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Blog: Cultura musical del Caribe colombiano
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Fecha de publicación: 24 de julio de 2025
Foto portada: Coronación de Emilio Oviedo como Rey Vallenato Vitalicio, realizada por la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, el 7 de junio de 2025. Foto cortesía de Emilio Oviedo Corrales.
Derechos de autor: Este trabajo está protegido por las normas de derecho de autor. Prohibida la reproducción parcial o total, por cualquier medio, sin la autorización del autor. Solo se autoriza la divulgación del enlace de la publicación que se muestra a continuación:
INDICE
1.1. Contexto
1.2. Grabación de las primeras canciones con Los Guacharacos, 1964
3.1 Visita a la población “La fría” en Táchira (Venezuela), 1966
3.2 Segundo LP: “Costeña del alma”, 1966
3.3. Segundo cantante de Emilio Oviedo: Wilson Estarita, 1967
3.4 Encuentro con Los Corraleros de Majagual en Bucaramanga, 1967
4.1 Emilio Oviedo y su encuentro con "El turco" Gil, Carmen Díaz, Poncho y Emilianito Zuleta, 1968
4.2. Tercer cantante de Emilio Oviedo: Abraham "El Pibe" Rivera, 1969
6.1 Grabación del LP Presentado a…, 1972
6.2 Emilio Oviedo con la cantante Eliana en el V Festival Vallenato, 1972
6.3 Primeros cantos de Rafael Orozco, consagración del compositor Diomedes Díaz y aparición de Joe Arroyo, 1975
6.4 Separación de Oviedo-Orozco y nacimiento del Binomio de Oro, 1976
6.5 Descubrimiento del cantante Alberto "Beto" Zabaleta, 1976
7.1 Emilio Oviedo y “Beto” Zabaleta, 1976-1978
7.2 Emilio Oviedo y Freddy Peralta: “Por todo el mundo”, 1978
7.3 Emilio Oviedo y “Kate” Martínez: “El vencedor”, 1979
7.4 Emilio Oviedo y Reinaldo "El Papi" Díaz: “Golpe a golpe” e “Inspiración”, 1980-1981
8.1 Emilio Oviedo y Rosendo Romero: “Rosendo interpreta a Rosendo”, 19818.2 Emilio Oviedo y el “Chiqui” Escobar”: “Vuelve el comandante”, 19838.3 Emilio Oviedo y Toby Murgas: “Nosotros”, 19848.4 Emilio Oviedo y Miguel Morales, 19848.5 Emilio Oviedo y Farid Ortiz, 1985-19938.6 Emilio Oviedo y “Joaco” Pertuz, "Folklor y sentimiento",1989
9.1 Emilio Oviedo y Eduard Morelos, 1994-2004
9.2 Emilio Oviedo con Enaldo Barrera, Gaby García y Carlos Narváez: 1996-2000
PRÓLOGO
La historia musical de Emilio Oviedo Corrales es una muestra de las luchas de los acordeonistas del Caribe colombiano, de los primeros sesenta años del siglo XX, por desarrollar su talento artístico, en medio de condiciones socioculturales adversas, expresadas en rechazo social y carencias económicas en sus inicios. Oviedo, como muchos otros grandes acordeonistas populares, pudo superar estas limitaciones y, de modo paulatino, con la habilidad de sus manos para tocar el acordeón, su perspicacia para detectar buenos cantantes y la templanza de su carácter para no dejarse vencer por la adversidad; fue abriendo el camino del éxito a sí mismo y a decenas de músicos, compositores y cantantes, con quienes se encontró en el andar: Jorge Oñate, Rafael Orozco, "Beto Zabaleta", Freddy Peralta y Farid Ortiz, son apenas cinco de los 44 cantantes documentados en este estudio que hacen parte de la historia musical de Emilio Oviedo, a quienes se suman Diomedes Díaz, Miguel Morales, Carlos Malo, Diomedes Dionisio Díaz, Juan José Granados y nueve personajes más de la música vallenata, cuyos nombres aparecen después de la Tabla 1; quienes en distintos roles artísticos y sin haber cantado directamente con Oviedo; fueron apoyados por éste a tener sus primeras oportunidades para desarrollar sus talentos; todos guiados por un mismo propósito: superar con triunfos, las condiciones socioeconómicas y culturales adversas, bajo las cuales habían nacido.
Durante más de sesenta años Emilio Oviedo fue transitando el camino de sus sueños de gloria y reconocimiento artístico, hasta alcanzar la cumbre el 7 de junio de 2025, cuando fue investido por la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata como Rey Vallenato Vitalicio. La corona que le fue impuesta ese día se sumaba al inmenso aprecio y cariño de varias generaciones de hombres y mujeres caribeñas, colombianas y extranjeras, que han disfrutado su música desde 1964 hasta hoy. El momento glorioso de su coronación quedó plasmado en este video:
No cabe duda de que la historia discográfica de Emilio Oviedo es un crisol en el que se entrecruzan momentos de la historia de grandes cantantes, compositores y músicos del Caribe colombiano; lo que hace de su trayectoria artística una fuente rica de conocimientos a la que todos están invitador a beber, a través de este relato elaborado con el estilo que caracteriza los estudios de este autor: información verificada, documentada, ordenada cronológicamente y siempre sujeta a la corrección de errores y a la actualización. No se hable más, la puerta ha sido abierta, siga usted.
INTRODUCCIÓN. LOS CANTANTES DE EMILIO OVIEDO, VISIÓN GLOBAL, 1965-2025
A Rolando Ochoa lo convenció de
volver a tocar el acordeón cuando ya había abandonado la música. Afirma el
maestro Oviedo que al oír tocar a Rolando le propuso grabar con Diomedes
Dionisio, hijo de Diomedes Díaz; pareja a la que les dirigió sus dos primeras grabaciones.
1.1. Contexto
De acuerdo con entrevista
concedida por el maestro Emilio Oviedo a este investigador, complementada con relatos hechos por el maestro a distintos canales de Youtube, se pudo conocer
el contexto bajo el cual se produjeron las primeras grabaciones realizadas por
Oviedo. Estos elementos contextuales narrados por Emilio Oviedo fueron objeto de
verificación en tiempo, modo y lugar, dado que provenían de su memoria, la cual
no siempre es una fuente precisa, en especial en lo pertinente a fechas,
cantidades, orden cronológico, hechos no recordados o difusos, etc. Lo que se plantea a
continuación es el resultado de las verificaciones realizadas, por ello, el
lector encontrará a lo largo de este trabajo algunos elementos desconocidos de la trayectoria artística del
maestro, incluidos aspectos encontrados en fuentes documentales que él ya no
recuerda.
Todo comenzó en Bucaramanga, en donde residía el maestro Emilio Oviedo a comienzos de los años sesenta, después de salir, aproximadamente en el año 1958, de su pueblo natal, el corregimiento de Costillas, hoy perteneciente al municipio de Pelaya (Cesar), y de cumplir el servicio militar en las poblaciones de Barrancabermeja y Bucaramanga. Durante el servicio militar, el maestro Oviedo tuvo la oportunidad de dirigir una agrupación musical que le permitió ir desarrollando sus habilidades en la ejecución del acordeón.
Culminado el servicio militar, aproximadamente hacia el año 1961, el maestro se residenció en la ciudad de Bucaramanga en la que continuó con su proyecto artístico como acordeonista, en condiciones socioculturales adversas, dada la poca receptividad que en aquel momento tenía la música de acordeón entre los bumangueses; cuya preferencia se inclinaba hacia las orquestas y la música tropical de la época. Esto llevó al maestro Oviedo a aprender a tocar saxofón, sin desprenderse o abandonar el acordeón que era su instrumento favorito.
Frente al medio adverso de
Bucaramanga, el maestro Oviedo acudió a su talento y versatilidad para
incorporar en su repertorio canciones de música de acordeón del Caribe
colombiano, que desde finales de los años cincuenta habían alcanzado gran
popularidad, tales como “Un poquito de cariño” (Aníbal Velásquez), El niño inteligente
(Calixto Ochoa) y los primeros éxitos de Los Corraleros de Majagual, como “la
Paloma Guarumera” (Alfredo Gutiérrez), que desde 1962 se escuchaban por todos los rincones de
nuestra costa caribeña. Este repertorio era complementado con canciones
antillanas, boleros y pasajes llaneros tratando de llegar a todos los gustos y,
como si fuera poco, le añadía shows con flauta y con melódica; que hacían de
sus presentaciones un espectáculo emocionante.
Desde el año 1963, el maestro Emilio Oviedo comenzó a interesarse en grabar con algunos de los sellos más famosos que existían para esa época, la mayoría localizados en Medellín. En uno de sus viajes a esa ciudad en busca de grabaciones, mientras tocaba puertas en Codiscos, fue abordado por dicha empresa para solucionar una emergencia que se había presentado con el ejecutante del güiro en una de las sesiones de grabación que realizaba Antolín Lenes con Lucy González; al ser interrogado sobre si sabía tocar el güiro, el maestro, que no era ducho en la ejecución de ese instrumento, aceptó el desafío. De ese modo, participó en la grabación de varias canciones interpretadas por Lucy González con Antolín Lenes y su Combo, una de ellas que recuerda el maestro es "La vaca prieta", la cual aparece en el álbum "Fiesta en el mar" (Zeida E-LDZ 20186).
En el contexto anterior, Emilio
Oviedo y su agrupación musical tomaron la decisión de tocar las puertas de
Discos Fuentes, de modo que un día no precisado del año 1964 toman un tren en
Bucaramanga rumbo a Medellín;
acompañado con Hugo Martínez (Guitarra), Leonel Parodi (guacharaca), Julián
Acuña (caja) y Wilson Estarita (tumbadora); agrupación con la que venían
actuando desde Barrancabermeja con el nombre de “Los Candelosos”.
