romero, Norberto Romero e Ismael Rudas, quien, además de la producción musical del álbum, ejecuta el acordeón en tres canciones.
Las portadas de todos estos trabajos se pueden observar en el Anexo "Galería de portadas y marbetes de discos", al final del texto.
3.16. Ismael Rudas con nuevos cantantes: Otto Serge, Toby Murgas, Hugo Rangel, Juan Luis Serge y Adán Manuel, 2000-2008
Entrando al siglo XXI, el maestro Ismael Rudas graba con cinco nuevos cantantes. Comenzando en el año 2000 con una curiosa grabación con Otto Serge. En efecto, en el año mencionado el maestro Ismael Rudas contrata una presentación del Doble Poder para el Show de las Estrellas de Jorge Barón, en la feria ganadera de la población colombiana de Cartagena del Chairá, ubicada en el Departamento de Caquetá, al sureste de su capital Florencia. Para el cumplimiento del contrato se presentaron inconvenientes con la participación de Daniel Celedón, lo que obligó a Rudas Mieles a buscar como alternativa vocal a Otto Serge. La presentación se realizó con canciones tanto del repertorio de Otto Serge con Rafael Ricardo como del Doble Poder, siendo grabadas las pistas en el estudio del maestro Rudas en Barranquilla y la presentación en vivo grabada por Jorge Barón. En dicha presentación, la improvisada pareja musical Rudas-Serge interpretó canciones tales como "Señora", "Dije de amor", "Un día muy triste", "A fuego lento" y "La gota fría", entre otras.
En el año 2002 el maestro Rudas produce el álbum "Renace la voz" del intérprete Toby Murgas y lo acompaña con su acordeón en cuatro de las diez canciones incluidas en el álbum, todas de autoría de Wilder Murgas (ver portada).
En el año 2004 Ismael Rudas produce un álbum con Hugo Rangel titulado “Gracias mi folclor” (Región récord), ver portada, que incluye 12 canciones, entre las que se destacan: “Adioses del vallenato” y “Gracias mi folclor”. La primera, de autoría de Nicolás Rodríguez, es un canto de nostalgia por el viejo vallenato, en tanto que la segunda, de autoría de Aníbal Márquez Fernández, su motivo lírico se centra en el agradecimiento al folclor vallenato por todo lo que ha representado para el autor.
En el año 2005 el maestro Rudas graba con Juan Luis Serge el álbum “Entre acordes de trompetas” de estilo romántico, incluye 12 piezas que versionan canciones clásicas del Doble Poder y de Otto Serge, agregando trompetas a la instrumentación (ver portada).
Con este mismo cantante el maestro Rudas vuelve a grabar en el año 2016 el álbum "El fenómeno del niño" un trabajo producido por el maestro en el que también acompaña con su acordeón a Juan Luis.
En el año 2008, fue con Adán Manuel con quien Ismael Rudas graba el álbum “Mi vida te doy” (Acento Music, CD), un disco compacto de ocho canciones, en el que el maestro Rudas, además de ejecutar el acordeón es el productor musical junto con William Salcedo (ver portada). El trabajo fue producido en Colombia y la voz fue grabada en New York (USA), muy cerca a New Jersey, donde reside Silva, ciudad adonde viajó el maestro Rudas para incorporar la voz a la producción.
3.17. Ismael Rudas y nuevos cantantes: Carlos Malo y Michelo Marceles, 2025
En el actual año de 2025, el maestro Ismael Rudas está produciendo varios trabajos musicales con el cantante Carlos Malo y, además, realizó una producción con Michelo Marceles de cinco canciones. Con Carlos Malo, además de la canción "Camino sombrío" publicada y descrita en el numeral 2.2.3, están terminando la producción de las canciones "Mi alma canta" y "El alma me duele", cuyos audios, serán incorporados a este acápite una vez culmine la producción.
Con Michelo Marceles grabó las canciones "Padre Ramiro", "Ave veraniega", "Canción del regreso", "hermosos tiempos" y "Carmen Lu". La primera, una bella canción de profunda lírica espiritual es analizada en el numeral 2.4.2. Las otras cuatro, son bellas canciones con un mensaje lírico poético de amor, al estilo litero-musical del vallenato romántico de los años setenta, que tanto huella dejó en la generación de jóvenes de aquella década, el cual ha trascendido hasta hoy.
La vocalización de Michelo se acompasa perfectamente con el estilo musical, en tempo lento, que sale del acordeón de Ismael Rudas, en un acople armonioso, cuya estética hace honor a la lírica romántica de la letra. A continuación, se puede escuchar el audio de la canción "Ave veraniega" de autoría de Ismael Rudas y "Hermosos tiempos", una hermosa versión de la clásica canción de Carlos Huertas.
4. HECHOS DESTACADOS EN LA VIDA ARTÍSTICA DE ISMAEL RUDAS
Son varios los hechos destacados en la vida artística de Ismael Rudas con sus distintas agrupaciones musicales. A continuación, se enuncian algunos de ellos.
4. 1 Presentaciones en Estados Unidos, 1973
Como resultado de sus éxitos musicales, en junio de 1973 Ismael Rudas fue contratado por el Hotel Plaza de Nueva York para realizar varios recitales en dicha ciudad, tal como aparece en noticia aparecida en el diario El Tiempo, en su edición del seis de junio de 1973, en donde también se da cuenta del éxito alcanzado por la canción “El bohemio” en los mercados de Japón y Panamá (ver imagen siguiente) .
Fuente: El Tiempo. 06-06-1973
4.2 Ganador del Festival de la Panela en Convención, Norte de Santander, 1973
El Festival de la Panela es un evento cultural de gran importancia regional que se realizaba anualmente desde 1962 en el municipio de Convención, ubicado en el nor-occidente del departamento colombiano de Norte de Santander. La celebración era en honor a la producción de panela de este municipio, considerado, en la segunda mitad del siglo XX, como el mayor productor de panela de Colombia.
En el evento se realizaban exposiciones agrícolas y muestras artesanales, presentaciones culturales y murgas campesinas, el Reinado Regional de la Panela, carnavales y bailes populares, desfile de carrozas, ferias gastronómicas e industriales, concursos artísticos nacionales e internacionales y juegos pirotécnicos.
Hacia el año 1973, Ismael Rudas con el Turco Gil se presentaron en el concurso de música realizado en ese año, obteniendo el primer lugar.
4.3. Ganador del Primer Festival Folclórico del Magdalena Grande, 1977
Entre el 15 y el 17 de febrero de 1977 se realizó en la ciudad de Santa Marta el Primer Festival Folclórico del Magdalena Grande en dos categorías: Semi-profesional y profesional. En ambas se presentaron numerosos conjuntos provenientes de los departamentos del Magdalena, Cesar y La Guajira. El maestro Rudas llegó a la final en la que se enfrentó al veterano músico Abel Antonio Villa, auténtico exponente de los aires vallenatos. La culminación exitosa del evento fue registrada en el diario El Tiempo, en su edición del 19 de febrero de 1977, tal como se observa en la imagen siguiente.
Fuente: El Tiempo 19-02-1977
4.4 Ismael Rudas y Adaníes Díaz en la Plaza Santamaría de Bogotá, 1978
El 27 de octubre de 1978, Ismael Rudas con su compañero de fórmula en aquel momento Adaníes Díaz se presentaron en La Plaza Santamaría de Bogotá, en el marco del “Primer Festival Costeño de Vallenato”, junto con otras agrupaciones tales como El Binomio de Oro, Silvio Brito y Orangel Maestre y Beto Zabaleta con Beto Villa. El evento fue noticia nacional en el diario El Tiempo, en su edición del 26 de octubre de 1978 (ver imagen siguiente).