La ilusión del maestro Oviedo era
la de grabar su primer Long Play (LP) o disco de larga duración, en Discos
Fuentes y, de este modo, darse a conocer, aprovechando la imagen comercial y
calidad de grabación que para comienzos de los sesenta ya disponía dicha
empresa. Aquella ilusión estuvo a punto
de frustrarse, dada la ausencia de una invitación o acuerdo previo entre Oviedo
y Toño Fuentes para realizar grabaciones fonográficas. Este hecho llevó a que
el maestro Emilio Oviedo y su agrupación fueran rechazados por el portero de la
empresa discográfica, pues para ese día no se había programado ninguna sesión
de grabación. El hecho produjo una gran decepción entre todos los miembros de
la agrupación quienes se disponían a regresar a Bucaramanga.
Quiso la providencia que, en el camino
de retorno, se encontraran con una persona desconocida para ellos, que llamó la
atención del maestro Oviedo, por su fenotipo costeño. Al abordarlo,
descubrieron que se trataba del cartagenero Enrique “Kike” Bonfante, el gran ejecutante
de la tumbadora de los Corraleros de Majagual. Oviedo le narró a Bonfante su
ilusión de grabar en Discos Fuentes y todas las peripecias que había vivido con su agrupación, lo
que conmovió a la ya estrella de Los Corraleros de Majagual, quien le dijo que
le comentaría, sin ningún compromiso, a Toño Fuentes sobre las intenciones de
Oviedo y su grupo en una reunión que tenía prevista con él al día siguiente;
la respuesta negativa o positiva se las daría en el sitio de hospedaje.
Mientras tanto, la agrupación que
había llegado a Medellín en condiciones económicas bastante precarias, le tocó trabajar
esa noche en centros nocturnos cantando tangos. Al día siguiente,
la noticia recibida fue positiva, Toño Fuentes les había apartado para ese
mismo día un espacio en uno de sus estudios de grabación para grabar 12
canciones en tres horas, para un LP. De este modo, la agrupación llegó, de
nuevo, a las instalaciones de Discos Fuentes, en el sector de Guayabal, donde
realizarían las grabaciones. El portero de la edificación que los había
rechazado antes debió darles el ingreso con algo de sorpresa, mientras Oviedo y
la agrupación entraban triunfantes. Toño Fuentes le había pedido que grabara
tres mosaicos, los cuales el maestro Oviedo y su agrupación debieron preparar
con premura. Esta petición de don Antonio Fuentes estuvo motivada, quizás, por
el gran éxito alcanzado por el “Mosaico No. 1” de Los Corraleros de Majagual en
el año 1963, el primero en este formato que había grabado la empresa.
Adicionalmente, Toño Fuentes decidió
que el nombre de la agrupación sería “Conjunto los Guacharacos”, nombre
que había sido creado y registrado por Fuentes desde el año 1952 y bajo el cual
ya habían grabado Fortunato Chadid, Julio Erazo y Gustavo Rada, entre otros
intérpretes. La decisión del nombre para su agrupación no le gustó a Emilio
Oviedo, quien desde su creación la había denominado "Los Candelosos", pero no
tuvo otra alternativa que la de aceptar.
1.2.
Grabación de las primeras canciones con Los Guacharacos, 1964
En el contexto anterior, se
iniciaron las grabaciones en un estudio que el maestro Emilio Oviedo recuerda
que era bastante amplio, de unos 80 metros cuadrados aproximadamente. Eran momentos en los que Discos Fuentes estaba desarrollando el sistema de grabación estéreo que había iniciado en 1960, especialmente en LP de las agrupaciones más comerciales de aquel momento; utilizando, según el maestro Ismael Rudas Mieles, las grabadoras Ampex con cinta magnetofónica de un cuarto de pulgada. Las grabaciones de maestro Oviedo fueron realizadas en el sistema monofónico, por un solo canal. En
algunas canciones debieron realizar varias sesiones de grabación debido a
equivocaciones que ocurrían. Toño Fuentes aparecía en algunos momentos,
supervisando la grabación, miraba por algunos minutos el desempeño de los
músicos, daba instrucciones a su equipo de grabación y se
retiraba.
Las 12 canciones no salieron en
un LP como lo esperaba el maestro Oviedo, sino en seis discos sencillos de 78
rpm, cuyos datos descriptivos se pueden observar en la Tabla 2. De
acuerdo con los números seriales de los discos, los primeros cinco corresponden
al año 1964 y el último a 1965. Obsérvese que el número serial del último disco
(801872) es de seis dígitos, distinto al de los discos anteriores que es de
cuatro dígitos. Esto se debe a que la numeración serial de cuatro dígitos de
Discos Fuentes llegó hasta el número 1840; a partir del 1841, todos los discos
sencillos de 78 rpm se les antepuso el número 80 y a los de 45 rpm el número
50.
De acuerdo con el ritmo y estructura melódica de las canciones es notable la influencia de la música sabanera y antillana sobre Emilio Oviedo en estas primeras grabaciones, hecho que es indicado por el predominio de ritmos tales como la guaracha, el cumbión, la cumbia y el paseaíto. Preguntado el maestro Oviedo por esta tendencia rítmica en sus composiciones nos informó que, en el contexto de la música tropical costeña de ese tiempo, eran los más populares y, por tanto, los que más vendían y promocionaban las casas disqueras y, además, eran los que más oportunidades de trabajo le abrían. Un dato relevante de las canciones en referencia es que todas son de su autoría y fueron vocalizadas por él.
En la imagen siguiente se
puede observar el marbete del disco donde fue impreso el mosaico titulado “El
ajiaco” y seguidamente el audio del mismo.
Marbete
2. PRIMER LP: "PA LA FIESTA CON LOS CANDELOSOS" Y PRIMER CANTANTE: DUQUE PALOMINO, 1965
2.1 Emilio Oviedo y Duque Palomino en Discos Fuentes
En 1965, el maestro Emilio Oviedo graba su primer LP con su primer cantante: Duque Palomino, a quien conoció en Bucaramanga, en un lugar muy frecuentado por los músicos costeños llamado "El café central", estableciendo lazos de amistad; Duque ya había grabado algunas canciones en el sello Tropical, a finales de los años cincuenta, con la agrupación "Chago Vega y sus muchachos" y en Discos Fuentes, en 1962, con la agrupación "Los Alegres Diablos"; ambas agrupaciones con el estilo de los combos orquestales de la época, muy similares en su instrumentación a Los Candelosos de Emilio Oviedo. A Duque le gustaba el estilo musical de Oviedo, por ello le transmitió su deseo de grabar con él algunas piezas musicales de su autoría; esto ocurrió en momentos en los que Oviedo se preparaba para un nuevo trabajo discográfico con Discos Fuentes, al cual el maestro invitó a participar a su amigo Palomino.
En efecto, en el año en referencia, Emilio Oviedo, ya con 12 canciones grabadas en su haber, es llamado por Toño Fuentes para la grabación de nuevas canciones. En esta oportunidad el maestro Oviedo le pidió a Toño Fuentes que le permitiera utilizar el verdadero nombre de su agrupación, que no era “Los Guacharacos” sino “Los Candelosos”; al respecto, obsérvese que entre las canciones grabadas anteriormnete con el nombre de “Los Guacharacos” hay una que se titula “Fiesta con los Candelosos”, la cual confirma el nombre original puesto por Emilio Oviedo a su agrupación. Toño Fuentes cede al pedido de Oviedo y graban 12 nuevas canciones prensadas en un LP titulado “Pa la fiesta con los Candelosos” (Fuentes LP-0263), las cuales también fueron prensadas en seis discos de 78 rpm, identificados con los números seriales: 808179, 808216, 808217, 808218 y 808219, 808282. En los que participan como vocalistas Emilio Oviedo, Duque Palomino y Plutarco Urrutia.
En consulta realizada al maestro Oviedo sobre la grabación de este LP y la participación de Plutarco Urrutia, el maestro manifestó a este investigador que él no grabó con Plutarco Urrutia, a quien no conocía, sino que se trató de dos canciones que Toño Fuentes, en uso de su potestad como propietario de Discos Fuentes, le agregó a su LP sin que en ellas Oviedo tuviera participación; se trata de las canciones "Besito robado" y "Cielito", que Discos Fuentes en sus catálogos y en las portadas del LP le asigna a Los Candelosos.
Aceptando lo dicho por el maestro Oviedo, no se consideraron en este estudio las dos canciones de Urrutia como parte de la discografía del maestro; sin embargo, es preciso dejar constancia de que Urrutia no era ajeno del todo a Emilio Oviedo y su agrupación en aquella sesión de grabación. Esta afirmación se sustenta en una evidencia encontrada en el minuto 2:40 de la canción "Para el Magdalena", interpretada por el maestro Emilio Oviedo, en la que se hace una alusión directa a Plutarco Urrutia, exactamente se escucha en un avivamiento hecho por uno de los participantes en la grabación, que dice: "Como la goza Plutarco Urrutia". Es evidente que dicho avivamiento va dirigido a alguien que muy seguramente estaba allí presente y se estaba gozando la interpretación que Oviedo y su agrupación estaban realizando. A continuación se publica el audio de la canción mencionada para que el lector escuche la evidencia.