Fuente: El Tiempo 26-10-1978
4.5 El Doble Poder gana el Congo de oro en el Carnaval de Barranquilla, 1982
En el año 1982, la agrupación musical "El Doble Poder" integrado por Ismael Rudas y Daniel Celedón gana el "Congo de Oro" en el Carnaval de Barranquilla, en la modalidad de vallenato. El Congo de Oro es un premio que se entrega a las mejores agrupaciones musicales presentadas en el Festival de Orquestas del Carnaval de Barranquilla, el cual se realiza desde 1969. En el caso del año 1982 la competencia por el Congo de Oro fue bastante reñida, pues concursaron junto con el Doble Poder "pesos pesados" de la música vallenata como Los Betos (Beto Zabaleta y Beto Villa), Jorge Oñate, Julio Rojas (Rey vallenato) y Alfredo Gutiérrez, entre los recordados por el maestro Ismael Rudas. Durante la presentación del Doble Poder hubo problemas con el sonido que obligó a la pareja a parar la presentación; sin embargo fue tan impactante en el público y el jurado la interpretación de las canciones "Mercedes", "A Fuego lento" y "Drama provinciano" que obtuvieron ell codiciado premio. En la interpretación de "Drama provinciano" intervinieron también los cantantes Kissy Calderón y Jorgito Celedón.
4.6 Ismael Rudas y Jorge Celedón en el XXI Festival de la Leyenda Vallenata, 1989
El maestro Ismael Rudas acompañó a Jorge Celedón en la presentación de éste en el concurso de la canción inédita, realizado en el marco del XXI Festival de La Leyenda Vallenata. Jorge Celedón concursó con la canción "Mi vida es así" (ver vídeo).
Ismael Rudas y Jorge Celedón en el XXI Festival Vallenato. Canción inédita: "Mi vida es así, 1989.
Fuente: Youtube, Amed Tobio TV
4.7 Ismael Rudas en el XXII Festival de la Leyenda Vallenata, 1990
A finales del mes de mayo de 1990 se realizó en Valledupar la vigésima segunda versión del Festival de La Leyenda Vallenata, realizada bajo la dirección de la presidente de la Fundación en aquel momento Consuelo Araujo Noguera. Los cinco finalistas que disputaron la corona fueron Alberto Rada, Freddy Sierra, Gonzalo “El cocha” Molina, Gabriel Julio e Ismael Rudas. El día anterior a la final la prensa nacional daba como favoritos a “El Cocha Molina” y a Ismael Rudas, según la noticia aparecida en el diario El Tiempo, en su edición del 30 de abril de 1990 (ver imagen siguiente), en la que se plantea textualmente que “según los vallenatólogos, los dos son los mejores intérpretes de paseos, merengues, puyas y sones en estos momentos”.
Fuente: El tiempo 30-04-1990.
En la presentación final Ismael Rudas interpretó el paseo “La gota fría”, El merengue “La brasilera”, El son “Mercedes”, y la puya “Gabriela”. En los videos siguientes se puede apreciar la presentación del merengue “la brasilera” vocalizada por Jesús Manuel quien también ejecuta la guacharaca y del son "Mercedes"
Ismael Rudas en el XXII Festival Vallenato. Merengue "La brasilera", 1990
Fuente: Youtube, Amed Tobio TV
Ismael Rudas en el XXII Festival Vallenato. Son "Mercedes", 1990
Fuente: Youtube, Amed Tobio TV
Al día siguiente nuevas noticias aparecidas en El Tiempo informaban sobre el triunfo de “El Cocha” Molina y la trifulca que siguió al momento de la proclamación del nombre del ganador (ver imagen siguiente). Ismael Rudas ocupó el tercer lugar en ese discutido fallo.
Fuente: El Tiempo 02-05-1990
4.8 Ismael Rudas, productor musical de la obra 100 años de vallenato, 1997
100 años de vallenato es, sin duda, una obra colosal, la más importante síntesis de la historia de la música vallenata realizada hasta hoy. Resultado de la unión de esfuerzos, ideas y talento de los gestores Daniel Samper Pizano y Pilar Tafur, del productor musical Ismael Rudas Mieles, del ingeniero de audio Mauricio Cano, de la producción ejecutiva de Humberto Moreno, representante de la Empresa MTM y de numerosos acordeonistas, cantantes, cajeros y guacharaqueros; quienes durante siete meses y más de 1.500 horas de grabación y una alta inversión económica; produjeron esta magna obra que incluyó en su primera edición un libro y 6 discos compactos con cien canciones representativas de la música tradicional vallenata. Cabe destacar el gran trabajo realizado por el mencionado ingeniero de audio Mauricio Cano, quizás el único en Colombia quien para finales del siglo XX, tenía titulo profesional en este campo obtenido en Canadá y, además, ganador de un Grammy como ingeniero de audio.