De las 10 canciones grabadas por Oviedo con su acordeón en el LP referenciado, cinco son vocalizadas por el mismo Oviedo y las otras cinco por Duque Palomino, el célebre compositor e intérprete pijiñero (Municipio de Pijiño del Carmen, Magdalena). Al respecto, en la letra de una de las canciones de autoría de Duque Palomino e interpretada por él, se hace alusión a las cumbiambas y ruedas de fandango de Pijiño; se trata del fandango titulado "Pa la fiesta", en la que además, en el minuto 0:54 se escucha un avivamiento dirigido a Duque en los siguientes términos: "Mira como lo baila el viejo Duque". A continuación, se puede escuchar el audio
Otra canción destacada en este primer LP de Emilio Oviedo es la titulada "Linda panameña", de autoría de Oviedo e interpretada por el mismo autor, registrada en el marbete en ritmo guararé. En dicha canción se refleja el efecto del gran suceso musical de los Corraleros de Majagual de 1964: la canción "Festival en guararé" que para 1965 se encontraba en la cumbre de su popularidad. A continuación, el lector podrá escuchar el audio de la canción de Oviedo.
En la Tabla 3 se muestran los datos identificadores y descriptores del LP referenciado.
En el mismo año de 1965, la pareja musical Oviedo-Palomino, aprovechando la estancia Medellín donde grabaron el anterior LP y los contactos de Palomino con Codiscos, graban dos sencillos de dos canciones cada uno: el primero prensado en el recién creado en ese mismo año sello Codiscos-Alfha y el segundo en Codiscos-Zeida.
El primer disco contiene las canciones "Tamborito guarareño" por el lado A, en ritmo de guararé y "Tu pena" por el Lado B, en ritmo de paseaíto. En las imágenes siguientes se pueden observar los marbetes de este disco y, seguidamente, los audios; obtenidos gracias al aporte del coleccionista y gestor cultural panameño Jorge Luis Arauz Ramos.
3.1 Visita a la población "La fría" en Táchira (Venezuela), 1966
Después de realizada sus primeras
grabaciones, las condiciones económicas de Emilio Oviedo y su agrupación
mejoran, dado el dinero pagado por Discos Fuentes considerado por el maestro
Oviedo como “un dineral”. En los carnavales de Barranquilla del año 1966,
Emilio y su Conjunto Los Candelosos, tienen resonantes éxitos. En
este contexto, el maestro se anima a explorar mercados allende las fronteras
patrias, adentrándose por trochas de Cúcuta para llegar a una población venezolana llamada “La Fría”, capital del municipio de García de Hevia en el Estado Táchira, donde el trabajo para las agrupaciones de música de acordeón colombianas era económicamente prometedor. Sin embargo,
se encontraron con problemas de control migratorio de
colombianos, que en esos días estaban realizando las autoridades venezolanas;
lo que los obligó a estar escondidos un par de días, dado su ingreso ilegal. Superado el inesperado impasse,
pudieron realizar sus presentaciones haciendo bailar a los asistentes con su
repertorio sabanero y antillano y sus shows; obteniendo jugosos ingresos.
3.2 Segundo LP: "Costeña del alma", 1966
En ese mismo año de 1966, Oviedo
es llamado de nuevo por Discos Fuentes para la grabación de un nuevo LP, el
cual salió al mercado con el título “Costeña del alma”, catalogado con el
número serial LP 300327 en formato monofónico. En las portadas aparece explicito
el papel de Emilio Oviedo como director del conjunto, acompañado en esta
grabación por Hugo Martínez (guitarra), Vicente Perea (timbaletas), Julián
Acuña (caja), Leonel Parodi (tumbadora), Daudett Cantillo (saxo) y Ramón Rivera
(guacharaca).
Todas las canciones de este LP
fueron vocalizadas por el mismo Emilio Oviedo, quien mantiene su línea sabanera
y antillana en su estilo compositivo. En efecto, de las 12 canciones solo una
aparece registrada en ritmo de paseo, las once restantes aparecen como balada,
charanga, cumbia (2), gaita, mapalé, pachanga, paseaíto (2), pompo y tamborera.
Con excepción de una canción que aparece con autoría registrada a nombre de
Hugo Martínez, las 11 restantes son de la autoría de Emilio Oviedo (ver imágenes
siguientes). Las canciones Pompo candeloso & El barbao, también fueron
prensadas en formato de 78 rpm (Fuentes 807205), al igual que las canciones Rodao
& La nave (Fuentes 807244).
La canción “La nave” grabada en ritmo de balada, fue una iniciativa de Hugo Martínez en lo melódico, influido por las baladas de Leo Dan y la ola del rock and roll que, en aquel momento, gozaban de alta popularidad en Colombia. Martínez hizo el esbozo melódico con su guitarra que luego fue perfeccionado por el maestro Oviedo. A continuación, se puede escuchar el audio de dicha canción.
La nave (audio)
En el año 1967, Emilio Oviedo con su conjunto Los Candelosos graba un sencillo interpretado por Wilson Estarita, a quien el maestro Oviedo había conocido en Bucaramanga, cuando hacia parte de algunos conjuntos que trabajaban en esta ciudad; a Estarita le gustó el estilo musical de Oviedo y se hizo amigo del maestro, quien lo invitó a hacer parte de su agrupación, tocando la tumbadora, la guacharaca, haciendo coros y consiguiendo contratos.
El disco sencillo grabado con Estarita es una de las joyas extraviadas en el tiempo de la producción discográfica del maestro Oviedo, sin embargo él recuerda el título de una de las dos canciones: "El porro de mi región”. De este modo, Estarita fue el segundo cantante con quien grabó Oviedo.
3.4 Encuentro con Los Corraleros de Majagual, en Bucaramanga, 1967
Otro hecho significativo en la carrera artística del maestro Oviedo ocurrió en el año de 1967, cuando vivió una experiencia que le cambió radicalmente la visión de su vida artística, la cual se encontraba algo disminuida por el escaso valor y reconocimiento que algunos sectores de la sociedad le daban en esa época a los artistas populares de la música de acordeón.
En el año mencionado, llegaron a
Bucaramanga Los Corraleros de Majagual, una agrupación que se encontraba, en
ese entonces, en la cúspide de su popularidad, la cual ya había trascendido a
todo el sur y centro del continente americano.
La presentación era en un sitio llamado “El mesón de los Búcaros”, al
que Oviedo llegó desde temprano, con la novedad que ya se había cerrado el
ingreso, debido a que no había espacio para una persona más. Pero, era tanta su
ilusión de acercarse a tantas estrellas juntas que integraban a aquella icónica
agrupación musical, que se mantuvo hasta la madrugada, cuando comenzaron a salir
algunas personas, facilitando su ingreso.
Al ingresar y observar las
últimas presentaciones de Los Corraleros, Emilio Oviedo pudo palpar el
significado de la fama. Observó cómo la gente se abalanzaba sobre los músicos,
como los vitoreaban y les expresaban su admiración; hecho que conmovió al maestro, quien pensó frente a aquella visión, que sí valía la pena ser
acordeonista, que se podía ser famoso y que buscaría emular a aquellos artistas
que el público idolatraba. Se acercó a los músicos, a quienes se les presentó,
obviamente entre ellos, estaba “Kike” Bonfante, con quien ya se había conocido
en Medellín; pudo conversar con Calixto Ochoa, Alfredo Gutiérrez, César Castro
y Lisandro Meza, sellando aquella madrugada lazos de amistad con Calixto.
4.
ENCUENTRO CON EL MUNDO VALLENATO Y NUEVO CANTANTE: "EL PIBE" RIVERA 1968-1969
4.1 Emilio Oviedo y su encuentro con "El turco" Gil, Carmen Díaz, Poncho y Emilianito Zuleta, 1968
Hacia el año 1968, Emilio Oviedo y su agrupación trabajaban los fines de semana en un centro nocturno de Bucaramanga, en el que fueron abordados por un piloto de aviación villanuevero (Villanueva, La Guajira), esposo de la mujer a quien Rafael Escalona le compuso la canción “La Brasilera”; el piloto, animado por las emocionantes presentaciones de Oviedo con su conjunto, lo invito a tocar en los precarnavales de Villanueva. Para dichas presentaciones el maestro le hizo modificaciones a su acordeón al ponerle “cinco cambios” y volverlo “eléctrico” con micrófonos pequeños en su interior conectados a amplificadores; logrando un sonido innovador y altamente llamativo, que, en conjunto con su variado repertorio y los shows que ofrecía, contribuyó a elevar su popularidad y reconocimiento en La Guajira.
Una de las canciones infaltable en sus presentaciones en
Villanueva era “La Margentina” de Julio de la Ossa, que para el año 1968 gozaba
de una alta popularidad en todo el Caribe colombiano. Según lo expresado por el
maestro Oviedo, era el único vallenato que en aquel momento tocaba con su
agrupación.
A raíz de las presentaciones en
Villanueva, Emilio Oviedo con su acordeón eléctrico fue llevado a distintas
poblaciones de La Guajira y del recién creado Departamento del Cesar a tocar
serenatas. Fueron 15 días de estancia en Villanueva que cambiaron
significativamente la situación económica de Oviedo; a tal punto que
pudo comprar su primer carro, con el cual emprendió el regreso a Bucaramanga.
La fama que dejó en Villanueva sirvió para que rápidamente fuera contratado por
el señor Marcelo Calderón, dueño de un exclusivo centro nocturno de Valledupar
llamado “Salón Central”, para realizar presentaciones en dicho centro. Allí
Oviedo y su conjunto compartieron tarima con Los Hermanos Piña, Alfredo
Gutiérrez y Aníbal Velásquez, entre otros.
El éxito de Emilio Oviedo seguía
creciendo, su presentación en Valledupar le sirvió para que le plantearan una nueva
oferta de trabajo para una larga temporada en los precarnavales de Codazzi del año 1969; lo
que obligó a Emilio a buscar un acordeonista auxiliar que le ayudara, dado que,
además de acordeonista, cantante, corista y director del conjunto, también
fungía como animador de sus presentaciones. Con esta intención se desplazó
hasta Valledupar en búsqueda del acordeonista. En Valledupar se encontró con el
ejecutante de la tumbadora de la Orquesta de Reyes Torres, Andrés “El Turco”
Gil”, quien para ese año no tocaba aún acordeón. Emilio le pidió a “El Turco”
que le recomendara un acordeonista y este lo envió a la casa de Carmen Díaz
donde encontraría a uno llamado Emilianito Zuleta, que era, según El Turco, muy
bueno. Para ese entonces Emilianito no había grabado aún y era poco conocido,
al igual que su hermano Alfonso “Poncho” Zuleta.
Al llegar a la casa indicada por “El Turco” Gil, Oviedo fue recibido por Carmen Díaz, quien, al ser informada del propósito de la visita, llamó a sus hijos “Poncho” y Emilianito Zuleta que estaban durmiendo. Oviedo le comentó a Emilianito su interés de vincularlo al trabajo que iba a realizar en Codazzi y la respuesta de éste fue inmediatamente aceptada; sin embargo, Carmen Díaz le propuso a Oviedo que también se llevara a su hijo Poncho, "quien tenía una voz muy bonita" y, además, sus dos hijos necesitaban reunir dinero para los pasajes a Tunja donde realizaban estudios. La propuesta no fue aceptada por Oviedo, quien ejercía como cantante de su agrupación.
Ante la aceptación de Emilianito, Oviedo le
pidió una demostración de ejecución del acordeón, en respuesta Emilianito le ejecutó
las notas de la canción “Aborréceme” que Armando Zabaleta había grabado en su álbum “Vallenato protesta”, prensado por el naciente subsello Discos Perla, del sello Phillips; la interpretación impresionó tan profundamente
a Emilio por “lo armonizada y bonita” y, porque “nunca había escuchado tocar
tan de cerca una canción con estilo vallenato”. Emilianito fue contratado y
ambos hicieron el pacto de que éste le enseñaría a Oviedo a tocar vallenato y
Oviedo le enseñaría a Emilianito a tocar los ritmos antillanos. De ese modo
partieron hacia Codazzi para atender el contrato que Oviedo había firmado, con
la novedad que Emilianito se llevó a su amigo Camilo Namén; quien también se
integró a los shows que presentó Oviedo en desarrollo de su contrato.
4.2 tercer cantante de Emilio Oviedo: Abraham "El Pibe" Rivera, 1969
Durante su estancia en Codazzi, descrita en el numeral anterior, el maestro Oviedo conoce y se hace amigo del "Pibe" Rivera, quien para ese año se desempeñaba como guacharaquero y cajero. "El Pibe" acompañó a Emilio en algunas presentaciones, sin que oficialmente fuera un integrante del grupo. El año 1969, lo invita a grabar un sencillo en Discos Fuentes, el cual fue prensado en un disco de 78 rpm con dos canciones de la autoría y vocalización de Abraham "El Pibe” Rivera: una pachanga titulada "Negrito pachanguero" y la charanga "la candelera"; lo que convierte al "Pibe" en el tercer cantante con quien grabó Emilio Oviedo. Años más tarde "El Pibe" se integró como guacharaquero de los Embajadores Vallenatos. En las imágenes siguientes se muestran los marbetes del disco referenciado.
5. CONJUNTO GUATAPURÍ, NUEVO LP Y DESCUBRIMIENTO DE JORGE OÑATE, 1969-1970
El encuentro del maestro Emilio
Oviedo con la música de acordeón vallenata, especialmente, la interpretada por
Emilianito Zuleta, le indicó que era hora de salir de Bucaramanga para
instalarse en Valledupar. El gusto por la música vallenata ya se había
apoderado de él y deseaba, desde Valledupar y La Guajira, desarrollar este estilo musical vallenato. De esta manera emprende camino a la ciudad de
Valledupar, que, en 1968, ya había celebrado el Primer Festival Vallenato. En
Valledupar se instala en el barrio "La Guajira”, en donde encontró el amor de
quien después sería su esposa: Laudith García Baute. En
1969, el maestro Oviedo se apropió del estilo musical vallenato y crea el
Conjunto Los Guatapurí con el que viaja a Bogotá a realizar la grabación de un nuevo LP con el Sello Vergara, dejando atrás su vínculo con Discos Fuentes.
El diario El Tiempo registró en su edición del 23 de marzo de 1970, la llegada de Oviedo a Bogotá con su conjunto Los Guatapurí (ver noticia), informando que llegaban a promocionar el Tercer Festival Vallenato que se realizaría en abril y a grabar un nuevo LP, cuyas canciones eran todas de la autoría del abogado, compositor, abogado y político Alonso Fernández Oñate, quien ocupaba en ese momento el cargo de Secretario de Gobierno del recién creado Departamento del Cesar.
En el proceso de grabación de su
nuevo trabajo discográfico Emilio Oviedo recibe la petición del compositor Fernández Oñate, autor de todas las canciones del proyecto discográfico, para
que le diera la oportunidad de cantar una canción a su primo Jorge Oñate, quien
se proyectaba como una joven promesa del canto vallenato; la idea era que con
esa canción se pudiera observar el potencial del joven Oñate como cantante.
Oviedo acepta la petición y Jorge Oñate se presenta al
estudio cuando ya Oviedo había grabado cuatro canciones con su voz. El maestro Oviedo le asigna a Jorge Oñate la
canción titulada “Campesina vallenata”.
La interpretación de Oñate maravilló al maestro Oviedo por el color y timbre de su voz y por su fraseo impecable, quien, consciente de que su voz no era comercial, le entregó a Oñate todas las canciones restantes del álbum que estaban grabando para que las cantara. Para ese momento, Oñate ya estaba siendo conocido como “El galán de la canción vallenata”. De este modo, en la producción del LP “Festival Vallenato” Emilio Oviedo interpreta cuatro canciones y Jorge Oñate, ocho, convirtiéndose en el cuarto cantante en la historia discográfica de Emilio Oviedo.
En el desarrollo de las grabaciones, en las cuatro canciones interpretadas por el Emilio Oviedo, Jorge Oñate hace la segunda voz y Virgilio Barrera hace la primera. En las ocho interpretadas por Jorge Oñate, Virgilio Barrera hace la primera voz y Emilio Oviedo la segunda.
El trabajo fue prensado en un disco de larga duración
identificado con el número serial LP-226, grabado y prensado en el año 1970. A continuación, se muestran imágenes del álbum y el audio de la canción Campesina vallenata.
Posterior a la grabación, Emilio
Oviedo regresa a Valledupar, mientras que Jorge Oñate se quedó en Bogotá. Emilio
Oviedo participó en el Tercer Festival Vallenato, en la categoría
semiprofesional que existía en aquellos años y que después desapareció, siendo
coronado como el primer rey semiprofesional. Este resonante triunfo fue
registrado en la edición del 21 de julio de 1970 del diario El Tiempo (ver
noticia). Con este logro Oviedo conquistó definitivamente el corazón del
pueblo vallenato.
6. NUEVAS PRODUCCIONES DISCOGRÁFICAS Y DESCUBRIMIENTO DE RAFAEL OROZCO, 1972-1976
6.1
Grabación del LP Presentado a…, 1972
En 1972, la joven figura del
acordeón vallenato y rey semiprofesional: Emilio Oviedo, ya se había posicionado y ganado amplio reconocimiento,
pero seguía sin cantante, dado que Jorge Oñate con quien había hecho su último
trabajo discográfico se había quedado en Bogotá, obligándolo a seguir actuando como vocalista en sus presentaciones. En este contexto, la firma discográfica Tropical lo
llama a una nueva grabación, cuyo producto sale en el LP titulado “Presentando
a…” (Tropical LD 1605), que incluye 12
canciones, tres de ellas de su autoría y las nueve restantes de Victor
Camarillo (3), Edilberto Daza (2), Alexander Fernández Oñate (2), Jaime Daza
Molina y Saúl Vanegas. El trabajo es presentado por Alonso Fernández Oñate en
un escrito en la contraportada del álbum, en el que exalta las cualidades de
Emilio Oviedo y el aporte que estaba dando a la música vallenata (Ver Imágenes).
En este trabajo Emilio Oviedo ejecuta el acordeón y vocaliza las 12 canciones. Se destacan dos por su referencia al folclor vallenato y sabanero, la primera en ritmo de merengue titulada “Folklor vallenato” en la que Victor Camarillo habla del estilo musical sabanero de Eusebio Ayala y del estilo guajiro de Chico Bolaño; la otra, titulada “Gracias por la hamaca grande”, un paseo de Alonso Fernández Oñate en el que responde a “La hamaca grande” del maestro Adolfo Pacheco. Esta última también fue prensada en el formato de 78 rpm. En esta canción, Fernández Oñate expresa, con sentido alegórico, llevar “al pueblo sanjacintero, tan merecedor de honores, un acordeón en cofre de tradiciones”. Asimismo, “a Francisco el hombre cantando el baile de la cumbamba y la procesión del diablo y de la culebra bomba; para que La hamaca grande, colgada en el Cerro de Maco, se venga volando al valle, soñando en sus bellos cantos”. A continuación, el lector puede observar el marbete del disco prensado en 78 rpm y escuchar el audio de esta última canción.