Ismael Rudas Mieles fue vinculado como productor esta fenomenal obra por la iniciativa Humberto Moreno, quien para la época era productor musical de Codiscos y admiraba el estilo de musical de Rudas Mieles. Daniel Samper no tuvo objeción alguna para invitar al maestro a dirigir la producción.
La obra ha tenido una edición original y una reedición. La edición original salió con 100 canciones en 6 discos compactos que incluían 18 con el acordeón de Ismael Rudas y los cantantes Daniel Celedón (17) y una con Ivo Díaz. En el año 2016 salió una nueva edición en la que se incluyen 7 canciones más, dos de ellas interpretadas por Ismael Rudas Mieles con el acordeón: "Los camarones" y "La cañaguatera", para un total de 20 canciones interpretadas por el Maestro Rudas Mieles. También se incluyeron canciones de Adolfo Pacheco, insigne representante de la música de acordeón sabanera.
100 años de vallenato fue lanzada el cuatro de agosto de 1997, en el Teatro Nacional La Castellana de Bogotá, en presencia de altas personalidades del gobierno, la política y, obviamente, la crema y nata de los músicos, compositores y actores de la música vallenata. En las imágenes siguientes se muestran algunas fotos de este memorable evento, seguidamente se muestran tres videos de presentaciones de Ismael Rudas en el acto de lanzamiento de la obra, interpretando con Daniel Celedón "La gota fría" y "El mochuelo" y con Ivo Díaz, "La diosa coronada".
Vista parcial de asistentes al lanzamiento de 100 años de vallenato, Teatro La Castellana, 1997. Tomada de García González (2018)
Rafael Escalona, Emiliano Zuleta Baquero y Leandro Díaz en el lanzamiento de 100 años de vallenato, Teatro La Castellana, 1997. Tomada de García González (2018)
Ismael Rudas en una de sus presentaciones en el lanzamiento de la obra "100 años de vallenato". Tomada de García González (2018).
Ismael Rudas durante la grabación de 100 años de vallenato, 1997. Tomada de García González (2018)
La gota fría (Daniel Celedón & Ismael Rudas). Presentación en el acto de lanzamiento de la obra 100 años de vallenato, 1997.
Fuente: YouTube, Talento Caribe.
La diosa coronada (Ivo Diaz & Ismael Rudas). Presentación en el acto e lanzamiento de la obra 100 años de vallenato, 1997
Fuente: YouTube, Talento Caribe.
El mochuelo (Daniel Celedón & Ismael Rudas). Presentación en el acto e lanzamiento de la obra 100 años de vallenato, 1997
Fuente: YouTube, Amed Tobio TV.
4.9 Gira por Países europeos, 1997-1998
Una vez lanzada la obra ”100 años de vallenato” en el año 1997, los gestores de ésta: Daniel Samper Pizano y Pilar Tafur invitan al productor musical de la misma: Ismael Rudas Mieles para una gira promocional por países europeos. Para esta gira, Ismael Rudas escogió a su compañero de fórmula, Daniel Celedón, como vocalista, a Javier Santander en el bajo, Javier Polo, como corista y guacharaquero, y Ariel Ávila en la caja.
Con una agenda intensa, Ismael Rudas y su agrupación, realizó presentaciones en Bélgica, Países Bajos y en París, ciudad en la que estuvieron más de un mes, presentándose en distintos escenarios como La New Morning, el salón de la Unesco, La Plaza de La Villete y el Festival de Cine en Biarritz, donde Colombia participó con la película “La deuda”, obteniendo el premio como el mejor guion, evento amenizado por Ismael Rudas y su agrupación musical, tanto en la apertura como en su desarrollo y clausura. En Amberes (Bélgica), la agrupación fue invitada a presentarse durante cuatro días en un festival musical internacional. Las anteriores actividades permitieron que la agrupación de Rudas y su conjunto regresar en 1998 a Francia a una gira por distintos pueblos del territorio francés.
En la siguiente imagen se ve a Ismael Rudas y Daniel Celedón en la estación del metro de París correspondiente al Barrio Montmartre, un icónico lugar de gran importancia histórica y artística pues fue el epicentro de la Comuna de París en 1871, un importante episodio revolucionario y, a finales del siglo XIX y principios del XX, se convirtió en hogar de grandes artistas y movimientos vanguardistas como el impresionismo y el cubismo.
Fuente: tomada del álbum "Nuevamente", publicada en Discogs.
Al final de dicha gira y en la cúspide de su carrera artística, Ismael Rudas, considera la opción de retirarse de la vida artística pública y así se lo manifiesta a su compañero de gira Daniel Celedón. Para el maestro Ismael Rudas, después de sus logros con la producción de la obra 100 años de vallenato y de sus giras internacionales, ya había llegado al summum de su carrera artística y era el momento del retiro, estando allí, en la cumbre. En la imagen siguiente se muestra el lugar exacto en el que ocurrió es hecho en París en una de las riberas del Río Sena y, al fondo, la Catedral de Notre Dame.
De regreso de Biarritz a París, con Daniel se toman las memorables fotos que aparecen en el Álbum "Nuevamente" que habían grabado y cuyo lanzamiento lo hizo la disquera FM mientras realizaban la gira promocional en referencia.
4.10. Ismael Rudas, Adolfo Pacheco, Daniel Samper y "Los gallos de Pavajeau"
En el año 1998, posterior al lanzamiento y promoción internacional de la obra "Los 100 Años de vallenato", ocurre un memorable encuentro de Ismael Rudas y Adolfo pacheco en casa de Daniel Samper Pizano, en el que se habló del impacto nacional e internacional de la obra. En el encuentro Daniel Samper le comentó a Rudas y Pacheco sobre una letra que había escrito dedicada a Darío Pavajeau, titulada "Los gallos de Pavajeau.
Se refiere Samper a Darío Pavajeau Molina (Valledupar, 1941), una figura destacada y patriarca de la cultura vallenata, reconocido por su labor de gestor cultural, folclorista, exalcalde de Valledupar, pionero de la creación del Festival de la Leyenda Vallenata y gallero apasionado. Se le atribuye haber sacado a Alejandro Durán de una gallera en Sincelejo para que participara en el Primer Festival de la Leyenda Vallenata, en el cual resultó ganador.
Daniel Samper en la letra de su canción “Los gallos de Pavajeau” se refiere a la actividad de gallero de Darío Pavajeau con su reconocido estilo humorístico, dice que los gallos de Darío nunca ganaban y que un primo le aconsejó que consiguiera gallos nuevos en otros lados, lo que motivó el viaje a España de Pavajeau a comprar gallos “tan guapos como Manolete”. Con la ayuda de la “Chiva” Cortés compró dos gallos en Jerez, a los que bautizó con los nombres de los futbolistas brasileños “Bebeto” y “Ronaldo”. El Transporte hasta Valledupar fue muy cuidadoso de modo que no se enfermaran; pero al llegar a Valledupar y sacar los gallos de la jaula descubrió aterrado un huevo, que nunca se supo si era de Bebeto o de Ronaldo, solo se supo que no era de Darío. A continuación, se puede escuchar la canción, interpretada por Adolfo Pacheco con el acordeón de Ismael Rudas. El maestro Pacheco hace una dedicatoria antes de iniciar la interpretación.
Los gallos de Pavajeau (audio)
5. ISMAEL RUDAS MIELES Y ÁNGEL MASSIRIS CABEZA EN LA BÚSQUEDA DE EMBRIONES DE AIRES VALLENATOS EN LA MÚSICA CARIBEÑA COLOMBIANA, 1923-1945
Embriones de aires vallenatos es un álbum musical especial realizado con la producción ejecutiva del investigador Ángel Massiris Cabeza y la producción musical del maestro Ismael Rudas Mieles, resultado de la búsqueda de comprobación de una hipótesis que el investigador Massiris se planteó en el desarrollo del estudio titulado “Historiografía documentada de la producción fonográfica del Caribe colombiano en la primera mitad del siglo XX”, cuyos resultados fueron publicados en un libro del mismo nombre lanzado en el año 2023 (ver portada).