Marbete
6.2
Emilio Oviedo con la cantante Eliana en el V Festival Vallenato, 1972
En el año 1972 se vivía en
Colombia la nueva ola de la balada impulsada por una generación de cantantes de este género musical que
irrumpieron con fuerza en el concierto musical del país desde mediados de los
años sesenta, tales como Juan Nicolás Estela, Rodolfo, Jesús David Quintana,
Claudia de Colombia, Eliana, Yolima Pérez, Óscar Golden, Claudia Osuna, José
David Méndez y Kenny Pacheco, entre otros. En ese marco, a finales de mayo de
1972 Valledupar se alistaba para realizar el V Festival Vallenato, organizado
por la Oficina de Turismo del Cesar, al mando del abogado y compositor Alonso
Fernández Oñate. Al certamen fueron invitados varios de los baladistas
mencionados antes: Óscar Golden, Eliana, José David Méndez y Kenny Pacheco.
Eliana hizo un arreglo con
cuerdas y acordeón para presentarse en el Festival cantando las canciones
“Matilde Lina” y “La Negra”. La acompañaban en las cuerdas el Trío “Los
inseparables”, una agrupación muy reconocida en Valledupar en las décadas de
los años sesenta y setenta, dirigida por Luis Uribe Meléndez; y en el acordeón
el maestro Emilio Oviedo. Los ensayos de dicha presentación quedaron registrados
en el diario “El Tiempo”, como se puede apreciar en la imagen siguiente.
Sin embargo, tal como lo testimonia el locutor y presentador Jaime Pérez Parodi, en el vídeo “Un rey mudo, V Festival Vallenato” publicado en su canal de Youtube, Eliana no pudo presentarse debido a una disfonía que presentó desde horas previas a su presentación.
6.3.1 El encuentro de Oviedo con Rafael Orozco
Después de su último trabajo
discográfico en el sello Tropical en 1972, el maestro Oviedo hace una pausa y
sigue en la búsqueda de un cantante que viviera en Valledupar. En esa búsqueda,
hacia 1974 es contratado para acompañar al
gobernador del Cesar, Manuel Germán Cuello (1915-2006), quien estaba culminando su
mandato, a inaugurar unas obras en Aguachica. Durante el viaje, Emilio Oviedo estuvo
amenizando a la comitiva con canciones, lo que le produjo cierta disfonía, que le impedía un desempeño adecuado en la interpretación de las canciones;
fue bajo esas circunstancias que apareció un joven descrito por el maestro Oviedo como delgado, pelo largo, quien
se ofreció a ayudarle a cantar: era Rafael Orozco, quien andaba en busca de
oportunidades para volverse cantante. Frente a su disfonía, Oviedo accedió y le
dio la oportunidad de cantar una canción, con la sorpresa de que resultó una
“voz melodiosa y bonita” que cautivó al maestro. Su emoción con aquel muchacho de
20 años fue mayor cuando se enteró que vivía en Valledupar. A partir de ese
encuentro se selló la unión de Rafael Orozco y Emilio Oviedo, cuyas primeras
actuaciones se realizaron en fiestas familiares.
6.3.2 Grabación del primer LP con Rafael Orozco: ¡Adelante!
En 1975 la nueva pareja llega a Codiscos donde graban su primer trabajo discográfico. Un LP de 11 canciones titulado “¡Adelante! en el que se destacaron dos, las cuales dispararon la popularidad de la pareja musical naciente: el paseo “Cariñito de mi vida” del compositor Diomedes Díaz y el también paseo “La chimichaguera” de autoría de Náfer Durán.
El gran éxito de la canción “Cariñito de mi vida” no solo disparó la
popularidad de Emilio Oviedo e hizo conocer al novel cantante Rafael Orozco, sino que constituyó también la consagración de su autor: Diomedes Díaz, al convertirse “Cariñito de mi vida” en un gran hit musical de proyección nacional e internacional.
Cuenta el maestro Oviedo que al contactar al joven Diomedes Díaz, en la búsqueda de canciones para su primer trabajo con Rafael Orozco, el joven le cantó dos canciones: "26 de mayo", una autobiografía cantada y "Cariñito de mi vida". A Oviedo le gustó la primera, pero en el estudio de grabación, Rafael Orozco consideró que por el mensaje de la letra, era una canción para que la cantara el mismo Diomedes; por ello, el prefería cantar “Cariñito de mi vida”; y así quedó acordado entre el acordeonista y el cantante.
Al escuchar Oviedo el canto que Diomedes le hizo de las dos canciones referenciadas, observó un gran potencial para el canto en aquel muchacho, razón por la cual lo recomendó para que grabara con Náfer Durán, quien estaba buscando cantante. La dirección musical de este primer trabajo de Diomedes Díaz con Náfer Durán estuvo a cargo del maestro Emilio Oviedo. De este modo, Oviedo también contribuyó al nacimiento del cantante Diomedes Díaz, quien después se convertiría en un ídolo de multitudes. A continuación, se muestran las portadas del álbum ¡Adelante! y el audio de la emblemática canción “Cariñito de mi vida”.
6.3.3 grabación del segundo LP: "Con sentimiento" y aparición de Joe Arroyo
Dada la gran aceptación popular que tuvo el LP ¡Adelante!, Codiscos no tardó en llamar en ese mismo año de 1975 a Emilio Oviedo y su conjunto con su cantante Rafael Orozco para la grabación de un nuevo LP, titulado “Con sentimiento”, el cual salió con 11 canciones todas en ritmo de paseo. La observación de los ritmos de los dos LP grabado por Orozco y Oviedo muestra 20 paseos y dos merengues; dato que indica claramente, como desde la producción discográfica ya se había identificado al paseo como el más comercial, el de mayor aceptación popular por las generaciones jóvenes de mediados de los años setenta. Primacía rítmica que ha sido la constante en la música de acordeón del Caribe colombiano, desde los años setenta hasta hoy.
Cabe destacar la participación en este LP de Joe Arroyo, quien hace la segunda voz en los coros. "El Joe" para esta época estaba vinculado a la agrupación Los Líderes, con la que había grabado uno de los grandes éxitos del año 1974 en Discos Fuentes: Los barcos en la bahía (Fuentes LP-200963). Afirma el maestro Oviedo que en la grabación de las canciones se presentó un inconveniente con la segunda voz, lo que obligó a Codiscos a buscar una solución de emergencia, encontrándola con Joe Arroyo, quien no tardó en llegar al estudio. Fue en esa ocasión que el maestro Oviedo conoció al joven en aquel momento Joe Arroyo.
El gran éxito de este segundo LP de Orozco-Oviedo fue, sin duda, el paseo "Presentimiento" del compositor Máximo Movil. En la imagen siguiente se pueden observar las portadas del LP y el audio de la canción referenciada.
6.4 Separación de Oviedo-Orozco y nacimiento del Binomio de Oro, 1976
A comienzos del año 1976 la
pareja de Emilio Oviedo y Rafael Orozco gozaba de una gran popularidad, no
obstante, un día no precisado de ese año, Emilio Oviedo recibió la noticia de
una reunión con el gerente de Codiscos de aquel entonces, Rafael Mejía; que se realizaría
en el Hotel Sicarare de Valledupar, a la cual también habían sido convocados
Daniel Celedón, Israel Romero y Rafael Orozco. La convocatoria a aquella
reunión había sorprendido a Oviedo quien no conocía las razones de la
misma. Al indagar sobre dichas razones fue informado de la decisión de Rafael
Orozco de abandonarlo para hacer pareja musical con Israel Romero; algo que
implicaba terminar los contratos que Orozco y Oviedo y Celedón con Romero tenían firmados con Codiscos. Rafael Mejía expresó que tal como estaba firmado
el contrato de Oviedo y Orozco este último estaba obligado a continuar con
Emilio; lo cual fue rechazado por Orozco quien afirmó que, si lo
obligaban, "entonces cantaría al estilo de Juancho Polo", en referencia
a la forma de interpretación del acordeonista itinerante Juan Polo Valencia
quien por esa época había impuesto el éxito “Lucero espiritual”.
Frente a la decisión firme de
Orozco de no continuar con Oviedo y unirse con Israel; Emilio accedió a romper el contrato con Orozco y, del mismo modo, Celedón, a regañadientes,
debió aceptar la decisión de Israel Romero de abandonarlo; lo cual propició el
nacimiento de El Binomio de Oro (Rafael Orozco & Israel Romero) y la posterior unión de Daniel Celedón & Norberto Romero. Según el Diario El Tiempo, el nombre que Rafael Orozco e Israel Romero habían escogido para su agrupación era “La pareja ideal”, el cual no le gustó a la disquera, cambiándolo por “El
Binomio de Oro” (ver noticia).
En el contexto anterior, Emilio
Oviedo dejó su número de teléfono para que "Beto" lo llamara cuando regresara. La
llamada ocurrió unos días después y el encuentro pudo darse. Relata el maestro Oviedo que para realizar la audición, tuvieron que salir del pueblo, dado que Zabaleta se encontraba de duelo, en un velorio; pudiéndose realizar entre San Juan y El Molino, bajo un frondoso árbol de higo;
Zabaleta, dice el maestro, se puso de espalda a él y comenzó a cantar a capela la canción
“Los Maestros”, del compositor Hernando Marín que ese mismo año habían grabado
Los Hermanos Zuleta y se había popularizado rápidamente. Afirma el maestro
Oviedo que, al escuchar el timbre de voz de Zabaleta, le dijo que no siguiera
cantando, lo que asustó a "Beto", pues creía que la interrupción era porque al maestro no le había gustado su voz; pero, lo que el maestro le dijo fue que era suficiente y que lo esperaba al día siguiente para comenzar los preparativos de la
grabación de su próximo LP. Así nació la agrupación de Emilio Oviedo y su
conjunto, cantando Alberto “Beto” Zabaleta, la nueva voz naciente de la mano
del gran descubridor de talentos Emilio Oviedo Corrales.