En la referida investigación, Massiris, a partir de la premisa conceptual de que los aires vallenatos surgieron de una matriz histórica-cultural común a todas las demás músicas del Caribe colombiano; planteó la hipótesis de que entonces sería posible encontrar vestigios o embriones de dichos aires en la música costeña grabada antes de que éstos comenzaran a reconocerse en la cultura musical magdalenense. Bajo este supuesto el investigador planteó un marco conceptual y metodológico para intentar probar la hipótesis, el cual se encuentra ampliamente desarrollado en el numeral III.3 del libro mencionado antes (ver imagen).

Çomo parte del desarrollo metodológico de la prueba de hipótesis, el maestro Ismael Rudas realizó el estudio de la estructura musical de aproximadamente 250 canciones grabadas por artistas costeños entre 1923 y 1945, mientras el investigador Massiris Cabeza realizaba el análisis geocultural de las letras, de modo que se permitiera encontrar en las canciones examinadas contenidos musicales y geocuturales comunes a los del vallenato magdalenense. El resultado de todo ese extenso y documentado ejercicio académico se muestra en el libro mencionado, del cual se identificaron 18 embriones de aires vallenatos. En las tablas 4 y 5 se resumen los resultados de los análisis realizados. En la Tabla 5 aparecen los 18 embriones con sus datos identificadores y descriptores y en la Tabla 6 se muestran los resultados de los análisis de estructura musical y geocultural.
Como complemento al estudio realizado se produjo un álbum con 12 de los 18 embriones, realizado bajo la dirección y producción musical del maestro Ismael Rudas Mieles. Para la interpretación de las canciones, el maestro Rudas seleccionó un grupo musical cuyos integrantes se muestran en la imagen siguiente.
Fuente: Massiris, 2023: 162
Seguidamente se muestran QR mediante los cuales se pueden escuchar las canciones tanto de la grabación original como la versión en música de acordeón realizada por Ismael Rudas y su conjunto. En la columna de la izquierda aparecen las canciones originales y en la columna de la derecha las correspondientes versiones en acordeón. Dada a cercanía vertical de los códigos, el lector debe enfocar bien la cámara para capturar el código deseado. En caso de que al momento de escanear el código le salga publicidad, ésta es propia de la aplicación utilizada cuando son gratuitas, el lector debe cerrar dicha publicidad y abrir el enlace de la canción que la aplicación muestra al decodificar el QR. Si es mayor de edad y tiene dificultades para realizar estas operaciones pida ayuda a uno de sus nietos.
Fuente: Massiris, 2023: 163-164
6. GALERÍA DE PORTADAS DE ALBUMES Y MARBETES DE DISCOS
En este capítulo se presenta un listado, en orden cronológico, de álbumes en cuya producción o grabación ha participado el maestro Ismael. Al pulsar sobre el nombre del álbum se desplegará una nueva ventana en donde se presenta información descriptiva, imágenes de las portadas y marbetes y, algunos casos, también observaciones.
ANEXO
CATÁLOGO DISCOGRÁFICO DE ISMAEL RUDAS, 1962-2025
FUENTES CONSULTADAS
Massiris Cabeza, Ángel (2020), Ismael Rudas Mieles. Vida y obra de un ícono de la música vallenata. Libro-blog digital, disponible en: https://ismarudas.blogspot.com/
Massiris Cabeza, Ángel (2023), Historiografía documentada de la producción fonográfica del Caribe colombiano en la primera mitad del siglo XX, Massiris Producción Editorial, Bogotá, D.C.
Meneses Romero, Fernando (2021), Momentos de amor, Universidad Industrial de Santander, División de Publicaciones, Bucaramanga.
Rudas Mieles, Ismael (2025), entrevistas.
Comparto con mucho interés y emoción, el nuevo libro del escritor Angel Massiris, sobre la vida artística, de uno de los más reconocidos grandes de la música vallenata en sus diferentes componentes. Felicitaciones a Ángel, por su inagotable fuerza de investigador y por su desmedida pasión por aportar al conocimiento de la música nuestra y sus protagonistas.
ResponderBorrarFelicitaciones amigo Ángel por este gran trabajo. Completísimo. Un abrazo.
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