7. PRODUCCIÓN DISCOGRÁFICA Y
NUEVOS CANTANTES, 1976-1981
Entre 1976 y
1980, Emilio Oviedo trabajó con cuatro nuevos cantantes: Alberto “Beto
Zabaleta”, Freddy Peralta, Kate Martínez y Reinaldo “El Papi” Díaz; cuyas
producciones se analizan a continuación:
7.1 Emilio
Oviedo y “Beto” Zabaleta, 1976-1978
Emilio Oviedo
grabó con Beto Zabaleta tres LP entre los años 1976-1978: “Recordaciones”
(Codiscos-Costeño ELDZ-20637), “La Ley del embudo” (Codiscos Costeño-ELDZ-20657)
y “Lo máximo” (Codiscos-Costeño ELDZ-20695).
El LP “Recordaciones”
fue grabado en el año 1976 y son de alta recordación para la generación de los Baby
Boomers (nacidos entre 1946-1964) las canciones “Aunque sufriendo te olvido”
del compositor Máximo Móvil y “Recordaciones” de Roberto Calderón. A continuación, se pueden apreciar las portadas de este álbum y el audio del gran éxito "Aunque sufriendo te olvido".
En este álbum, otra canción que se destaca es el paseo titulado "Que te vaya bien", del compositor Rafael Valencia, en cuya interpretación, Emilio realiza, por segunda vez, figuras musicales improvisadas a partir del minuto 1:43, donde escucha la voz de Beto Zabaleta cuando dice "El vendaval de Emilio Oviedo".
El LP “La ley del embudo” fue grabado en el año 1977 y cuatro de sus canciones tuvieron un alto impacto en el alma de los jóvenes de finales de los años setenta y en toda la década de los ochenta: La “Ley del embudo” y “Lagrimas de sangre” de Hernando Marín; “Mil amores” del médico Fernando Meneses y “Linda morenita” de Roberto Calderón. En el caso de la canción “Lágrimas de sangre” la disquera Codiscos tuvo problemas al momento de lanzarlos al mercado, pues fue grabada tanto por “El binomio oro” con Rafael Orozco antiguo socio de Emilio Oviedo y por Emilio Oviedo con su nuevo socio Beto Zabaleta; ninguna de las dos agrupaciones aceptaba que el disco de la otra saliera primero, lo que obligó a la disquera a sacar al mercado los dos discos al mismo tiempo. A continuación, se pueden observar imágenes de las portadas de este LP y escuchar el audio de la "La ley del embudo"; una canción de corte social en la que su autor hace duras críticas a los gobiernos de aquel entonces por la marginalidad a la que tiene sometido al pueblo, en versos tales como:
El LP “Lo
máximo” fue grabado en 1978, con la característica de que casi todas las
canciones tuvieron una gran aceptación en la generación de los Baby Boomers;
pero si hay que destacar algunas, podrían ser “Vuelve a mi” de Roberto
Calderón, “Compañera y amiga” de Adolfo Gómez Nieves; “Tragedia” de Camilo
Namén, “La tiendecita” de Héctor Zuleta y “Mi morena” de “Beto” Zabaleta. La
canción “Compañera y amiga” tiene la particularidad de ser, según el maestro
Emilio Oviedo, un merengue en modo menor algo poco común en la música
vallenata, porque a juicio del maestro Oviedo, la modalidad menor "tiene unas reglas musicales muy difíciles de ejecutar". Sin embargo, a pesar de que el maestro Oviedo considera que para esa época no era aún un experto en arreglos musicales, se atrevió a ensayar esta modalidad en la canción "Compañera y amiga". Dice el maestro que con la experiencia que tiene hoy seguramente haría una ejecución mejor. A continuación, se podrán observar imágenes de las portadas del LP en referencia y
escuchar el audio de “Compañera y amiga”.
En general, el
estilo musical de las 30 canciones interpretadas por la agrupación de
Emilio Oviedo y Beto Zabaleta, en su mayoría poseen una línea melódica de
“tristeza alegre”, oxímoron que solo puede ser comprendido por quienes son parte
de la generación de los Baby Boomers del Caribe colombiano.
7.2 Emilio Oviedo y Freddy
Peralta: “Por todo el mundo”, 1978
A raíz de la separación de Emilio Oviedo y "Beto" Zabaleta, el maestro empezó una nueva búsqueda de cantante, en momentos en los que Freddy Peralta se había separado de Los Hermanos López. El maestro Oviedo a quien le gustaba la voz de Peralta, lo invitó a grabar. El resultado fue un LP titulado “Por
todo el mundo”, en el que se destacaron las canciones “Incertidumbre” de
Roberto Calderón y “Castigo de Dios” de Hernando Marín. La primera de corte
romántico y la segunda, de corte social, en la que el autor alerta a los gobernantes del
posible estallido de una revolución en Colombia, dada la marginación a la que
tienen sometido al pueblo que muere en los hospitales buscando curación; y se
proclama la consigna “Pueblo marginado, unidos venceremos”. A continuación, se muestran las portadas del LP y el audio de la canción "Castigo de Dios".
7.3 Emilio Oviedo y “Kate”
Martínez: “El vencedor”, 1979
Los resultados comerciales de la producción de Emilio Oviedo con Freddy Peralta no fueron los esperados, razón por la cual la pareja se separó y Oviedo, de nuevo, inició la búsqueda de un nuevo cantante. En ese contexto el maestro Oviedo recibe de Diomedes Díaz, quien para ese año gozaba de un gran reconocimiento popular, gracias a sus producciones discográficas con Náfer Durán y Elberto López; la recomendación como cantante de su primo Ricaurte José Martínez, conocido en el argot artístico como "Kate" Martínez; y le ofreció que en sus presentaciones alternaría con la agrupación Oviedo-Kate. El vocablo hipocorístico “Kate” se lo puso su familia para abreviar de modo afectivo su nombre Ricaurte.
El maestro Oviedo aceptó la recomendación y el ofrecimiento hecho por Diomedes e invitó a "Kate" Martínez a la grabación de un LP en Codiscos, que salió al mercado en el año 1979 con el título de “El Vencedor” (Codiscos-Costeño, ELDZ-20769).
Cabe destacar que en este trabajo participaron como coristas los hermanos Juan y Carlos Piña. Dos canciones destacadas son “La flor del melón” de Náfer Durán y “Remolino” de Luis Segundo Sarmiento (ver portadas del LP).
Fuente: discogs
La flor del melón. Reproducción del audio obtenido directamente del disco
La canción “Remolino”, por su parte, es un paseo sentimental compuesto por Luis Segundo Sarmiento, cargado de nostalgia por los años ya pasados de la infancia en los que se vivieron muchas carencias y la ausencia de la figura paternal en el hogar; vivencias que no son ajenas a la gran mayoría de quienes pertenecen a la generación de los Baby Boomers, dado el exacerbado machismo que existió en los años cincuenta, sesenta y setenta del siglo pasado, en el Caribe colombiano. A continuación, se muestra el audio de esta canción.
Remolino (audio)
7.4 Emilio Oviedo y Reinaldo "El Papi" Díaz: “Golpe a golpe” e
“Inspiración”, 1980-1981
A raíz de la separación de la pareja Oviedo-"Kate", Emilio inicia una nueva búsqueda de cantante. Es cuando aparece en escena Reinaldo "El Papi" Díaz, quien venía participando, desde el año anterior, como corista de la agrupación Oviedo-"Kate" y, esporádicamente, actuaba también como cantante en algunas de las presentaciones del grupo.
El maestro Oviedo invita al "papi" Díaz como cantante de su agrupación y, en 1980, graban un primer trabajo titulado “Golpe a golpe”, cuya salida al mercado fue registrada en el diario El Tiempo en su edición del 18 de septiembre de 1980, en una nota periodística en la que se destaca a Emilio Oviedo en los siguientes términos:
“Golpe a golpe, primer álbum de Emilio Oviedo y Reinaldo Díaz, exponentes del mensaje musical de la región del Valle de Upar, sale al mercado bajo la etiqueta Vallenato. Emilio Oviedo, hombre con el corazón lleno de sangre vallenata, luchador incansable con las canciones de su tierra a través de grabaciones acompañando a figuras. Emilio sabe escoger y descubrir cantantes, primero fue Jorge Oñate, luego Rafael Orozco, Diomedes Díaz, Beto Zabaleta y Freddy Peralta. En este llega con Reinaldo Díaz, nacido en Villanueva y ganador de varios festivales, como el sabanero en Sincelejo, en 1978, y el bolivarense de Arjona. En el Encuentro de Acordeones en San Andrés fue declarado fuera de concurso.” (El Tiempo, 1980-09-18).
Cabe destacar en este trabajo discográfico, la participación de Jairo Serrano en los coros. Una de las canciones destacadas de este álbum es la titulada “La montañera” del “Poeta del camino” Rosendo Romero Ospino. Se trata de un bello paseo romántico en el que su autor hace gala de la geopoética lírica romántica que caracteriza su cancionero, en la que la naturaleza, el ambiente sociocultural pueblerino y el cosmos se entrelazan para expresar en verso su tristeza por la ausencia de un ser amado; lírica que es adornada musicalmente con las notas de Emilio Oviedo y el canto melodioso del “Papi” Diaz. A continuación, se muestran las portadas de este LP y el audio de "La montañera".
En la canción "Cositas que duelen" del compositor Náfer Durán, el maestro Oviedo hace uso, por tercera vez, de figuras musicales improvisadas, las cuales son cada vez más adornadas. En esta canción dichas figuras se escuchan a partir del minuto 0:48, en donde se escucha a Reinaldo Díaz decir: "y vuelve el vendaval de Emilio Oviedo, comandante".
En 1981, esta misma pareja graba un segundo álbum titulado “Inspiración” en el cual Jairo Serrano vuelve a participar en los coros. Entre las canciones del álbum se destaca de nuevo una del autor Rosendo Romero Ospino, titulada “Tardecita de lluvia”, en cuya letra Romero mantiene su geopoética lírica romántica vestida con bellos juegos melódicos de Emilio Oviedo que son potenciados por el timbre de voz de Reinaldo Díaz y los excelentes coros (ver imágenes y audio).
Entre 1981 y 1990 Emilio Ovidio
grabó con cinco nuevos cantantes: Rosendo Romero, “Chiqui” Escobar, Toby
Murgas, Farid Ortiz y Joaco Pertuz, destacándose por el número de canciones
grabadas Farid Ortiz.
8.1 Emilio Oviedo y Rosendo
Romero. "Rosendo interpreta a Romero", 1981
En 1981, Emilio Oviedo acompañó
con su acordeón al Poeta de Villanueva y de los caminos serranos: Rosendo Romero en la grabación de cuatro canciones, incluidas en el álbum titulado “Rosendo
interpreta a Rosendo”. Álbum en el que Romero es acompañado por varios
acordeonistas entre los que se encuentran, además de Emilio Oviedo, sus
hermanos Israel y Norberto Romero y el “Pangue” Maestre. Entre las canciones grabadas con el acordeón
de Emilio Oviedo están: “Noche sin luceros”, “Cadenas” y “Ave María”. A continuación,
se muestras imágenes del álbum y se puede escuchar el audio de la
canción “Ave María”, otra de las bellas composiciones de la geopoética romántica
de Rosendo Romero, interpretada por su autor con las notas melodiosas del
maestro Emilio Oviedo.
Ave María (audio)
8.2 Emilio Oviedo y el “Chiqui” Escobar”: “Vuelve el
comandante”, 1983
En el año 1983 el maestro Emilio Oviedo estaba de nuevo en la búsqueda de un nuevo cantante. Un locutor de La voz del Cañaguate de Valledupar, le recomendó, un cantante de su pueblo, que según el locutor, cantaba parecido a Poncho Zuleta", se trataba de Mauro Peroza Escobar (q.e.p.d.), a quien el maestro Oviedo aceptó escuchar, decidiendo grabar un trabajo con él. Mauro era bajo de estatura y su nombre no era artísticamente comercial, a juicio del maestro Oviedo; quien decidió bautizarlo como "Chiqui" Escobar.
El trabajo salió al mercado en un álbum titulado “Vuelve el comandante”, en cuya contraportada aparece una leyenda en la que se resumen los logros del comandante Emilio Oviedo hasta ese año, en su primer párrafo se lee textualmente:
“El aroma de tardes ardientes de su tierra, Costilla (cesar), viaja entre el fuelle de su acordeón, que ha sido su narrativa y sustento de muchas voces, entre ellas, Jorge Oñate ‘El jilguero de América’, Rafael Orozco Maestre y Alberto ‘Beto Zabaleta, llenas de historia y poesía. Es la vida de Emilio Oviedo. Canciones como Campesina vallenata, El diablo de San Diego, Cariñito de mi vida, Recordaciones, Aunque sufriendo te olvido, Lágrimas de sangre, Tardecitas de lluvia, han llevado el vestido de su interpretación”.
La portada de este LP trae un dato importante en la historia discográfica de Emilio Oviedo, fue el primer álbum donde aparece la expresión "comandante" como nombre apelativo aplicado a Emilio Oviedo. Una expresión que desde finales de los setenta venía haciendo carrera en la audiencia de Radio Guatapurí, desde que el locutor Mario de J. Puerta Gómez comenzara a llamar al maestro Oviedo así en su programa "Discoteca automática"; caracterizado por el hecho de que los oyentes llamaban a pedir una canción y de inmediato era complacido. A finales de los setenta Puerta Gómez observó que las canciones que se pedían eran principalmente de cantantes tales como Jorge Oñate, Rafael Orozco, Beto Zabaleta y Freddy Peralta, acompañados con el acordeón de Emilio Oviedo; razón por la cual comenzó a llamar a Oviedo como el "comandante" de los cantantes vallenatos.
Entre las canciones del álbum “Vuelve el comandante” se destaca la titulada “Drama vallenato” del compositor Lenin Bueno Suárez (Leabus), cuyo mensaje va en la misma dirección de la exitosa canción “Drama provinciano” que desde 1981 había popularizado la agrupación “El Doble Poder” (Daniel Celedón & Ismael Rudas). A continuación, se muestran las imágenes del álbum “Vuelve el comandante” y el audio de "Drama vallenato".
Adicional al LP anterior, en 1986 Emilio Oviedo con su cantante "Chiqui" Escobar graban la canción “Compadre” de la autoría de cantautor y actor de televisión Ronald Ayazo, la canción salió en un álbum variado del sello Discos Perla titulado “Festival vallenato Vol. 2”.
8.3 Emilio Oviedo y Toby Murgas:
“Nosotros”, 1984
En el año 1984, Emilio Oviedo estrena
un nuevo cantante: Toby Murgas, un guajiro, nacido en el año 1959 en el corregimiento Punta
Remedios del municipio de Dibulla (La Guajira, Colombia); quien,
en los años anteriores, ya había sido exitoso con el acordeonista Ender
Alvarado, fallecido trágicamente en el año 1982. Con Toby Murgas Emilio grabó
el LP “Nosotros” en el que se destacaron las canciones “Ensueño” del poeta de
la nostalgia Gustavo Gutiérrez Cabello y “Eres” de Náfer Durán. A continuación,
se muestran imágenes de las portadas del álbum “Nosotros” y el audio de
la canción “Ensueño”.
8.4 Emilio Oviedo y Miguel Morales, 1984
Los resutados comerciales de la producción de Emilio Oviedo y Toby Murgas no fueron los esperados, razón por la cual la pareja se separó y el maestro Oviedo quedó nuevamente sin cantante. Es el momento en el que aparece en escena la disquera Codiscos que quería recuperar a Emilio para su sello, pues se le había ido para Phillips. El interés de codiscos era el de producir un nuevo trabajo con Oviedo, lo que hacía urgente la consecusión de un cantante. Emilio recordó a un conjunto de muchachos que había cantado en una parranda en su casa y cuyo cantante le había llamado su atención, eran: Miguel Morales y Omar Geles con otros integrantes que el maestro no recuerda. De ese modo, iniciaron la búsqueda del cantante de aquella parranda, quien en ese momento vivía en un barrio de invasión llamado "El Rojas Pinilla". Las condiciones de acceso para ingresar en carro al barrio eran muy difíciles lo que obligó a que Emilio Oviedo ingresara a pie, mientras el gerente de Codiscos esperaba.
Al localizarlo Oviedo le informó a Morales que andaba con el gerente de Codiscos en su búsqueda para escucharlo y definir una invitación para grabar un trabajo, para lo que se necesitaba un casete con grabaciones de su cantos. Miguel Morales consiguió un casete con cantos grabados en parrandas, el cual fue escuchado por el gerente de Codiscos y por Oviedo; a quienes les pareció una voz similar a la de Rafael Orozco. La orden del gerente de Codiscos fue la de que se pepararan para iniciar los trabajos de producción.
A los pocos días Oviedo recibe una llamada de Rafael Mejía, gerente de Codiscos, para decirle que pararan el proceso, pues habían surgido obstáculos legales para la firma del contrato de la nueva pareja musical. De este modo se frustró la producción de Oviedo-Morales, lo que produjo dos efectos importantísimos para la historia de la música vallenata: el nacimiento en el año 1985 de la pareja de Emilio Oviedo y Farid Ortiz y el de Miguel Morales con Omar Geles.
8.5 Emilio Oviedo y Farid Ortiz, 1985-1993
En el año 1985 se produce la
unión de Emilio Oviedo y Farid Ortiz, la más prolífica en la historia discográfica del
maestro Oviedo, al grabar 84 canciones en 8 álbumes de 10 canciones y cuatro
canciones en tres volúmenes del álbum “Concierto vallenato”; todo ello entre
los años 1985 y 1993. En la Tabla 1 publicada en la introducción de este estudio se puede
observar la información de los trabajos discográficos de esta gran pareja
musical.
Farid Ortiz es otro de los
cantantes descubiertos por el cazatalentos de cantantes de música de acordeón
vallenata, Emilio Oviedo, quien tuvo referencias de su canto en una parranda.
En aquel momento Farid trabajaba de mensajero en Telecom y vivía en un barrio
de invasión de Valledupar que le llamaban “Zapato en mano” por la condición barrosa del suelo, allí llegó Emilio Oviedo, con sus zapatos en la mano, en la búsqueda de Farid para una
audición; la cual le dejó al comienzo muchas dudas, pero, después de una segunda oportunidad seleccionó a Farid como su próxima pareja musical y de inmediato se iniciaron los preparativos del primer álbum. El resultado fue el titulado “La mejor Época”, grabado en el año 1985 (ver imágenes), en el que se
destacó la canción del Poeta de Villanueva Rosendo Romero, “Como si fuéramos
novios”, cuyo audio se muestra a continuación.
Posterior a este primer álbum la
pareja de Emilio Oviedo y Farid Ortiz siguió cosechando éxitos año tras años.
El gran acople del acordeonista con su cantante y la forma interpretativa de
Farid llegaban con gran facilidad al alma de los pueblos rurales y urbanos con
melodías jacarandosas y rítmicas que invitaban al baile y el jolgorio, haciendo
que Farid fuera llamado “El rey de los pueblos”; pero, también llegaba de la
misma manera a los espíritus romántico con bellas canciones para almas
enamoradas que le valieron ser llamado también “El rey del sentimiento”. La
versatilidad de la voz y del acordeón en ambos estilos hizo que fuera una
agrupación musical de gran aceptación social y proyección nacional.
Dentro de las canciones de corte jacarandoso cabe mencionar grandes éxitos como “Marily” (1987), “El querendón” (1988), “Se acabaron” (1991) y “Con la punta del palo” (1993). En las de corte romántico se destacan algunas de las más exitosas como la ya mencionada de Rosendo Romero “Como si fuéramos novios” (1985), de Hernando Marín: “Corazón de piedra” (1987) y “Cuando eras niña” (1990); de Jacinto Leonardy Vega: “Cuando más te quiero” (1987); de Sergio Moya Molina: “Camino abierto” (1987); de Efrén Calderón: “Razones de amor” (1988) y “Sueños dorados” (1991); de Aurelio Núñez “Otro sol de la noche” (1991) y de José Alfonso Maestre: “Melodía para Dios”.
La canción "Se acabaron ya", fue sin duda el mayor éxito de la música de acordeón del Caribe colombiano en el año 1991, su popularidad fue arrasadora y trascendió las fronteras nacionales. A raíz de esto, el maestro Oviedo y Farid Ortiz recibieron en Barranquilla, en el año 1992, el trofeo "Superestrella de oro" por "La canción más popular del año 1991", otorgado por La Fundación Premio internacional. A continuación, se muestra la parte del trofeo donde aparece la leyenda, cuya imagen completa se puede ver en la galería que se presenta al final del texto. También se puede escuchar el audio de la canción referenciada.
Para el maestro Emilio Oviedo, su
unión con Farid Ortiz fue una de las dos más exitosas en términos económicos en su historia discográfica, la que le
permitió obtener jugosas ganancias económicas, en épocas en la que la música de
acordeón del Caribe colombiano ya había ganado aceptación en la sociedad
colombiana. Lo anterior lo evidencian los galardones obtenidos por la pareja
expresados en “Doble disco de platino” y “Doble disco de oro”, entre otros,
otorgados por la firma Codiscos por las grandes ventas.
8.6 Emilio Oviedo y "Joaco" Pertuz, "Folklor y sentimiento", 1989
En 1989, Emilio Oviedo se encontraba algo descontento con su unión con Farid Ortiz, quien para ese entonces, ya fungía como el líder de la agrupación y había sometido a su descubridor, Emilio Oviedo, a un rol de empleado, con desventajas en los ingresos. Esto llevó al maestro Oviedo a que, sin separarse de Ortiz, experimentara con otros cantantes.
Es en el contexto anterior, que surge la pareja musical de Emilio Oviedo y Joaquín "Joaco" Pertuz, quien para ese año se encontraba residenciado en Maicao donde fungía como panadero. En una visita comercial del Maestro Oviedo a Maicao recibió noticias de Pertuz que daban cuenta de una voz parecida al de Poncho Zuleta, lo que despertó el interés de Oviedo por escucharlo. El resultado de la audición fue favorable, Pertuz impresionó al maestro Oviedo por su "voz fuerte, de peso como la de Poncho Zuleta", como la describió el maestro.
De este modo comenzaron los preparativos de la producción discográfica. El día de la grabación de la voz, Joaco Pertuz se presentó con una fuerte afectación de salud, por varicela, lo cual no le permitió una plena vocalización. El trabajo salió al mercado con el título de "Folklor y sentimiento" y en su contraportada aparece una extensa leyenda que da cuenta de los logros de Emilio Oviedo hasta el año 1989. Por tratarse de un importante testimonio documental de la época se reproduce textualmente a continuación:
La producción, aunque no tuvo el resultado comercial esperado por Oviedo, Pertuz y Codiscos, dadas las condiciones de salud bajo la cuales grabó Pertuz, no obstante, se destacó la canción "Aunque pasen los años" del compositor Rafael Manjarrez.
9. PRODUCCIÓN DISCOGRÁFICA Y
NUEVOS CANTANTES, 1991-2000
Entre los años 1991 y 2000 Emilio
Oviedo graba con cuatro nuevos cantantes: Eduard Morelos, Enaldo Barrera, Gaby
García y Carlos Narváez; pero sería con Eduard Morelos con quien concretaría la
segunda pareja, después de Farid Ortiz, más prolífica en materia de grabaciones
fonográficas y exitosa en términos económicos.
9.1 Emilio Oviedo y Eduard Morelos, 1994-2004
Entre 1994 y 1998 Emilio Oviedo
grabó con Eduard Morelos cinco álbumes, apoyados en una nueva generación de compositores románticos que continuarían, con algunos cambios
compositivos, la línea lírica romántica de los años setenta y ochenta. Entre
estos nuevos compositores se mencionan, entre otros, a Wilfran Castillo, Luis
Egurrola, Fabián Corrales, Guadis Carrasco, Omar Geles, Fabián Corrales y
Melquíades Suárez. El maestro Emilio Oviedo supo rápidamente adaptarse a esta
nueva corriente compositiva que respondía a las nuevas demandas de
la Generación X (nacidos entre 1965-1980). Esta versatilidad musical
intergeneracional le permitió a Oviedo mantenerse vigente como acordeonista.
Por la producción discográfica de
Emilio Oviedo con Eduard Morelos, la pareja recibió el premio Orquídea de Oro
Internacional “por permanecer un año en primer lugar en Venezuela”, con la
canción “El payaso de tu risa” del compositor Guadis Carrasco. El maestro Oviedo ha manifestado públicamente que esta canción le produce una gran emoción. Otros dos grandes
éxitos de la pareja fue el paseo titulado “Hoy tengo más amor” de autoría de
José Alfonso “Chiche” Mestre y el paseo “Me cansé de esperarte” A continuación,
se muestra la evidencia del premio recibido por la canción "El payaso de tu risa" y el audio de la misma.
“En mi carrera estuve con muchos cantantes, de los cuales la mitad son famosos. Yo los saqué de la nada. Por ejemplo, empecé a trabajar con Miguel Morales cuando él vivía en un ranchito de cartón en Los Fundadores; a Farid Ortiz lo saqué del barrio Zapato en Mano; Beto Zabaleta en ese entonces cuidaba gallos y vendía gasolina en pimpina en El Molino, La Guajira. Hoy en día son unos tipos ricos y famosos. Yo no tengo la misma plata que ellos porque lo que gané en su momento lo invertí en el estudio de mis hijos: tengo un odontólogo, un arquitecto, un médico y un fisioterapeuta" (El Pilón, mayo 30 de 2016).
En la siguiente galería se muestran las portadas de trabajos realizados con varios de los 26 cantantes con los que el maestro Emilio Oviedo ha grabado en el siglo XXI:
a) Emilio Oviedo con Frank Mendoza, Jorge Luis Rodríguez y Walmer Tordecilla, 2001.
b) Emilio Oviedo con Jafeth Zúñiga, 2006
Durante sus más de sesenta años
de vida artística hasta el año 2025, el maestro Emilio Oviedo ha recibido decenas
de reconocimientos, homenajes, exaltaciones y trofeos por su aporte a la cultura musical vallenata y
sabanera del Caribe colombiano. En su oficina de Valledupar tiene una galería
en la que se exhiben dichos reconocimientos, algunos de los cuales se muestran a continuación, por cortesía del maestro Emilio Oviedo:
1991. Disco de oro por grandes ventas del LP “Para siempre"
1999. Premio Internacional Orquídea de oro de Venezuela Por la canción “El payaso de la risa”

2018-08-05. Homenaje del Festival
de acordeones y compositores jardines de Fundación
2019-01-20. Exaltación a la vida
y obra
2019-06-01. Reconocimiento del Festival Vallenato Mar de acordeones
2019-06-01. Exaltación del
Concejo de Santa Marta
https://elpilon.com.co/sigo-vigente-la-musica-vallenata-emilio-oviedo/
Estor Lara, Gilberto (2025), “Emilio Oviedo, descubridor de voces. Rey vitalicio del festival vallenato”, en: Así canta el vallenato, entrevista. disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=qXEPki7P8yE
Mendoza Cuello, Lucía (2025), "Binomio de Oro: el origen y significado del nombre de la agrupación revolucionó el vallenato", en: El pilón, edición del 11 de julio de 2025. Disponible en:
Oviedo Corrales, Emilio (2023), “Firmes!! Llegó el comandante, Emilio Oviedo". Entrevista en: Tierra, mirada & son con Venancio García Solís, primer parte. disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=n2yVdK95LTE&t=1001s
Oviedo Corrales, Emilio (2023), "Entrevista con Emilio Oviedo, el comandante, El rey midas del vallenato", en: Tierra, mirada & son con Venancio García Solís, segunda parte. disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=g-pu5XiLFJY
Oviedo Corrales, Emilio (2022), Entrevista realizada por Checho Díaz (primera parte), disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=n_-rRc5Ub74
Oviedo Corrales, Emilio, (2022), Entrevista realizada por Checho Díaz (segunda parte), disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=MD6nn1VHHWc&t=8s
Pérez Parodi, Jaime (2020), “Un rey mudo, V Festival vallenato, 1972", en: Jaime Pérez Parodi, canal de Youtube, disponible en:
https://www.youtube.com/watch?v=SccZnqiP39g&t=253s







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